Petro y Márquez comienzan a institucionalizar el cambio histórico
A dos semanas de la asunción de Gustavo Petro y Francia Marquez a la presidencia y vicepresidencia de Colombia, las principales promesas de campaña de la coalición de gobierno comienzan a materializarse entre tensiones ajenas y propias. ¿Cómo configurar un nuevo orden civil de carácter histórico, emancipador y de izquierda dentro de un Estado Nación […]
Por El Resaltador | 08/24/2022
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A dos semanas de la asunción de Gustavo Petro y Francia Marquez a la presidencia y vicepresidencia de Colombia, las principales promesas de campaña de la coalición de gobierno comienzan a materializarse entre tensiones ajenas y propias. ¿Cómo configurar un nuevo orden civil de carácter histórico, emancipador y de izquierda dentro de un Estado Nación gobernado siempre por la derecha?. Conversamos con Alejandro Gómez Dugand, periodista colombiano de La Liga Contra el Silencio.
Por Rodrigo Savoretti Andrada
Un ex guerrillero convertido en Presidente siendo homenajeado por el Ejército Colombiano. Una mujer afrocolombiana desplazada por la guerra convertida en Vicepresidenta siendo homenajeada en su territorio de origen en una ceremonia ancestral. Dos imágenes simbólicas que sintetizan el comienzo de un cambio histórico en la vida política de Colombia.
“Sí se pudo”, “no más guerra” fueron las consignas más cantadas por las más de cien mil personas que fueron a la Plaza de Bolívar el pasado siete de agosto a celebrar la asunción de Gustavo Petro y Francia Márquez al mando del Ejecutivo Colombiano.
A 203 años de la batalla de Boyacá -donde resultó victorioso el ejército popular conducido por Simón Bolívar sobre los conquistadores realistas-, el presidente electo de Colombia desfiló con la espada de aquél prócer frente al actual Rey de España, Felipe VI.
Paz. Igualdad. Niñeces. Personas ancianas. Inclusión. Seguridad Integral. Incorruptibilidad. Economía Popular. Despenalización de drogas. Amazonas. Estos fueron los sujetos, conceptos y palabras claves en el primer discurso de Gustavo Petro como presidente.
“Uno de los elementos históricos más destacables de la llegada del nuevo gobierno es que hay por primera vez en muchos años un sector amplio de la sociedad que se siente representado en un gobierno. Por fin ven en el gobierno un espejo” precisa Alejandro Gómez Dugand, periodista integrante “La Liga Contra el Silencio”, alianza de 20 medios de comunicación populares de Colombia.
Para Gómez, la llegada de un hombre de la región caribe, abiertamente de izquierda y ex integrante del movimiento guerrillero “M-19” junto con una mujer afrocolombiana, abogada, activista ambiental, desplazada, representante de los movimientos populares y feminista, “configura de entrada un ejercicio de representación simbólico muy importante y sin precedentes”.
El periodista colombiano afirma que las apuestas más ambiciosas de Petro son la reforma tributaria donde se subirá la carga impositiva a los más ricos y la reforma agraria, que de cumplirse según los Acuerdos de Paz firmados en el 2016, entregaría más de tres millones de hectáreas a pequeños y medianos productores. Objetivos que van en consonancia con el deseo de Petro y Márquez de transitar hacia una economía no extractivista.
Gestos, alianzas, equilibrio
“Petro sigue dando gestos de tranquilidad a los sectores que están más nerviosos con su asunción. Por el momento sigue con lo que él denomina la política del amor, con la que le ha ido muy bien y ha llamado a una gran unidad nacional” afirma el periodista colombiano.
Para Gómez, el nombramiento que más generó polémica fue la decisión del Presidente al designar como Ministro de Educación a Alejandro Gaviria, competidor de Petro en estas últimas elecciones. Gaviria, al igual que el nuevo Ministro de Hacienda, Jose Antonio Ocampo, pertenecen a la derecha liberal tradicional colombiana. “Son el resultado de los pactos que hizo para ganar en la segunda vuelta” manifiesta Alejandro.
Pese a ello, la designación del nuevo gabinete demostró su compromiso con las mujeres, ya que ocupan 10 de los 18 ministerios. Una de las primeras promesas a ejecutarse fue la creación del Ministerio de Igualdad, conducido por la vicepresidenta.
“Que la igualdad de género sea posible. No podemos seguir permitiendo que las mujeres tengan menos oportunidades laborales y que ganen menos que los hombres, que tengan que dedicar el triple o cuádruple de horas a las tareas de cuidado, que estén menos representadas en nuestras instituciones. Ya es hora de combatir todas esas desigualdades y equilibrar la balanza” expresó Márquez a la hora de explicar la función de la nueva cartera.
A su vez, Alejandro destaca dos designaciones importantes:
Una de ellas es la designación de Iván Velásquez en el Ministerio de Defensa, histórico abogado defensor de los DDHH quien tendrá la ardua tarea de cumplir con la promesa de Petro de convertir al Ejército de Colombia en un “ejército de paz”.
Otra es el nombramiento de Rangel Giovani Yule Zape como Director de la Unidad de Restitución de Tierras. El líder índigena de La Minga del Cauca tendrá el desafío de poner en práctica la constitución de 1991 restituyendo los territorios a los más de siete millones de colombianos desplazados por el conflicto armado. “Será muy interesante ver como esos cuadros ejercen de funcionarios y ponen en práctica la constitución de 1991 que es un corpus bastante progresista y consciente de la pluriculturalidad de Colombia” afirma Alejandro.
¿La paz sea contigo?
Otro de los desafíos más importantes del nuevo gobierno será la política para la “paz total” que Petro prometió cada vez que le tocó hablar durante la campaña. Hace más de seis décadas que el país se encuentra en un conflicto armado en crecimiento que tiene como principales responsables al propio Estado colombiano, a guerrillas, paramilitares, ejércitos irregulares, clanes y carteles del narcotráfico.
Según el informe presentado a fines de junio de 2022 por la Comisión de la Verdad, solo entre 1985 y 2018 se registraron en Colombia al menos 450.664 homicidios, cifra que sube a 800.000 víctimas al tener en cuenta el subregistro. Al menos 121.768 personas fueron desaparecidas y unas 55.770 fueron secuestradas en el mismo periodo.
En lo que va del 2022 -según INDEPAZ- ya van más de 118 líderes sociales y 32 excombatientes asesinados.
En este sentido, el presidente se ha pronunciado críticamente frente al Ejército Colombiano y ante la Policía Nacional en dos actos oficiales exigiendo el respeto irrestricto a los DDHH. Prometió pacificar al ejército y desmilitarizar a la Policía Nacional.
En una muestra de poder, sustituyó a 52 generales de las fuerzas armadas y policiales colombianas, nombrando a nuevas cúpulas en todas ellas. Además, cuestionó el sistema de ascenso por bajas y avisó que será modificado. Este sistema se basó durante años en el reclutamiento y posterior asesinato de jóvenes hechos pasar por guerrilleros dados de baja en combate. La cifra estimada ronda alrededor de 4.000 víctimas fatales conocidas como “falsos positivos”.
“Son dos instituciones que frente al país no están muy bien y quizás puedan entender en la propuesta de Petro un lugar de reinvención para ocupar un lugar más digno frente al país” advierte Gómez.
Al mismo tiempo, Petro entabló -por el momento- un fructífero diálogo frente al ELN (la última gran guerrilla en funciones), quien liberó prisioneros y decretó cese al fuego frente al reconocimiento del nuevo Gobierno hacia la delegación negociadora de los acuerdos de paz y la baja a la orden de captura internacional que pesaba sobre ellos.
Según el periodista de La Liga Contra el Silencio, una gran mayoría celebra el retorno verdadero del diálogo con las guerrillas y también afirma que frente a las negociaciones hay ahora personas con basta experiencia.
“Sin embargo, está la ‘paz total’ que propone Petro en donde decide incluir en las negociaciones a organizaciones criminales que se desprenden del paramilitarismo, como por ejemplo El Clan del Golfo, quien antes del anuncio del Presidente decretó el ‘plan pistola`y asesinó a 40 policías” avisa Gómez. Y agrega: “es una de las apuestas más ambiciosas y arriesgadas de Petro, y también la que mayor problemas le puede generar no solo en términos políticos sino con su base votante que está conformada en parte por víctimas de estos grupos cercanos a la derecha colombiana y al paramilitarismo”.
Un factor fundamental en el diálogo con estas organizaciones -que determinará el éxito o fracaso del plan de “paz total” de Gustavo Petro- será la influencia que ejerza en mayor o menor medida el principal aliado internacional de Colombia hasta el momento: Estados Unidos. Imperio con bases militares en el país y una gran responsabilidad en las violencias que sufren los colombianos. Hasta el momento hubo buen diálogo entre los mandatarios de ambas naciones pero se espera una relación tensa debido a las claras diferencias ideológicas y políticas de ambos gobiernos.
