Cancelan Dragon Ball Super: ¿relativismo cultural?

Luego de la denuncia del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, Cartoon Network eliminó de la programación la serie completa. ¿La clave está en el culturalismo?

El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, presentó una nota ante la Defensoría del Público de la Nación, denunciando por "violencia simbólica" a un capítulo de la serie Dragon Ball Super.

Por este motivo, la serie quedó eliminada de la programación de Cartoon Network (Latinoamérica), canal en donde se emitía regularmente.

Desde la Defensoría consideraron que el capítulo vulnera los derechos de niñas, niños y adolescentes y entra en conflicto con la normativa sobre la erradicación de la violencia por razones de género.

La Ministra Estela Díaz, se manifestó en su cuenta de Twitter

"Desde el @MinMujeresPBA expresamos nuestra preocupación ante la @DefdelPublico por la emisión de un capítulo de Dragón Ball Súper en el que se representaba una situación de abuso sexual por parte de un mayor hacia una adolescente en el marco de una serie destinada a la niñez".

Continuó diciendo que "la Defensoría del Público convocó a una reunión a la emisora en la que la empresa Warner manifestó que fue un error en la selección de los contenidos que se revisan incluso para evitar el lenguaje inconveniente, escenas de consumo de sustancias y situaciones de violencia".

Por último, concluyó expresando que "la empresa resolvió sacar del aire la tira. Cuidar a nuestra niñez es responsabilidad del conjunto. El diálogo permite construir consensos para respetar los derechos de todas y todos".

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La denuncia del Ministerio generó opiniones contrapuestas en las redes sociales. Algunos estuvieron de acuerdo con que el canal levante la transmisión de la serie, y otros criticaron no sólo a las personas a cargo de la acusación, sino al feminismo en general, responsabilizándolo y considerándolo absolutista e intransigente.

La escena denunciada

En la transmisión que propició la denuncia, el personaje del Maestro Roshi, le pide a uno de sus alumnos que le permita usar los "servicios" de una de sus mascotas mágicas, que puede transformarse físicamente.

Luego, le aclara que lo que quiere es “que se convierta en una hermosa jovencita”. Y se justifica diciendo “mi punto débil son mis pensamientos pervertidos que deseo superar”.

Mientras tanto, Woolong (un cerdo) hace un raconto de otras situaciones de abuso que sufrió por parte del Maestro Roshi.

Para poder esbozar una problematización a partir de esta situación, es necesario ubicar en contexto no sólo a esta escena sino a la serie en general.

La clave del relativismo cultural

Dragon Ball Super es la secuela de Dragon Ball. La transmisión comenzó en 2015, y continúa los sucesos relatados en Dragon Ball Z después de la Saga de Majin Boo.

La censura de esta escena es una abstracción bastante tendenciosa porque no toma en cuenta el desarrollo de la trama y la coyuntura cultural que la rodea.

Justamente, desde que la serie se emite en Latinoamérica, muchas otras escenas fueron sacadas del aire porque en Occidente se consideran pedófilas, violentas y machistas, con sexualización simbólica de la niñez.

Sin embargo, en Japón la serie se transmite sin recortes porque la interpretación de estas situaciones es diferente y no se le otorgan connotaciones negativas.

El público japonés tiene otros sesgos y competencias culturales que aquí, o bien se desconocen, o en caso de conocerse, se critican etnocéntricamente.

La cultura de la cancelación no es nueva y durante los últimos años, muchos otros títulos aparte de Dragon Ball fueron cuestionados por contenidos sexistas y por reforzar estereotipos de género.

De hecho, a comienzos de este año, en España cancelaron la serie por los mismos motivos.

La decisión del canal de bajar todos los capítulos a partir de la nota presentada, puede considerarse desmedida y contraproducente, entendiendo que era por demás obvio que esto iba a propiciar el enojo y la crítica de su audiencia.

A partir de la denuncia, resaltamos fundamentalmente la importancia de otorgarle visibilidad a estas situaciones, para re pensar, debatir y problematizar dimensiones culturales y de género, con acciones y abordajes propositivos que le escapen a la lógica etnocéntrica, punitivista y a la cancelación.

En esta nota: Anime, Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad