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Argentina, la guerra, la histórica posición del país y la relación con Israel

La posición de no elegir bandos para mantenerse al margen de las guerras que se desarrollan a kilómetros de nuestro territorio, casi siempre ha sido la elegida por las distintas administraciones nacionales. La escalada de tensión entre Irán e Israel, y la postura pro judía del presidente Javier Milei, desafían esa posición. Repasamos algunos hechos […]

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La posición de no elegir bandos para mantenerse al margen de las guerras que se desarrollan a kilómetros de nuestro territorio, casi siempre ha sido la elegida por las distintas administraciones nacionales. La escalada de tensión entre Irán e Israel, y la postura pro judía del presidente Javier Milei, desafían esa posición. Repasamos algunos hechos históricos.

Argentina, la guerra, la histórica posición del país y la relación con Israel

La ofensiva iraní sobre Israel del fin de semana parece marcar una distinción respecto a la posición histórica de Argentina respecto a la guerra y los conflictos bélicos.

La respuesta de Irán se da tras el ataque de Israel del pasado 1° de abril en el consulado iraní en Siria para matar a dos generales de la Guardia Revolucionaria. En el atentado murieron otras 14 personas.

Lo que pasó el fin de semana fue que, por primera vez, Irán lanzó armas (alrededor de 300 drones, misiles de crucero y balísticos) desde su propio territorio hacia el de Israel. Se trata del primer ataque directo de un Estado a Israel en los últimos 33 años y el primero de Irán desde la creación del Estado hebreo.

El ataque fue avisado por Irán con 72 horas de antelación. "Unas 72 horas antes de nuestras operaciones, informamos a nuestros amigos y vecinos de la región que la respuesta de Irán contra Israel era cierta, legítima e irrevocable", dijo el encargado de las relaciones exteriores de Irán, en una rueda de prensa, Hossein Amirabdollahian.

Por este motivo, las consecuencias de dicho ataque fueron menores y con un carácter "disuasorio".

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Naser Kananí, declaró “Irán no busca aumentar la tensión en la región”.

Desde el otro lado, el ejército israelí afirmó el domingo que logró "frustrar" el ataque de Irán contra su territorio, al interceptar a 99% de los drones y misiles lanzados. Según el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, "solo unos pocos" misiles balísticos alcanzaron Israel. Para ello, contó con el apoyo de fuerzas militares de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y quizás lo más sorprendente, de Jordania.

Luego del fin de semana, ambas naciones parecen haber dado por cerrado los ataques "abiertos": en Israel, este lunes se normalizaron las actividades y no esperan nuevos ataques, y a su vez, se estima que desde el gobierno israelí tomaron en cuenta los pedidos de distintas naciones para no responder al ataque y, así, bajarle la espuma al conflicto.

Otro punto a mencionar es la guerra abierta contra Palestina que mantiene Israel desde octubre pasado luego del ataque de Hamás, en donde también se enmarca el conflicto, puesto que Irán respalda la causa palestina.

Si bien la escalada del conflicto parece terminada, permite repasar algunos hechos respecto a la posición Argentina en conflictos bélicos.

Argentina y las guerras mundiales

Si hacemos una suerte de revisionismo de la Primera Guerra Mundial respecto a la posición Argentina, encontramos que siempre se mantuvo neutral.

Pese a las presiones estadounidenses para que los países latinoamericanos se posicionen del lado aliado, el entonces presidente Hipólito Yrigoyen decidió que el país mantenga una posición neutral activa.

Felipe Pigna, en Mitos de la Historia Argentina 3, señala: "(Yrigoyen) optó por una neutralidad, una neutralidad activa como se la llamó, funcional a los intereses británicos, a los que les convenía mucho más una Argentina neutral cuyos barcos no podían ser atacados, y que, por lo tanto, garantizaran la provisión de alimentos y cueros al Reino Unido, antes que una Argentina beligerante que poco aportaría militarmente al bando de Su Majestad".

De esta manera, Argentina mantuvo una posición respecto a la guerra que le era, en ese entonces, favorable, debido a que le permitía comerciar sus productos sin correr riesgos bélicos. Cabe destacar que Alemania hundió algunas navegaciones comerciales argentinas, situación por la cual nuestro país fue resarcido posteriormente por la nación europea porque no tomó parte activa del conflicto.

En la Segunda Guerra Mundial la neutralidad argentina se mantiene, hasta que la guerra toma un destino incorregible con la consecuente victoria de las potencias aliadas sobre los países del eje.

Incluso bajo gobiernos de facto en medio de la Década Infame, nuestro país no se posicionó en la Segunda Guerra Mundial, pese a las presiones constantes de Estados Unidos para que se alinee junto a los países occidentales.

Debido a la negativa nacional a adoptar una postura, desde la Casa Blanca tildaron en repetidas ocasiones a nuestro país como pro nazi. A pesar de esto, la neutralidad se mantuvo, debido a objetivos comerciales, ideológicos y económicos similares a los utilizados en la Primera Guerra Mundial.

Finalmente, cinco meses antes de la firma de paz, el 27 de marzo de 1945, el entonces presidente Farrell decretó el estado de guerra contra el imperio de Japón y la guerra contra Alemania con carácter transitivo.

Perón también señalaría el porqué Argentina tuvo que declarar la guerra que "ya estaba decidida. Nosotros habíamos mantenido la neutralidad, pero ya no podíamos mantenerla más" agregando que si no podrían ser juzgados en Nuremberg.

De esta manera, nuestro país se mantuvo al margen de las guerras "mundiales" que tuvieron lugar a kilómetros del territorio nacional, pese a las distintas inclinaciones de las autoridades que estuvieron a cargo del rumbo de la Argentina.

Los 90 y la no neutralidad

Los vínculos con ambos Estados tienen su capítulo más importante desde la década del 90 en adelante con los atentados contra la embajada de Israel en 1992 y el atentado contra la AMIA en 1994, entre los cuales hubo más de un centenar de víctimas fatales.

Ambos ataques sucedieron cuando Argentina abandonó la histórica neutralidad que la caracteriza respecto a los conflictos bélicos lejanos.

Para poner en contexto, en 1991, alineándose con las fuerzas de las Naciones Unidas comandadas por Estados Unidos junto a otros 34 países, el presidente Carlos Menem ordenó la participación de Argentina en la Guerra del Golfo, enviando dos fragatas a combatir contra Irak, sin autorización del Congreso Nacional. Se trata de una situación similar a la actual donde el Gobierno nacional propone alinear a nuestro país con las fuerzas occidentales y de la OTAN.

El otro hecho bélico que enmarca esta época es la venta ilegal de armas a Croacia y Bosnia en medio de las guerras yugoslavas, también perpetrada por la administración de Menem.

Respecto al atentado de la AMIA, se trata de un caso que lleva más de 30 años de investigación y todavía no ha tenido un resultado unívoco.

Entre idas y venidas, la principal teoría de investigación es que el atentado fue realizado por el gobierno de Irán de aquel entonces, quien planificó el ataque, y el partido Hezbollah del Líbano, quien lo ejecutó. En 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner y después de doce años de investigación, el fiscal especial a cargo, basado en informes de los servicios de inteligencia argentino, estadounidense e israelí, realizó la acusación formal contra estos actores.

Pero la investigación no se cerró ahí y tuvo un capítulo en 2013, con la firma del Memorándum de Entendimiento Argentina-Irán que incluía la creación de una Comisión de la Verdad con el objetivo de avanzar en la investigación del atentado. Cabe aclarar que este acuerdo se realizó con autoridades distintas a las que previamente habían sido acusadas de haber planificado el ataque.

Las últimas noticias respecto al atentado a la AMIA, son del pasado jueves cuando "la Cámara Federal de Casación Penal determinó que los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en nuestro país fueron perpetrados por Hezbollah bajo el auspicio de organizaciones estatales iraníes", según se indicó en el comunicado de apoyo a Israel de la cuenta Oficina del Presidente.

Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) indicaron que dicha responsabilidad "no está probada judicialmente" y advirtió por el uso político de la causa AMIA. Adelantaron también que recurrirán a la Corte Suprema por lo resuelto por Casación.

Frente al actual contexto, desde el gobierno de Javier Milei salieron a posicionarse con "su solidaridad y compromiso inclaudicable con el Estado de Israel, frente a los ataques iniciados por la República Islámica de Irán".

El apoyo inusitado al Estado judío por parte del gobierno nacional no es recíproco si tenemos en cuenta que Israel es uno de los pocos Estados que vota en contra del derecho de Argentina sobre las Islas Malvinas.

De esta manera, se abandona la histórica posición argentina frente a conflictos bélicos. Incluso cuando las potencias occidentales pidieron un cese de las hostilidades, desde la cuenta de la Oficina del Presidente indican que se "respalda enfáticamente al Estado de Israel en la defensa de su soberanía".

Ramiro Quintanilla

Dedicado a la redacción por la tarde en la cooperativa. Comunicador. Me interesa lo político, el ambiente, los pueblos originarios, la salud mental, la cultura y creo que antes de decir hay que aprender a preguntar, o no?
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