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¿Qué dejó el "G77 + China"?

Se desarrolló en Cuba una nueva cumbre de la mayor organización intergubernamental de países del Sur Global. Todos los miembros bregaron por un nuevo orden mundial más justo e igualitario ¿Qué se acordó entre los más de 130 países? ¿Se afianza un nuevo espacio no alienado a un Occidente que pierde por todos lados? La […]

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Se desarrolló en Cuba una nueva cumbre de la mayor organización intergubernamental de países del Sur Global. Todos los miembros bregaron por un nuevo orden mundial más justo e igualitario ¿Qué se acordó entre los más de 130 países? ¿Se afianza un nuevo espacio no alienado a un Occidente que pierde por todos lados?

La semana pasada se desarrolló en La Habana, Cuba, la cumbre anual del bloque que agrupa a 134 países de América, Asia y África. Este año el tema a debatir por el conglomerado de naciones creado en 1964,  fue el "Papel de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación”.

Los Estados partícipes del esta unión de países que en sus inicios se reconocieron dentro del Movimiento de Países No Alienados, todos los años cuentan con la vocería de un país -y su región-, que tiene la obligación de velar por los intereses de todos los integrantes en la Asamblea General de las Naciones Unidas, evento que se está celebrando actualmente. Este año la Presidencia estuvo a cargo de Cuba, representante a su vez del Caribe americano. En 2024 será Uganda y la región del África Oriental quien lleve a cabo la próxima cumbre.

¿Qué se definió?

  • Fortalecer la unidad y la solidaridad del Grupo y reforzar su papel en el contexto internacional.

Este punto hace alusión a lo que venimos contando cotidianamente desde esta humilde columna. Hay un nuevo orden mundial en pleno auge que ya no es mera evocación de potencias no alienadas con Occidente sino un hecho real materializado no solo por éstas últimas sino además por países emergentes que también reclaman su lugar en el inminente orden global, tales como las naciones de la Alianza sahelina o particularmente los integrantes del BRICS+ y la ASEAN . Por ende, el G77+China no debe quedarse afuera de esta oportunidad histórica a la que sus mismos miembros han colaborado para forzar.

  • Urgente reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial.

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Nadie puede negar que sin tocar el actual sistema financiero hegemónico en el mundo, encabezado por empresas colosales como Vanguard, Blackrock, State Street y Berkshire Hathaway, puede tener lugar un nuevo y multipolar sistema de finanzas globales. Este punto se dirige en contra de su poder global y en pos de favorecer a las economías emergentes que en muchos casos son literalmente rehenes de las órdenes de estas sociedades occidentales.

  • Rechazo de medidas económicas coercitivas, incluidas las sanciones unilaterales contra los países en desarrollo con la urgente necesidad de eliminarlas de inmediato. 

Aquí hay un llamado directo a Estados Unidos para con sus acciones sancionatorias de las cuáles el país anfitrión de esta Cumbre puede describir muy bien su impacto. Pero también recoge el guante Siria, Zimbabue, Irán, Congo, Libia y otros países miembros que padecen la misma política imperialista de terrorismo financiero propiciada por el gigante norteamericano.

  • Rechazo a los monopolios tecnológicos.

Consenso mayoritario sobre los gigantes como Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft (GAFAM), que concentran el mercado de las nuevas tecnologías haciendo caso omiso a las pocas legislaciones nacionales que defienden a los consumidores.

  • Promoción y apoyo inmediato al avance tecnológico en los “países en desarrollo” para garantizar el desarrollo sustentable y equitativo que permita enfrentar el cambio climático, la pobreza y futuras pandemias.

Aquí países de economías “desarrolladas” como China o con grandes economías tales como India y Brasil, se comprometen a solidarizarse en este objetivo, brindando financiamiento y flexibilizando derechos de propiedad y patentes sobre bienes y servicios útiles para el beneficio de los países de escasos recursos. 

Finalmente, se declaró el 16 de septiembre como el Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur.

Novedades y curiosidades de la Cumbre

La gran novedad fue el regreso de México al Grupo. El país centroamericano (país fundador) abandonó el bloque en 1994 tras acceder a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Alicia Bárcena, canciller mexicana, expresó: “Para construir un mundo mejor, más igualitario, justo y sustentable, es imprescindible hablar con una sola voz en asuntos que nos competen a todos. Uno de los más relevantes es el que se ha elegido para esta cumbre, que es 'la Ciencia, la Tecnología y la Innovación’”.

Por otra parte, la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, tuvo su primera oportunidad para participar en un bloque de países que lo acepta como tal, una nación soberana, históricamente violentada por un no Estado como Israel.

“Las políticas de Israel buscan afianzar su ocupación colonial de asentamientos y la imposición del apartheid. Esta situación debe terminar ya. Tenemos que actuar ahora mismo para poner fin a la ocupación israelí y la tierra del estado de Palestina y Jerusalén del Este como su capital desde el año 1967”, expresó tajantemente el Presidente palestino, quien contó con el apoyo de sus pares de Grupo.

Brasil y Cuba, símbolos de paz

"Hay dos grandes transformaciones en marcha. No pueden ser moldeados por un puñado de economías ricas, reeditando la relación de dependencia entre el centro y la periferia. La primera es la revolución digital. Y el segundo es la transición energética. Nuestros países necesitan tener las condiciones necesarias para responder a estos cambios” afirmó el Presidente brasileño, el más destacado entre los mandatarios latinos.

Desde que asumió su mandato en enero del corriente año, el Jefe de Estado del país más grande de Latinoamérica ha participado activamente y representando a sus pares regionales, en la CELAC, los BRICS+, el G20 y ahora el G77+China. En lo que va del año, Lula obtuvo grandes logros políticos para la región y también para el mundo. Es uno de los mediadores de paz en el conflicto Ucrania-Rusia. Recientemente celebró una reunión con el Presidente ucraniano y también mantiene sólidas relaciones con su par ruso, Vladimir Putín. El fruto de su negociación no se verá en lo inmediato pero sí representa al menos una esperanza en un mundo signado por múltiples crisis.

El G77+China celebró una cumbre que se da en un contexto del que siempre quiso ser parte: la pérdida de la hegemonía occidente-yanqui y la consecuente y creciente influencia de países y potencias que conviven en el Grupo y sueñan con lograr los objetivos nuevamente fijados.

Finalmente, hay que remarcar el rol de Cuba. Que el encuentro se haya llevado con éxito en este país, símbolo del antiimperialismo más digno y revolucionario, también es un mensaje directo al corazón de los Estados Unidos. La isla comunista no sólo persiste al permanente bloqueo económico y social estadounidense sino que es clave en forzar un mundo al que hace décadas viene abrazando con su solidaridad internacionalista y medicina local, un mundo al que el gigante norteamericano creyó -y cree- tener para siempre en sus manos. 

En este sentido, en el marco de una nueva Asamblea General de la ONU, Díaz Canel, Presidente de Cuba y Presidente del G77+China, expresó: "El G77 reclama derechos y continuará demandando una transformación profunda de la actual arquitectura financiera internacional, porque fue diseñada para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acreciente el subdesarrollo y reproducir un modelo de colonialismo moderno".

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