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Israel amenaza la vida de 1 millón de palestinos en lo que queda de Gaza

Publicado por:Rodrigo Andrada Savoretti

A pesar de las advertencias la Corte de la Haya para frenar el genocidio y haber aceptado en principio un acuerdo de «alto al fuego» con Hamás, Israel comenzó sus operaciones aéreas y terrestres para entrar en Rafah, el sur de Gaza, donde viven más de 1 millón de palestinos desplazados.

El pasado lunes, el sur de Palestina, lugar donde se han visto forzados a desplazarse decenas de miles de palestinos y palestinas, oriundos del norte y centro de Gaza, comenzaron a sufrir los bombardeos a manos del ejército sionista, con el resultado de 27 asesinados que se suman a los más de 34.000.

La entidad judía pro-genocidio tomó el control del paso fronterizo con Egipto y prohibió la entrada de cualquier tipo de ayuda humanitaria para la población asediada con graves problemas de hambruna hace más de seis meses.

El avance israelí se da en medio de sus negociaciones con los líderes de Hamas, las cuales habrían aceptado un principio de alto al fuego, aparentemente violado por la parte sionista. La ONU advirtió que Israel le niega el ingreso a la zona, tras criticar el grave accionar.

¿Negociar o extorsionar?

El Gabinete de Guerra del Estado judío accedió a negociar el pasado fin de semana un posible alto al fuego con Hamás, y al mismo tiempo, bombardeo Rafah el día lunes. Antes, el líder de la organización política militar palestina, Ismail Haniyeh, había autorizado a los negociadores de Egipto y Qatar para que acepten una propuesta de alto al fuego en Gaza.

A su vez, en Tel Aviv, miles de ciudadanos volvieron a presionar al premier israelí para aceptar la propuesta y poder asegurarse el regreso de sus familiares tomados como rehenes por Hamás. Sin embargo, las escenas vistas en estos dos últimos días demuestran que el sionismo no tiene un interés por sus propios ciudadanos.

Desde el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, expresaron al respecto: «Ahora es el momento para que todos los que están involucrados cumplan con su compromiso y conviertan esta oportunidad en un acuerdo para el regreso de todos los rehenes».

Según Qatar y Egipto, la tregua aplicaría un cese de hostilidades durante 40 días, con posibilidad de prórroga, como también el retiro de las fuerzas represivas sionistas hacia el este de Gaza. Además, se complementaría con el regreso de los desplazados a sus hogares y la liberación de rehenes, tres por día, mientras que Israel excarcelaría al número correspondiente de prisioneros palestinos.

A su vez, la autoridad Palestina le demandó a Estados Unidos que intervenga para evitar la «masacre». La Casa Blanca respondió que reiteraba su posición «clara» en contra de la operación de Netanyahu sobre el sur de Gaza. A pesar de ello, Biden no dijo nada sobre suspender el envío de armas a Israel, sino todo lo contrario, hace una semana se aprobó una multimillonaria transacción de EE.UU. a Israel, Ucrania y Taiwán.

La situación de 1,2 millones de personas corre serio peligro ante el avance desenfrenado de los sionistas que, no preocupados por sus ciudadanos, ponen como excusa una guerra donde hay un genocidio. Y nosotros y nosotras, del otro lado de las pantallas, asistimos en vivo y en directo a una masacre que se nos presenta como inmóvil. Hacer por Gaza hoy es hacer por la humanidad, si es que todavía este sentido de pertenencia no nos ha sido borrado de nuestros corazones.

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