El Sahel africano camino hacia su confederación

Los gobiernos de Malí, Níger y Burkina Faso continúan con su política descolonizadora del territorio tripartito, al tiempo que materializan el proyecto panafricanista en beneficio regional, un ejemplo para el Sur Global.

Hace díez días te contábamos que los tres países de la Alianza de Estados del Sahel (AES) oficializaba su bloque en clave económica, con estos beneficios y consensos sobre sus territorios. Hace pocos días, el Sahel volvió a rugir contra sus viejos colonos galos y contra el Norte Global: las tres naciones anunciaron que irán por la conformación de una Confederación Saheliana que articulará a los países políticamente. 

En este sentido, la creación e institucionalización de esta Confederación permite unir y formalizar los consensos logrados en materia económica, política, comercial y cultural por los tres países en cuestión. Además, otorga un mayor reconocimiento internacional, al tiempo que oficializa la unidad de las estructuras represivas del país y la constitución de una posible moneda regional, por ejemplo.

Una medida que será puesta en marcha ni bien se oficialice tal Confederación será la creación del pasaporte de la AES, que se espera pueda entrar en vigencia a finales del año que viene, garantizando una zona de libre circulación y de común ciudadanía para los habitantes de las tres naciones sahelianas, como sucede por ejemplo con la Unión Europea.

Además, expone ante el Sur Global que con voluntad política la realidad supuestamente inamovible en tres de los países más empobrecidos del planeta puede ser transformada (no reformada ni cambiada) de un mes a otro. Años de subordinación, décadas de sufrimiento neocolonial son derrotados cuando la dignidad es bandera y la liberación de la patria es algo más que un recuerdo que pesa siglos.

El sahel africano es el ejemplo vivo de la descolonización en el siglo XXI, tarea ardua pero no imposible para todos los países dominados por la hegemonía yanqui-occidental en decadencia permanente.

Francia, la terrorista

Por otra parte, Níger y Burkina Faso confirmaron recientemente su retirada oficial del “G5 Sahel”, una alianza militar que fue creada por Francia en el 2014 con el supuesto objetivo de combatir a diversos grupos yihadistas en la región. Ambas naciones firmaron un documento en conjunto donde acusan a Francia de ser el principal promotor del terrorismo yihadista en la región, por lo que no hay razón que justifique la continuación de los dos países en el organismo. 

La retirada organizada por ambas naciones viene a catapultar la organización tutelada por París, ya que Malí había abandonado dicho organismo a finales del año pasado. Vaciado y acusado de promover el terrorismo, el “G5” queda desarticulado, sumando un capítulo más para la sombría historia neocolonialismo de Francia en la región.

A su vez, las tres naciones oficializaron su símbolo tripartito (compartido por sus tres fuerzas armadas), donde se puede ver sus tres banderas unidas, en representación de la acción bélica coordinada que las fuerzas armadas llevarán en conjunto en la triple frontera compartida (Liptako-Gourma) contra los grupos yihadistas financiados por Francia. 

Asimismo, la ONU se retiró oficialmente de Malí tras su fracaso en el combate al yihadismo. El Presidente de Malí, Assimi Goitta les solicitó la retirada del país meses atrás tras considerar como inútiles su trabajo contra el terrorismo.

Níger primero, París último

Cada semana que pasa en Níger está marcada por uno o varios hechos históricos que son dignos de ser informados. Hace pocos días, el Gobierno provisional del país decidió aceptar y validar las credenciales de la nueva embajadora de Estados Unidos en el país, al tiempo que firmó un estratégico convenio de defensa con Rusia. De esta manera, la gestión recibe el reconocimiento de USA y el apoyo bélico de Rusia, consolidando su independencia y dialogando con las principales potencias desde un lugar digno y no de subordinación, como sucedía a principios de año, antes del golpe.

A su vez, el General Tchiani, al mando de las fuerzas armadas de Níger, anunció la creación de una empresa estatal petrolera con el objetivo de diversificar la producción de los bienes comunes naturales de su país, y no depender exclusivamente de las ganancias por la producción de uranio.

Esta empresa estatal ya comenzó con sus funciones: extracción, refinamiento y exportación de petróleo. Con la construcción de las obras de entubamiento, Níger podría extraer y exportar hasta 90 mil barriles diarios, a partir de enero, mes donde se estima que la infraestructura, donde trabaja solo personal nacional, será finalizada. Las exportaciones serían con exclusividad para los otros dos países de la AES, pero también se baraja la posibilidad de que los países del Golfo de Guinea importen el crudo, vía Benín. China es el país que está detrás del asesoramiento en ingeniería y financiación de la mega obra.

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