La disconformidad con el gobierno de turno y su manera de abordar la situación actual de Colombia se manifiesta en vigilias, intervenciones artísticas y otras expresiones. La lista de desapariciones, muertes y agresiones continúa creciendo.
Lo que inició como un descontento ciudadano frente a una medida del presidente colombiano, se convirtió en protesta social y nacional. No solo por la reforma tributaria que buscó imponer el presidente Iván Duque, la cual pretendía que la ciudadanía absorba el 75% de la carga tributaria y las empresas solo el 25. Tampoco es solo por la falta de vacunas y el aumento de contagios por Covid-19. No solo por el aumento de la pobreza y el desempleo a nivel nacional: es por todo esto y mucho más.
Colombia lleva 12 días alzándose no solo contra lo que le incomoda y le desagrada del gobierno de Iván Duque, sino también contra una fuerza policial que decide reprimir y dejar muertos, heridos y desaparecidos en plena democracia. Hasta el momento, el país latinoamericano lamenta por lo menos 23 muertes. Y quién sabe cuántas más que no han salido a la luz entre tanto conflicto. En la ciudad de Cali, epicentro de las protestas, denuncian que de los 187 desaparecidos solo se han encontrado 57: todavía hay 130 personas cuyo paradero se desconoce.
Todo este escenario se inserta en un país en donde la pandemia ha dejado más de 76 mil muertes por Covid-19 hasta el momento. Según el más reciente reporte del Ministerio de Salud, hasta la medianoche del pasado 8 de mayo ya se habían aplicado en Colombia un total de 6.246.196 dosis de la vacuna contra el Covid-19. Asimismo, la cantidad de personas vacunadas con ambas dosis en Colombia es de 2.317.070.
La protesta que actualmente transita Colombia se asemeja y se relaciona con la vivida en 2019, cuando los gobiernos y la policía decidieron actuar igual que como lo hacen actualmente. La represión con balas, bombas y agresiones parece ser la única respuesta que tienen los poderosos en Colombia, mientras que un sinfín de estudiantes y trabajadores salen a las calles. En Cali, denuncian que hombres sin su uniforme policial acuden de civil a las movilizaciones y atacan directamente a los manifestantes. Diversos colectivos de camioneros, maestros y maestras, e indígenas se han sumado al reclamo.
Según informó “Defender la Libertad”, red de organizaciones barriales, estudiantiles, feministas, y sociales del país, hasta el 8 de mayo 216 personas han sido presuntamente desaparecidas. Esta cifra corresponde al marco del paro nacional en todo Colombia. Además, la red obtuvo 629 denuncias por abusos de autoridad y poder y violencia policial, y reportaron la detención arbitraria de 1291 personas. Según esta campaña, los muertos son al menos 32, entre los cuales figura un menor de edad.
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El gobierno de Duque produce repudio internacional
Alrededor del mundo, en lugares como Miami, Nueva York, Madrid, Oslo, Uruguay, Buenos Aires y La Paz, se llevan a cabo manifestaciones en rechazo al gobierno de Iván Duque y lo que está pasando en Colombia. Incluso, se pide la renuncia del mandatario y su posterior presentación a la Justicia por múltiples casos de abuso de poder y violencia estatal. En medio de una crisis sanitaria, económica y social de alto calibre, el Gobierno nacional se ensaña con quienes no toleraran sus atropellos: campesinos, pueblos originarios, sectores populares y diversidades.
Nuevamente, el discurso oficial se escuda en que si reprime lo hace porque está en presencia de actos «vandálicos o terroristas». ¿Qué sucede entonces con quienes se manifiestan pacíficamente y aún así son agredidos por la policía? ¿Las fuerzas de seguridad cuidan a la población o la población debe cuidarse de ellas?
En los últimos días, las ciudades han sido militarizadas y sus mandatarios locales han tomado postura al respecto. Un ejemplo de ello es el de Claudia López en Bogotá, quien rechazó la presencia del Ejército. Mientras tanto, en Medellín, los despachos de Juventud y No Violencia se suman a recibir denuncias y apoyar la búsqueda de desaparecidos.
Adicionalmente, se temen peores represiones y con un mayor grado de encubrimiento. El temor radica en los reiterados cortes de energía y falencias en la conectividad que se dan en distintas zonas del país.
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Una delegación argentina viajará a ponerle el cuerpo a la protesta
Ante lo que sucede en el país vecino, organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos de Argentina manifestaron su apoyo a la protesta. También anunciaron la conformación de una delegación que viajará a Colombia esta semana. Se trata de colectivos convocados por la red de Solidaridad Internacional con el Pueblo Colombiano, tales como Serpaj, MTE, Correpi, entre otras organizaciones. Este contingente manifestó que la intención no es dialogar con el gobierno de Iván Duque, sino «poner el cuerpo igual que cualquier joven colombiano».
El viaje está previsto para esta semana, luego de que los dirigentes dieran el viernes una conferencia de prensa en la sede porteña del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj). «Exigimos que se termine la represión al hermano pueblo colombiano y que dejen de reprimir a los trabajadores, campesinos e indígenas que buscan vivir dignamente. Basta de matar, basta de desaparecer», expresó Pablo Pimentel del MTE.