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Schiaretti, Llaryora y los costos de los posicionamientos

El acto de Sergio Massa del lunes dejó algo en claro: en Córdoba hay peronismo. Pero muchas personas están esperando que los dirigentes del Gobierno provincial se la jueguen y le den el apoyo al candidato de Unión Por la Patria. "Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista" es una máxima que […]

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El acto de Sergio Massa del lunes dejó algo en claro: en Córdoba hay peronismo. Pero muchas personas están esperando que los dirigentes del Gobierno provincial se la jueguen y le den el apoyo al candidato de Unión Por la Patria. "Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista" es una máxima que por estas latitudes no tiene peso.

Schiaretti, Llaryora y los costos de los (no) posicionamientos

El lunes 6 de noviembre, el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, estuvo en Córdoba con el apoyo de organizaciones sociales y sindicales, pero sin el acompañamiento de Juan Schiaretti, ni tampoco de Martín Llaryora.

Se trata de un reclamo que una parte del electorado del peronismo cordobés espera de parte de los dirigentes, que parecen querer mantenerse al margen del balotaje, con inclinaciones y críticas al Gobierno nacional.

Recordemos que Hacemos Unidos por Nuestro País, que llevó como candidato al actual gobernador de Córdoba, obtuvo 1.802.068 votos el pasado 22 de octubre. Un número importante a capitalizar por las dos fuerzas que participarán del balotaje.

Como anticipamos la semana pasada, dentro del PJ provincial muchos de los dirigentes de segunda o tercera línea comenzaron a posicionarse, al igual que las organizaciones sociales y sindicatos que apoyan la gestión provincial.

Por Massa, la dirigente de mayor renombre que señaló sus preferencias por el candidato oficialista, fue la diputada nacional Natalia De La Sota, a la que se sumó ex diputada nacional, Adriana Nazario. Mientras que el Movimiento Evita de Córdoba también comenzó a trabajar por la candidatura del ministro de Economía de cara al balotaje. Por Milei, todavía no hay ningún aval explícito de relevancia.

En simultáneo, continúa la espera de algún posicionamiento de los dos máximos referentes del peronismo cordobés, algo que parece no va a suceder, pero sí hay mensajes para destacar al respecto.

Mientras Schiaretti y Llaryora decidieron viajar a los Emiratos Árabes tras las elecciones generales, Passerini habló acerca de un eventual posicionamiento. Aunque solamente pudo decir que era una elección que debían definir dentro del partido provincial.

Gobernador saliente

Todo indica que en Córdoba, la ecuación será 70/30 para Milei. Así lo adelantó un sondeo de CB Consultora, y ese fue el resultado en el balotaje entre Macri y Scioli en 2015.

Desde el entorno de Massa, afirmaron que el objetivo es llegar a disputar un 5% adicional y trazan como objetivo llegar al 35% en Córdoba, con lo cual el voto que fue a Schiaretti es muy importante.

La mayoría del voto del peronismo cordobés tiene una marcada pauta anti kirchnerista, algo que quedó claro luego de los actos que hizo el candidato el lunes en la Provincia y las respuestas de Schiaretti al ministro de Economía.

Ese anti kirchnerismo viene dado por los conflictos entre las gestiones provinciales y el Gobierno nacional. Los dos hechos más recordados son el paro de policías en 2013 en plena gestión de De La Sota y las discusiones que aún hoy se mantienen sobre la Caja de Jubilaciones de la Provincia.

El lunes, Massa indicó: "Voy a hacer el máximo esfuerzo para que la Caja de Jubilaciones de Córdoba tenga los recursos que el Estado nacional le tiene que dar".

Schiaretti viene reiterando sus críticas a Massa. Por ejemplo, respecto del juicio a la Corte Suprema, a las retenciones al campo, a los subsidios de transporte y al estado actual de la economía. Los palos se van juntando y, si bien no hay un posicionamiento explícito, se pueden leer ciertas preferencias de parte del actual gobernador.

En otras palabras, el gobernador prefiere mantener una postura crítica al Gobierno nacional, compartida por la mayoría de su electorado, antes que responder a su militancia o a los dirigentes de su estructura que empezaron a trabajar para el armado de Massa (muchos de los cuales estuvieron en el acto en Juniors).

La "prescindencia" de Schiaretti le permite mantener el margen de maniobra conseguido el 22 de octubre, con un bloque más nutrido en el Congreso nacional. El costo de mantener la neutralidad es mínimo, puesto que, luego de la segunda vuelta, solo tendrá que alistar la tropa nuevamente. Como siempre lo recalcó, es mejor la neutralidad para negociar para Córdoba, dependiendo los resultados del 19 de noviembre.

Por la tarde, mientras Massa realizaba su acto en General Paz Junior, el mandatario provincial entregó créditos Vida Digna y aprovechó para pegarle nuevamente al candidato de Unión Por la Patria.

La duda es si estas críticas son coyunturales por la visita del ministro de Economía a Córdoba o es un posicionamiento anti Massa. Si la primera opción es la correcta, resta ver qué hará Schiaretti cuando Milei haga su cierre de campaña en nuestra provincia. ¿También habrá palos para el libertario, cuyas propuestas calificó como "un salto al vacío" en el debate presidencial?

La otra duda es cual es el futuro de Schiaretti en la política.

Gobernador electo

Schiaretti, Llaryora y los costos de los (no) posicionamientos.

Llaryora también se refirió al juicio a la Corte Suprema, pero no como Schiaretti.

El mensaje del gobernador electo es totalmente distinto al del actual mandatario, porque no apunta directamente a Massa ni al Gobierno nacional. Es que Llaryora tiene cuatro años de gestión por delante y una provincia por conquistar, teniendo en cuenta que ganó las elecciones en Córdoba por un ajustado margen.

Las críticas desde dentro de la estructura del peronismo no cesan para Llaryora (como puede verse en los comentarios del tweet), quienes piden que se distancie de Schiaretti y le haga un guiño a Massa.

Pero los riesgos asociados a un pronunciamiento por el candidato de Unión por la Patria son altísimos: si no gana Massa, perderá parte del votante anti kirchnerista de Córdoba y tendrá que negociar con Milei en términos menos favorables. Incluso, si gana Massa, tendrá que recuperar votantes.

Nuevamente, el costo 0 está en mantener la prescindencia o neutralidad de cara al balotaje. Camino al 10 de diciembre, se verá cómo se dará el debate con Milei o si Massa es electo presidente, cómo se da la invitación que el ministro de Economía le extendió a Llaryora el lunes cuando señaló: "Gobernador, armemos la agenda. Córdoba es el corazón de la Argentina. Tenemos cuatro años de trabajo juntos".

El problema para Llaryora también se da en una posible futura proyección nacional. Pronunciarse a favor de Massa, sería sepultar sus ambiciones de buscar nuevos horizontes fuera de Córdoba, reconociendo como líder del PJ al ministro de Economía.

En su lugar, si Milei gana, las posibilidades de proyección de Llaryora crecerían si logra una buena gestión en su primera experiencia en el Gobierno provincial, con un PJ nacional a la baja y la posibilidad de generar una alternativa "federal".

A pesar de esto, también existen gestos de parte del entorno del gobernador electo al candidato a presidente de Unión Por la Patria. La semana pasada Liliana Montero, secretaria de Prevención y Atención en Salud Comunitaria de la Municipalidad de Córdoba, tuvo un encuentro con Malena Galmarini, presidenta de AYSA, empresa que brinda el servicio de agua en Buenos Aires y esposa de Sergio Massa.

El otro gesto, que puede ser entendido como un acercamiento al llamado de armar la agenda en conjunto, es la presencia de Marcelo Rodio, Secretario de Transporte de la Municipalidad de Córdoba, en la firma del convenio para la implementación la SUBE en Córdoba. Tanto Schiaretti como Llaryora habían ofrecido resistencia, pero en el acto realizado el lunes, se brindó el apoyo a la iniciativa en plena gira de campaña de Massa.

Massa y los guiños al peronismo cordobés

En esta campaña, según el discurso del lunes, Massa dijo que va a ser "el presidente que abrace definitivamente a Córdoba para terminar con tantos años de desencuentros". Reivindicó a De La Sota, con quien compartió espacio político en 2015, con buenos resultados.

En este sentido, el candidato de Unión por la Patria comenzó a adoptar algunas medidas pertenecientes a la agenda federal que planteó Schiaretti. Por ejemplo, el mencionado acuerdo de implementación de la SUBE, que supondría un mejor servicio de transporte para Córdoba, y el aumento del corte de biocombustibles en las naftas, anunciado ayer en Río Cuarto.

A pesar de esto, ni Schiaretti ni Llaryora ven beneficios en tenderle una mano al ministro de Economía, y al parecer, no lo van a hacer. De cualquier manera, Massa no habla del "gringo" pero si le interesa conversar con el gobernador electo, a quien ve como una parte fundamental (o así parece) del futuro gobierno de unidad nacional que plantea.

El candidato de Unión por la Patria busca no caer en la misma trampa que él le tendió a Scioli en 2015, cuando decidió hacer pública su decisión de no acompañar al embajador de Argentina en Brasil, con algunos guiños a Macri.

Una posición similar a la que están adoptando en el peronismo cordobés. "Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista" es una máxima que por estas latitudes no tiene tal peso.

Ramiro Quintanilla

Dedicado a la redacción por la tarde en la cooperativa. Comunicador. Me interesa lo político, el ambiente, los pueblos originarios, la salud mental, la cultura y creo que antes de decir hay que aprender a preguntar, o no?
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