Ambiente

Cómo se vinculan los incendios en los humedales con la bajante del Paraná

Las consecuencias ambientales por la sequía histórica del gigante fluvial están acelerando la destrucción de los humedales que siguen desprotegidos ante la ley. La histórica bajante del río Paraná, entre los múltiples inconvenientes que le genera a las poblaciones costeras, provoca un escenario propicio para los incendios. Según distintas investigaciones, el fuego puede generarse de manera […]

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Las consecuencias ambientales por la sequía histórica del gigante fluvial están acelerando la destrucción de los humedales que siguen desprotegidos ante la ley.

La histórica bajante del río Paraná, entre los múltiples inconvenientes que le genera a las poblaciones costeras, provoca un escenario propicio para los incendios. Según distintas investigaciones, el fuego puede generarse de manera intencional o de manera involuntaria, pero siempre es consecuencia de la actividad humana y luego el terreno arrasado es aprovechado para la explotación agropecuaria o ganadera.

Hace algunos meses, el viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Sergio Federovisky, explicó en una entrevista a Infobae que la quema se aprovecha para secar el humedal.

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"A las tierras incendiadas les colocan terraplenes para evitar que, cuando suba el nivel del río, el agua vuelva a ingresar. A través de ese mecanismo, destruyen el humedal para convertirlo en tierra seca para futuras explotaciones agropecuarias o ganaderas. Eso es avance de la frontera agropecuaria utilizando el fuego como sustituto de la topadora”, expresó el funcionario.

Desde el mismo Ministerio también dijeron que, en su gran mayoría, los incendios son intencionales. Nada nuevo bajo el sol. Lo novedoso es que desde el equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) revelaron que además hay factores ambientales que refuerzan la vinculación entre la bajante del Paraná y el fuego.

Según explicó el ingeniero y director del proyecto Eduardo Díaz al diario La Nación, la turba es un material orgánico que se forma debajo de los humedales y, en condiciones de anaerobiosis (sin oxígeno), da lugar a la producción de metano.

“Al metano se lo conoce como el gas de los pantanos. El agua lo mantiene frío, cumple la función de un radiador. Cuando baja, el metano aumenta su temperatura, se encuentra con el oxígeno y puede haber generación espontánea de fuego”, detalló el especialista, en la crónica que escribió la periodista Nadia Luna.

A esto se lo conoce como "fuego zombie" porque, cuando se produce un incendio, este continúa por debajo del suelo, donde se acumula el metano y, aunque los bomberos extingan las llamas, puede seguir existiendo en la profundidad y aparecer a 100-200 metros de ese lugar.

Falta voluntad política

Los humedales funcionan como esponjas naturales, que absorben y regulan el agua procedente de las precipitaciones. Además, son fuente de vida de una gran cantidad de especies de animales y de vegetaciones que están siendo devastadas por los incendios y por la falta de agua.

Es común que el río Paraná tenga una bajante todos los años; en general la sequía se produce entre agosto y octubre, y luego retoma su caudal natural. El problema no es que ahora el agua haya disminuido más, sino que la disminución es demasiado prolongada: alrededor de 700 días.

El fenómeno está provocando cambios drásticos en estos ecosistemas ya que, al reducirse tanto tiempo el caudal del río, se acumulan sedimentos y la vegetación terrestre empieza a ocupar más lugar, por lo que desplaza a la vegetación acuática o hidrófila.

Sequía en el Paraná.

La principal consecuencia es que, si se pierden los humedales, no habrá absorción del agua y esto provocará inundaciones. Tampoco quedará agua acumulada que sustente durante la época de sequía a la biodiversidad que habita en estos ecosistemas.

Por eso es urgente que se tomen medidas de fondo. Por empezar, la ley de humedales que está "cajoneada" en el Congreso por la presión del lobby agropecuario e inmobiliario.

Y lo más importante: las acciones para revertir la situación del río más importante del país. Es necesario regular el uso con fines sanitarios, turísticos, productivos y comerciales, para proteger un recurso indispensable como es el río Paraná y promover su cuidado con perspectivas de desarrollo sostenible con la participación de las poblaciones afectadas.

Cristian Dominguez

Redactor y co-productor de contenidos para el sitio web y las demás plataformas de El Resaltador.
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