Nueva era saheliana: Níger primero, Francia afuera

"Se acabó la Francia África" sentenció el presidente galo Emmanuel Macron en una reciente conferencia de prensa donde anunció el pronto retiro de sus fuerzas diplomáticas y militares de Níger, el cuarto país más empobrecido del mundo. A la par, la Alianza del Sahel dialoga la posibilidad de una moneda compartida por sus tres miembros: Burkina Faso, Malí y Níger.

David venció a Goliat. 

Níger, el cuarto país más empobrecido del mundo logró que Francia anuncie el inminente retiro de sus representantes diplomáticos y sus fuerzas militares del país. La potencia occidental, antigua colonizadora de la nación saheliana, todavía mantiene a su cuerpo diplomático y a más de mil tropas en territorio nigerino, suerte que cambiará muy pronto.

Nueva era para el Sahel, fin de época para París

En un comunicado publicado el pasado domingo, el Consejo Nacional Nigerino para la Protección de la Patria expresó: “Celebramos el nuevo paso hacia la soberanía de Níger. Las tropas francesas abandonarán suelo nigerino a finales de año. Es un momento histórico que atestigua la determinación y la voluntad del pueblo”.

“Las fuerzas imperialistas y neocolonialistas ya no son bienvenidas en nuestro territorio nacional. La nueva era de cooperación, basada en el respeto mutuo y la soberanía, ya está en marcha” expresan tajantemente las autoridades, y continúan: “Nigerinos, su valentía y su unidad ha dado frutos. Cualquier persona, cualquier institución o estructura cuya presencia amenace los intereses y proyecciones de nuestro país, tendrá que abandonar la tierra de nuestros antepasados, les guste o no".

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De esta manera, las autoridades políticas y militares del país africano celebraron lo que se entiende como una segunda independencia. 

Por su parte, Emmanuel Macron expresó en una reciente entrevista a un medio francés, que “se acabó la Francia- África”, haciendo alusión -y a la vez exhibiendo- la presencia neocolonial de su país en territorio extranjero. 

La retirada francesa, según expresó la máxima autoridad gala, será total y efectiva antes de fin de año. “Cuando hay golpes de Estado, no intervenimos” dijo sin escrúpulos el representante de la nación que hace siglos mantiene su economía a base del saqueo de bienes comunes naturales ajenos a su territorio, especialmente en el continente africano, donde se contabilizan 44 intervenciones militares galas desde 1961.

Además, el Jefe de Estado occidental dijo que anularán la cooperación militar con las autoridades nigerianas “ya que no quieren luchar contra el terrorismo”. A pesar de su presencia, el terrorismo en la región sigue teniendo la misma fuerza que antes de su llegada. Y por si fuera poco, funcionarios del nuevo gobierno nigerino acusan a Francia de financiar a los extremistas con el fin de justificar su permanencia en el territorio. 

Por otra parte, funcionarios del Pentágono estadounidense anunciaron que parte del personal “no esencial” ha sido retirado del país africano. Además, admitieron la posibilidad del retiro completo de sus más de mil tropas en Niamey y Agadez, principales ciudades nigerianas. El imperio yanqui cuenta con dos bases que hasta el golpe de estado operaban con drones.

Unidad ante el enemigo común

¿Hubiera sido posible este gran paso descolonizador de Níger sin la estrecha colaboración y hermandad desarrollada con Burkina Faso y Malí? ¿Cómo debe leerse el apoyo de Rusia? 

La unidad construida por las fuerzas militares de Burkina Faso, Malí y Níger se consolidó oficialmente con el nacimiento de la Alianza del Sahel donde se firmaron acuerdos de común entendimiento en áreas claves como defensa, soberanía, economía, pero fundamentalmente en descolonizar sus territorios de la omnipresente sombra gala. 

En una última reunión tripartita, los miembros de la AES comenzaron a proyectar una moneda común que se llamaría “sahel”, en detrimento de la histórica divisa regional emitida por Francia. Además, la moneda -sería emitida por un Banco Central de los Estados de Sahel. Esta decisión dará sus frutos con el tiempo, pero sin dudas constituye una política soberanista que busca la independencia económica, clave para sostener la independencia política y militar (materializada actualmente en gran medida).

Estos tres países mantienen estrechas relaciones con Rusia, un actor relevante en la conformación del nuevo mapa geopolítico en el Sahel africano. La potencia asiática apoyó a los golpes militares que ahora ostentan el poder a la vez que ofició de mediador en los recurrentes encuentros entre las autoridades tripartitas. Cabe preguntarse: ¿Los intereses rusos son solo en detrimento de la influencia francesa?

Por el momento, la influencia rusa no solo está en las cúpulas militares sino también en amplias capas sociales. Durante las marchas hacia las bases estadounidenses o yanquis, las poblaciones sahelianas levantaron banderas rusas a la vez que quemaban las insignias francesas. Se puede decir, en principio, que existe un gran consenso social que legitima y permite la entrada a la diplomacia euroasiática porque la misma respeta la soberanía nacional de estos países a la vez que apoya material y políticamente a sus procesos descolonizadores. 

No podemos desconocer que Rusia juega en estos momentos un rol clave en la conformación del nuevo orden mundial en plena disputa entre Occidente y Oriente. Y también que es Rusia quien tiene estrechos lazos con más de cincuenta naciones africanas conglomeradas en la Cumbre Rusia-África, celebrada recientemente en San Petesburgo, donde se firmaron importantes acuerdos comerciales y humanitarios. Según el Estado ruso, en 2022 Moscú envió 11,5 millones de toneladas de granos a los países africanos, mientras que en los primeros seis meses de este año ya se suministraron casi 10 millones de toneladas. Además, se firmaron acuerdos de infraestrutura, seguridad y educación.

Sin embargo, se destaca el componente panafricanista de las dirigencias en el poder de estas tres naciones en unidad, lo que exhibe el nivel político de discusión y el grado de responsabilidad histórica que han decidido asumir.

El proceso llevado a cabo hasta el momento es un ejemplo de dignidad para todos los pueblos del Sur Global que siguen siendo dominados por la influencia yanqui-europea. No hay imposibles cuando la unidad regional va más allá de meros acuerdos comerciales. Tres de los países más pobres y violentados de la historia moderna, demuestran hoy la posibilidad de un mundo donde quepan todos los mundos. No hay excusas para no aprender de la lucha descolonizadora y soberanista de estas naciones. 

Por último, Francia.

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