¿Qué pasó esta semana en Latinoamérica?

Masivas protestas de trabajadores urbanos y campesinos en Brasil. En Chile se conmemoró el cuarto aniversario de la revuelta del 2019. En Bolivia, Evo pide romper lazos con Israel al tiempo que expone la quebradura expuesta del MAS. Haití ya siente las uñas del águila imperial. 

Brasil: campo y ciudad movilizados

El gigante estadounidense General Motors echó -sin previo aviso e incumpliendo un acuerdo firmado con el sindicato- a cerca de 300 trabajadores de su planta en São José Dos Campos (São Paulo). Por este motivo, desde ayer, los cuatro mil trabajadores de la empresa, responsables de producir 150 autos diarios, paralizaron las distintas plantas y se declararon en huelga hasta que se reincorpore a los trabajadores vulnerados.

Por otra parte, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra realizó una semana de masivas movilizaciones en 17 Estados con el objetivo de presionar al Gobierno Federal para que este consolide su apoyo a la Reforma Agraria Integral. Cinco ministros recibieron a las autoridades del MST y hubo entendimientos de parte. A pesar de que el presupuesto de Lula para la reforma agraria en 2024 es ⅕ de lo que el Movimiento reclama para las 65 mil familias que viven de manera precaria en los asentamientos, los líderes del movimiento admitieron comprender la situación tras años de un gobierno neoliberal que arrasó con las arcas estatales.

Finalmente, la Central Única de los Trabajadores (la CGT brasileña), eligió autoridades el pasado sábado. El metalúrgico Sergio Nobre fue reelegido para el período 2023-2027. Participaron de la elección más de dos mil delegados de todo el país al igual que 200 invitados de todos los continentes. Nobre, aliado de Lula, recalcó la unidad y la centralidad de los trabajadores en el plano económico.

Chile: la memoria tras las rejas

Al cumplirse el cuarto aniversario de la histórica revuelta social de octubre de 2019, Amnistía Internacional advirtió que las víctimas de la represión policial y militar no consiguen todavía una reparación integral. Asimismo, señalaron que la reforma estructural a Carabineros está paralizada y la impunidad se “ha asentado en el país”. 

El Gobierno de Boric no cumplió con ninguna de las promesas de campaña. No sólo ratificó en su cargo al carabinero denunciado por violaciones a los Derechos Humanos, Ricardo Yáñez Reveco, sino que se prestó a favor de que el Congreso sancionara la Ley Nain-Retamal, que prácticamente legaliza el “gatillo fácil” al tiempo que insta a retrotraer las penas a los oficiales implicados en delitos de homicidios, torturas y vejaciones en el marco del estallido social.

Como para muestra basta un botón, hace dos semanas un tribunal de Santiago sentenció a diez años de prisión al trabajador y estudiante Nicolas Piña, prisionero político de la revuelta, acusado de homicidio frustrado a carabineros y lanzamiento de artefacto incendiario, sin prueba alguna.

Por otra parte, la criminalización y persecución al pueblo mapuche sigue intacta como política de Estado. En las últimas semanas se profundizó las invasiones militares a distintos Lof en los territorios ancestrales indígenas.

Bolivia: cruje la interna

Evo Morales instó al presidente Catacora Arce a romper todo lazo con Israel y declararlo como terrorista por el genocidio que está realizando en estos momentos en la Franja de Gaza.

En este sentido, vale remarcar que este pedido no es ni el primero ni el último de Morales hacia su “ex” compañero de partido. La interna del MAS crece con el pasar de los días y una reconciliación entre sus representantes parece imposible.

“Estamos peor que en tiempos de Áñez”, sentenció Morales en uno de sus últimos tuits al referirse a la aprensión por parte de la Policía de militantes del MAS que cortaron las rutas para evitar que otros militantes (seguidores de Arce) llegasen al “Cabildo del Pueblo”, convocado por el Presidente.

Según el analista Marcelo Silva, si el propósito del “Cabildo” era demostrar que Arce tiene fuerza política suficiente para disputar las elecciones presidenciales del 2025, “entonces lo cumplió”. 

La interna expuesta del MAS preocupa cada vez más y no parece solo saldarse en la arena estrictamente política. La institucionalización de la disputa podría profundizar las asperezas y debilitar al movimiento en general. Las posiciones irán a disputar el mando en el Órgano Electoral y en el Tribunal Constitucional Plurinacional. 

Haití: continúa la influencia del Tío Sam

El pasado jueves la Policía Nacional detuvo al ex agente policial Joseph Félix Badio, acusado de planificar el magnicidio contra el ex presidente Jovenel Moise el 7 de julio de 2021. Es el avance más concreto y relevante de la lenta y polémica investigación sobre el hecho.

A su vez, el Gobierno de Estados Unidos -en asociación con la Seguridad Nacional Haitiana- aseguró crear una unidad de investigación criminal transnacional en el país, con el supuesto objetivo de “facilitar la investigación y el enjuiciamiento de delitos transnacionales, incluidos aquellos que tienen un vínculo con Estados Unidos, añade”. ¿Realmente será así? ¿Se investigarán y juzgarán a ellos mismos a sabiendas que es desde EE.UU de donde provienen las armas que usan las pandillas, tal como lo denunció la ONU?

Mientras tanto, Anthony Virginie Saint Pierre, Jefe de Gabinete de la Presidenta del Consejo Superior de Transición, y uno de los políticos claves en el armado de las próximas elecciones, fue secuestrado por una organización criminal que pide dos millones de dólares para su rescate. 

A su vez, una delegación de Kenya visitará al país en los próximos días para garantizar los requisitos legales, diplomáticos y políticos necesarios para el despliegue de la fuerza multinacional ordenada por la última resolución de la ONU, escrita por los Estados Unidos. Esta “nueva misión”, empeoraría la compleja realidad haitiana según relató a este medio un importante dirigente político del país.

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