Piñera: ¿"Un muerto de mierda"?

La trágica muerte del dos veces presidente de Chile y una de las personas más ricas del mundo trajo consigo un nuevo debate sobre su gestión al frente del país trasandino. Para algunos, un estadista. Para muchos, un asesino y criminal de Estado. El Resaltador comparte un breve repaso de su carrera empresarial y política y también la opinión de tres jóvenes chilenos que nos acercaron su sentir respecto al fallecimiento de Piñera.

El ex presidente de Chile falleció ayer a sus 74 años, al caerse el helicóptero que piloteaba, alrededor de las 15, en la comuna de Lago Ranco, en la Región de Los Ríos. 

Una muerte lenta, dolorosa y trágica, fue el destino implacable para quien supo ser el responsable político de un plan sistemático de represión y terrorismo estatal durante los úlitmos años de su gestión 2018-2022. Todo indica que el hombre que privatizó el agua potable de todo Chile murió ahogado, sin poder sacarse el cinturón de seguridad que tenía puesto.

Su predecesor, Gabriel Boric, con quien mantuvo una excelente relación pese a que basara gran parte de campaña presidencial yendo al cruce con el empresario, declaró tres días de duelo nacional y funeral de Estado para el ex presidente. 

Cientos de manifestantes acudieron a la Plaza Dignidad, símbolo de la resistencia a Piñera en el 2019, tras enterarse de su muerte. "Piñera, c***** de tu madre, asesino, igual que Pinochet" cantaban mientras Boric ordenaba militarizar la plaza. ¿Homenaje a Sebastián?

A continuación compartimos tres textos que enviaron a El Resaltador, tres jóvenes chilenos que sufrieron en primera persona las políticas del fallecido expresidente. Luego, un breve resúmen de su carrera como empresario y político, y finalmente -como frutilla del postre- publicamos un poema de Benedetti dedicado a Pinochet, que se ajusta muy bien en esta ocasión.

VALERIA CHACANA, joven dirigenta social y vocera del PCCh de Coquimbo, parte del Comitè Central y ex candidata a constituyente:

A propósito del fallecimiento del ex Presidente Sebastián Piñera. Queda un sentimiento amargo en el pueblo, principalmente por quienes intentan resaltarlo como una figura democrática del siglo XXI olvidando que fue él quien le declaró la guerra al pueblo de Chile cuando nos movilizamos por mayor igualdad y justicia territorial.

Piñera muere en total impunidad, sin pagar las responsabilidades directas sobre los cientos de traumas oculares, violaciones y asesinatos cometidos por el Estado el año 2019 bajo su Gobierno.

A forma personal, su muerte no me ocasiona nada, solo el sentimiento de que en Chile se pueden violar los derechos humanos y morir en absoluta impunidad.

CRISTIAN, estudiante chileno residente en Argentina:

Sebastián Piñera deja un largo prontuario delictivo sin ser juzgado que el año 2019 durante las jornadas de protesta de la revuelta tiene su etapa más oscura y grave donde fueron montados centros clandestinos de tortura y mutilados sistemáticamente los ojos de manifestantes durante las protestas, además de otra serie de crímenes de lesa humanidad.

Él fue la representación del empresario vil, avaro, que funciona al filo de la ley, deseoso de los grandes poderes públicos para el uso a su favor, gracias a él desconfío profundamente en el criterio del empresario que obra por su propia causa. 

También de algún modo en su maldad y codicia, nos unió y dio pie a grandes movilizaciones que siguen su ciclo todavía, de hecho con Piñera fueron las primeras grandes movilizaciones después de la dictadura durante 2011. Se murió impune si, pero así libre siempre fue muy peligroso, por eso mejor que no esté más. Él hizo que la mayor parte de la gente viva endeudada, multiplicó las zonas de sacrificio y también hizo muchos favores políticos a su familia y a sus aliados comerciales. Vendía su humo pero dejaba en claro de qué lado estaba, con un aire de gran entendedor mantenía orbitando un anillo de útiles indecisos, un facho masterclass.

NICOLÁS ARAYA BASTÍAS, Ex-Secretario General de las Juventudes Comunistas de Chile, Licenciado en Filosofía:

El fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera, es un hecho fortuito, algo que nadie esperaba. Fue un mandatario que en ambas gestiones tuvo que conducir el país en momento de movilizaciones álgidas, la primera el 2011, de donde fue protagonista Camila Vallejo, Giorgio Jackson y el actual Pdte. de la República Gabriel Boric y las del 2019, de donde devino un proceso constituyente. 

Para los jóvenes chilenos, me parece que Sebastián Piñera es símbolo de episodios de violencia política que rememoran los tiempos de la dictadura de Pinochet, en cifras recientes del INDH, podemos señalar que el legado de violencia política que encabezó su gobierno, respecto del Estallido social es el siguiente:

3.777 víctimas y 3.216 querellas. En cuanto a los delitos contenidos en las querellas, 2.252 corresponden a apremios ilegítimos, 582 a torturas, 223 a violencia innecesaria y 159 a algún otro tipo de vulneración. Del total de querellas, a la fecha sólo 33 tienen sentencias condenatorias, firmes y ejecutoriadas. En tanto, de las 3.777 víctimas, 2.814 corresponden a hombres (75%) y 959 a mujeres (25%). La edad promedio de este universo total es de 26 años. Ahora bien, hay 1.486 víctimas pertenecientes a algún grupo de especial protección: 591 (16%) corresponden a niños, niñas y adolescentes y las ya mencionadas 959 mujeres. 

Otros grupos de especial protección afectados fueron las personas mayores, con 34 víctimas (0,9%); personas con discapacidad, con 28 víctimas (0,7%); personas LGTBIQ+, con 27 víctimas (0,7%); y personas migrantes, con 21 víctimas (0,6%).

En cuanto a la violencia sexual, en total, el INDH recibió denuncias por 6.807 hechos vulneratorios. Los más frecuentemente denunciados por las víctimas fueron golpizas, con 2.095 (30,8%); disparos, con 1.844 (27,1%); y desnudamientos, con 381 (5,6%).

Por otra parte, en cuanto al lugar de ocurrencia de los hechos denunciados, la mayor parte fue en espacios públicos: 5.220 (77%). Un porcentaje relevante sucedió, no obstante, cuando las personas se encontraban detenidas en sitios de custodia, con 738 (10,8%), o en vehículos de traslado, con 583 (8,6%). Ahora bien, 562 (42,7%) corresponden a golpizas y 338 (25,7%), a desnudamientos.

En cuanto a las consecuencias, según las querellas presentadas por el INDH, siete personas fallecieron por la acción de agentes del Estado. Del total de víctimas, 3.581 personas (94,8%) sufrieron algún tipo de lesión física sin resultado de muerte.

De este total, 220 víctimas (6%) sufrieron algún tipo de trauma ocular. 50 personas (22,7%) sufrieron estallido ocular; 82 víctimas (37,3%), la pérdida de visión; y 88 víctimas (40%), alguna lesión causada por trauma ocular. En total 440 personas sufrieron algún daño ocular.

El legado de Sebastián Piñera es amplio, pero debemos considerar que también está escrito con sangre y fuego. Le declaró la guerra al pueblo que se levantó a protestar por una mejor calidad de vida. Por su responsabilidad política, como jefe de estado en ese momento, nunca se responsabilizó o pagó. Hay familias que hoy no comparten la mesa con sus seres queridos, o al compartirla están allende de volver a ver sus caras, cómo la Senadora Fabiola Campillay. El Pueblo Chileno en su tradición democrática ha respetado el duelo nacional y funeral estado que corresponde, pero tampoco olvida a sus mártires, y a los responsables, quizás vale parafrasear a Pierre Dubois, "No es suficiente afirmar que la «Justicia tarda pero llega». La Justicia que no se ejerce cuando corresponde, ya es injusta".

Un hijo del poder

Sebastián Piñera nació en 1949 en una patricia familia de Santiago de Chile, estaba casado desde 1973 con Cecilia Morel y era padre de cuatro hijos. Su incursión como “exitoso empresario” comienza en tiempos dictatoriales, donde Pinochet era el amo y señor de Chile. Estudió ingeniería comercial con mención en economía en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en Harvard (EE.UU), y fue a finales de la década de los 70’ cuando su carrera empresarial se va a pique tras conseguir la representación para Chile de las tarjetas de crédito.

Militó durante veinte años en el partido de derecha Renovación Nacional, sello con el que logró ser elegido senador entre 1990 y 1998. Se postuló en tres oportunidades para la presidencia de su país, siendo derrotado en la primera con Michelle Bachelet, y luego obteniendo la victoria, superando a Frei Ruiz-Tagle, convirtiéndose en el primer presidente de derecha en ser elegido democráticamente desde 1958.

Piñera era una de las 10 personas más ricas de todo Chile y una de las mil personas más ricas de todo el mundo. Hizo su fortuna durante la dictadura y la duplicó siendo Presidente, llegando a tener un capital de 2.900 millones de dólares. A continuación, un breve repaso sobre su carrera empresarial.

Piñera, el ceo de Chile

En la década del 70’ se desempeñó como consultor del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo. También trabajó como economista en la Cepal. Fue profesor en tres universidades chilenas y luego se dedicó al negocio inmobiliario durante dos décadas, involucrándose en polémicos proyectos que afectaron la vida de distintas poblaciones y lugares naturales.

A comienzos de la década de los 80’, el empresario ingresa al Banco Talca, llegando a ser su gerente general. En 1982, la Justicia chilena ordenó su detención como presunto responsable de préstamos a empresas ficticias fundadas por él y sus socios por más de USD 200 millones, quintuplicando el capital de la entidad.  Al enterarse de la orden de detención en su contra, Piñera huyó y se mantuvo prófugo de la justicia por 24 días. Finalmente no fue condenado y el banco entró en quiebra.

Por este hecho, la Ministra de Justicia de entonces, Mónica Madariaga, confesó en 2009 que intercedió “indebidamente” a favor de Piñera ante el Ministro de la Corte Suprema Luis Correa Bulo, que año más tarde fue destituido, según declaró, por la petición que le hizo el exministro de la dictadura militar, Jose Piñera, hermano de Sebastían. Bulo confirmó, tiempo después, haber recibido presiones de Madariaga, información confesada, además, por el sobrino de la ministra, Gozalo Townsend Pinochet. 

Tiempo después, Piñera se convirtió en el principal accionista de Bancard (empresa que controlaba el 87% del mercado de las tarjetas de crédito en Chile) y en 1987 funda Fincard y también queda como Presidente de Apple Chile. Dos años más tarde vende ambas empresas, logrando amasar una fortuna de 100 millones de dólares. Una práctica que va a caracterizar toda su carrera empresarial: meterse como sea en distintas marcas, capitalizar y ubicarse al frente, y luego venderlas al mejor postor.

En 1994 compró el 16% de la aerolínea LAN Chile. Una década más tarde se convertiría en accionista mayoritario de la empresa. En 1997, siendo senador y accionista minoritario de la empresa de electricidad Enersis, denunció a los socios mayoritarios por vender la compañía local a la española Endesa con condiciones favorables para ellos. Luego, él también negoció con Endesa y vendió sus acciones.

En 2004 compró el canal de televisión Chilevisión y en el 2006 se convirtió en el mayor accionista de Blanco y Negro, empresa controladora del equipo de fútbol Colo Colo. En ese mismo año fue denunciado por la Superintendencia de Valores y Seguros por recibir un informe financiero que no había sido publicado por la compañía aérea. Con información privilegiada compra tres millones de acciones de las cuáles luego obtiene un rédito multimillonario. Por este accionar contrario a la ley, lo multan por 400 millones de dólares.

El Estado como una empresa

En el año 2010 es elegido Presidente de Chile. Su primera presidencia se caracterizaría por la privatización de empresas estatales, como por ejemplo, la venta de cuatro compañías de agua potable de Chile en el año 2011. A pesar de que logró bajar la inflación y el desempleo en algunos puntos, fue indicado como el responsable de la crisis del gas en la localidad de Magallanes, la profundización del conflicto con el pueblo nación mapuche y también por estudiantes universitarios y secundarios que iniciaron fuertes protestas en contra de sus políticas educativas.

En el año 2011, siendo Presidente, compró acciones de la pesquera peruan Exalmar, beneficiándose del resultado de la sentencia de la CIJ sobre un litigio entre Chile y Perú que modificó el límite marítimo bilateral, agregando unos 22.000 km de mar para el segundo.

Es importante remarcar que tras las “crisis de las hipotecas” en Estados Unidos, Piñera pierde casi mil millones de dólares, que luego recupera y hasta incrementa, en los años de su primera gestión.

En el año 2018, asume nuevamente como Presidente de Chile, en un contexto donde la derecha regional, influenciada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, lleva a cabo el denominado popularmente “plan cóndor 2”, donde mediante la práctica del lawfare, impone sanciones, juicios y detenciones sobre los presidentes progresistas de la región, haciéndose de las presidencias de los países más importantes de Latinoamérica. 

Un año más tarde, Piñera ordenó el aumento del transporte urbano, lo que desató no sólo la furia de los estudiantes secundarios que comenzaron a saltarse los controles de los subtes sino la furia de una clase trabajadora chilena que -harta de décadas de desigualdad, pobreza y marginación- decidió volcarse masiva e inéditamente a las calles a protestar para mejores condiciones de vida, una nueva constitución que tire la carta magna de Pinochet (aún vigente) y la renuncia de Piñera, a quièn se identificó como el representante de todo lo que estaba mal en Chile.

Las protestas fueron duramente reprimidas durante los últimos años del 2019. Carabineros y el Ejército de Chile asesinaron a 34 manifestantes, mutilaron los ojos de otros 500 e hirieron a más de 3500 personas. Además, cientos de ciudadanos terminaron tras las rejas en condición de prisioneros políticos, algunos permanecen presos hasta la actualidad.

En ese sentido, Piñera fue denunciado por organizaciones sociales frente a la Corte Penal Internacional por los delitos de lesa humanidad cometidos durante el estallido social.

Murió impune, en libertad, sin ser juzgado. Murió haciendo nuevos negociados a favor de su clase. 

A continuación comparto un poema de Mario Benedetti que escribió a razón del fallecimiento de Pinochet en el año 2006, y que muy bien se ajusta a esta nueva muerte:

“A la muerte de un canalla”:

“Vamos a festejarlo, vengan todos los inocentes, los damnificados, los que

gritan de noche, los que sueñan de día, los que sufren el cuerpo....

los que alojan fantasmas, los que pisan descalzos, los que blasfeman y arden,

los pobres congelados, los que quieren a alguien,

los que nunca se olvidan.

Vamos a festejarlo, vengan todos, el crápula se ha muerto, se acabó el alma

negra, el ladrón, el cochino, se acabó para siempre.

 Hurra que vengan todos, vamos a festejarlo,

a no decir la muerte siempre lo borra todo,

todo lo purifica, cualquier día la muerte no borra nada, quedan siempre las

cicatrices.

Hurra, murió el cretino, vamos a festejarlo,

a no llorar de vicio, que lloren sus iguales

y se traguen sus lágrimas.

Se acabó el monstruo prócer, se acabó para siempre. Vamos a festejarlo, a no

ponernos tibios, a no creer que éste es un muerto cualquiera.

Vamos a festejarlo, a no volvernos flojos,

a no olvidar que éste es un muerto de mierda”.

En esta nota: Chile, Piñera