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¿Por qué estalla una vez más Haití?

Las nuevas protestas paralizan otra vez a la nación antillana. El gobierno ilegítimo de Ariel Henry, al borde de un renovado estallido social. ¿Qué está pasando en Haití? ¿Por qué se profundiza la crisis? Desde la semana pasada, Haití está nuevamente en el ojo de la tormenta, tras desatarse una serie de protestas que se […]

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Las nuevas protestas paralizan otra vez a la nación antillana. El gobierno ilegítimo de Ariel Henry, al borde de un renovado estallido social. ¿Qué está pasando en Haití? ¿Por qué se profundiza la crisis?

Desde la semana pasada, Haití está nuevamente en el ojo de la tormenta, tras desatarse una serie de protestas que se radicalizaron en los últimos días. La exigencia de las y los manifestantes no es nueva, pues demandan la dimisión del Primer Ministro, Ariel Henry, a quien nadie eligió y continúa en el poder a pesar de su ilegalidad y nula legitimidad social.

La policía haitiana reprimió las protestas, dejando a un asesinado y varios heridos. La convocatoria a la “desobediencia civil”, fue convocada por el exsenador, Jean Charles Moise, quien llamó a un paro indefinido para lograr la renuncia del premier.

El “señor de la guerra” está de nuevo en Haití

Haití se encuentra hace décadas en una interminable crisis que cada año pareciera agudizarse hasta más no poder. Pobreza extrema, secuestros, extorsiones, saqueo neocolonialista, posible invasión extranjera, son algunas de las violentas realidades para el común de haitianos. Esta columna viene explicando la situación desde el año pasado, aquí mayor información.

En la última semana, el líder opositor, referente de la plataforma “Pitit Desalin”, convocó a masivas movilizaciones en todo el territorio nacional. “El objetivo de las protestas es derrocar al gobierno y poner fin a la dominación burguesa”, expresó Jean Charles Moise, al tiempo que pidió el cierre de todas las instituciones públicas.

La crisis se agravó con la llegada a la isla de un ex policía hatiano, ahora convertido en líder paramilitar, nombrado Guy Phillipe, un reconocido “señor” de la guerra y uno de los responsables del Golpe de Estado de 2004 contra el presidente Jean-Bertrand Aristide.

El reconocido dirigente golpista fue deportado de Estados Unidos a Haití la semana pasada, por lo que generó temores de que su presencia esté asociada a planes imperialistas de mayor desestabilización y militarización del país.

Huelga de tres días acorrala a Henry

Organizaciones sociales y sindicales del país convocaron de manera conjunta una huelga que duró hasta el miércoles y podría

Las exigencias de las personas movilizadas son “mayor seguridad”, ya que la guerra entre las pandillas es una problemática que no permite el normal desarrollo de la vida ciudadana, y la renuncia de Henry, quien -a entender de gran parte de la población- profundizó la crisis en seguridad desde su arribo al poder.

La huelga tuvo un impacto importante, ya que se ralentizaron la mayoría de las actividades laborales en las regiones metropolitanas como Puerto Príncipe,  Gonaïves y Les Cayes, donde las actividades escolares están paralizadas totalmente.

A su vez, la capital del país se paralizó mediante barricadas en sus principales avenidas y en la ruta nacional 3, a la altura de Peligre, donde el tráfico permaneció bloqueado durante un buen rato, al igual que en la Ruta Nacional 7 en Rousseau.

La ONU, ¿vuelve tras sus pasos?

Las protestas radicalizadas llamaron la atención del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, quien llamó a respaldar la fuerza de apoyo multinacional aprobada en octubre del año pasado por el Consejo de Seguridad del organismo para Haití, lo que muchas organizaciones denunciaron como una “nueva invasión extranjera” sobre el país.

Sin embargo, la fuerza internacional, liderada por el ejército de Kenia, sufrió un duro revés, ya que el Tribunal Superior de dicho país, resolvió que el envío de sus tropas a Haití es un acto “inconstitucional, ilegal e inválido”.

Según la misma ONU, el año pasado se reportaron cinco mil asesinatos como consecuencia de la profundización del crimen organizado a partir del magnicidio en 2021 del presidente Jovenel Moìse. Los homicidios violentos se duplicaron en el 2023 a comparación del 2022, creciendo un 119%.

A su vez, los secuestros subieron de 1359 en 2022 a 2490 en el año pasado, representando un incremento del 83%, constituyéndose este delito en una verdadera “empresa del terror”.

A pesar del expreso pedido del Secretario General, la ONU queda en suspenso con el envío de su fuerza “multinacional”, rechazada por las organizaciones sociales y sindicales del país.

Las infancias haitianas en peligro de extinción

Por otra parte, la violencia de las bandas criminales en el país afectan de manera directa y contundente la vida de las niñeces. Según UNICEF, unos 170.000 niños se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a la creciente violencia armada entre las pandillas

Unas 314.000 personas viven como desplazados en el país, principalmente en la capital. En las últimas dos semanas, 2500 haitianos se vieron forzados a dejar sus casas, siendo en su mayoría, niños y niñas.

“No podemos permanecer de brazos cruzados mientras el futuro de los niños y las niñas de Haití se ve erosionado por un sufrimiento sin fin. Cada momento de inacción agrava la crisis que consume sus vidas”, expresó el representante del organismo en el país, Bruno Maes. 

Alrededor de 3 millones de niños y niñas necesitarán ayuda humanitaria este año en el país. ¿Qué futuro les espera con una “comunidad internacional” totalmente indiferente? ¿Es Haití la tierra olvidada por toda América?

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