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¿Por qué es importante la Cumbre del Sur Global?

Se llevó a cabo la 3ª Cumbre del Sur Global, impulsada por el grupo G77+China, donde prevalece la construcción de otro mundo posible a fin a la multipolaridad y el integracionismo intercontinental. ¿Qué se debatió en esta oportunidad? ¿Hubo postura común sobre el genocidio palestino? ¿Se viene una reforma de la ONU impulsada por los […]

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Se llevó a cabo la 3ª Cumbre del Sur Global, impulsada por el grupo G77+China, donde prevalece la construcción de otro mundo posible a fin a la multipolaridad y el integracionismo intercontinental. ¿Qué se debatió en esta oportunidad? ¿Hubo postura común sobre el genocidio palestino? ¿Se viene una reforma de la ONU impulsada por los países no occidentales?

Se desarrolló en Uganda una nueva cumbre de la mayor organización intergubernamental de países del “Sur Global” (G77+China), a fines de seguir discutiendo profundas reformas del sistema financiero mundial, la postura común en los problemas sociales y económicos que afectan directa o indirectamente a todas las naciones (pobreza, cambio climático, deudas externas, bloqueos comerciales, guerras y genocidios) y salidas políticas y consensuadas a las múltiples crisis.

Tal como se decidió a fines del año pasado en La Habana, Cuba, esta tercera cumbre se desarrolló en un país del África Oriental, específicamente en Uganda (excolonia británica), un país rico en bienes comunes naturales, pero ubicado -según la ONU- como una de las naciones cuya calidad de vida de sus habitantes es de las peores en todo el globo. 

Uganda representa una realidad compartida por la gran cantidad de países participantes de esta Cumbre: ricas en bienes comunes naturales, empobrecidas por los vestigios colonialistas y neocolonialistas, endeudadas y sometidas al capitalismo financiero contemporáneo, pero también abocadas a aprovechar las nuevas oportunidades que genera la tendencia multipolar creciente en el mundo.

La cumbre anual del bloque, que agrupa a 134 países de América, Asia y África, eligió como lema la frase "Sin dejar a nadie atrás", exhibiendo su proclamado carácter integracionista, cuyos objetivos generales se basaron en discutir los roles del FMI, Banco Mundial, OMC, el genocidio en Gaza y una posible renovación de la Organización de las Naciones Unidas.

“Estamos reunidos en un momento en el que los países en desarrollo siguen enfrentando múltiples desafíos globales que socavan nuestros esfuerzos nacionales y colectivos para lograr el desarrollo sostenible y nuestras aspiraciones de desarrollo nacional”, aseguró el mandatario ugandés,Yoweri Museveni, al inaugurar la Cumbre. Posteriormente, el anfitrión destacó el apoyo brindado por Cuba a su país en materia de atención de salud y en la formación de recursos humanos en esa esfera.

Si en algo coinciden la mayor parte de los asistentes al encuentro fue en la urgente necesidad de reestructuraciones funcionales al Sur Global en los distintos organismos internacionales vigentes.

La ONU, los organismos internacionales y la necesidad de apretar F5

¿Está funcionando la ONU para lo cual fue creada? ¿De quién son los intereses que prevalecen en sus resoluciones? ¿Sus metodologías y lógicas normativas están a la altura del mundo de hoy?

Si bien los ejemplos sobran, con solo dos podemos responder los interrogantes planteados en esta Cumbre por diversos mandatarios, hasta inclusive por el mismo Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien expresó en su alocución que hay una necesidad de reformar el Consejo de Seguridad del organismo porque está “paralizado” por las divisiones geopolíticas y cuya composición “no refleja la realidad del mundo actual”. 

El caso del bloqueo yanqui a Cuba y el genocidio a Gaza exhiben que la ONU no estaría funcionando para los fines planteados. 

La Asamblea General de las Naciones Unidas reiteró en el 2022 por trigésima vez de forma inequívoca su posición contra el embargo económico de Estados Unidos a Cuba y pidió que se ponga fin a ese castigo unilateral. La resolución de rechazo obtuvo este año 185 votos a favor, 2 en contra (Estados Unidos e Israel). Sin embargo, EE. UU. sigue con su política de terrorismo financiero sobre Cuba. 

Por otra parte, durante el año pasado y este, el Consejo de Seguridad de la ONU (compuesto de manera fija por las naciones con poder de veto, tales como China, Francia, Rusia, Reino Unido y EE. UU. y otras diez naciones que van rotando cada dos años) promovió cese al fuego por parte de Israel, estado invasor que está cometiendo genocidio sobre Palestina, pero siempre fue vetada por Estados Unidos, aliado de los sionistas israelíes.

Es importante destacar que en este encuentro, todos los países del Sur Global estuvieron de acuerdo en apoyar a Palestina, exigir a Israel un cese al fuego y abogar por la creación del Estado palestino. Brasil y China exigieron que Palestina sea constituido como un miembro pleno de la ONU y ya no un miembro “observador”.

Volviendo a lo anterior, el prevalecimiento de los intereses yanquis o en su defecto occidentales no solo en la ONU sino también en la Organización Mundial del Comercio y en los directorios de las instituciones internacionales financieras como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (ambos con sede en USA), acreedores de deuda de la mayoría de los países del Sur Global, fue un gran punto de discusión en el que hubo un consenso para exigirle al Norte Global mayor coherencia y cumplimiento de los acuerdos para financiar el desarrollo de las naciones menos favorecidas en infraestructura y tecnología, asumiendo su responsabilidad de expropiador de los bienes comunes del Sur durante siglos.

China, ¿el hermano mayor?

El viceministro chino, Liu Zhenmin, instó a los “países en desarrollo”, a ampliar su representación y voces para abordar cuestiones de larga data en la gobernanza mundial.

El periodista ugandés Mourice Muhoozi expresó recientemente en una nota a su firma que Beijing jugó un papel fundamental en el establecimiento de instituciones como el Nuevo Banco de Desarrollo, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el Fondo de la Ruta de la Seda “como parte de la iniciativa de reforma del sistema financiero global de China”. 

¿Es posible el crecimiento de la multipolaridad proclamada y en construcción con Estados Unidos y los intereses europeos todavía queriendo mantener la unipolaridad dominante en el mundo? ¿Está el imperialismo chino mezclando los intereses del G77 con los suyos o es verdaderamente un imperio/nación que construye su hegemonía apoyando el crecimiento de los países más débiles y empobrecidos?

Uno de los puntos cruciales de este encuentro es la búsqueda de salidas integrales y en conjunto donde todas las naciones puedan abogar al crecimiento y desarrollo sostenible (agenda 2030) en pos de superar las décadas de desigualdad e injusticia socioeconómica estructural, generada por el capitalismo yanqui-europeo, conocido como el “Norte Global”.

Dennis Francis, presidente de la Asamblea General de la ONU, instó a reformas urgentes en todas las organizaciones multilaterales, reiterando la necesidad de un sistema financiero internacional “inclusivo y equitativo”.

Las acciones históricas de países como Yemen y Sudáfrica, las nuevas independencias que se inscriben en el Sahel africano, las crecientes relaciones de países de todos los continentes institucionalizadas en los BRICS+, el creciente protagonismo del “Tercer Mundo” en el Foro de Davos o el G20, las transacciones en pos de la desdolarización, son algunas de las puntas que tienden a indicar que ya nada es lo que era, una nueva etapa empieza a profundizarse y las múltiples voces históricamente subterráneas comienzan a cantar en toda la tierra.

El Sur Global representa una voz cada vez más sólida, unida e integrada. 

¿Es el siglo XXI el siglo de los países empobrecidos? ¿Son las antiguas colonias occidentales las que escriben su propia historia “sin dejar a nadie atrás”?

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