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A un mes del desalojo: ¿Cómo sigue la situación en Villa Mascardi?

Dialogamos con Soraya Maicoño, vocera de la Lof Quemquemtrew, acerca de la situación en la Lof Lafken Winkul Mapu, a un mes del violento desalojo efectuado por el Comando Unificado de Seguridad Zona Villa Mascardi. Este 4 de noviembre se cumple un mes del violento desalojo a la Lof Lafken Winkul Mapu, ejecutado por más […]

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Dialogamos con Soraya Maicoño, vocera de la Lof Quemquemtrew, acerca de la situación en la Lof Lafken Winkul Mapu, a un mes del violento desalojo efectuado por el Comando Unificado de Seguridad Zona Villa Mascardi.

Este 4 de noviembre se cumple un mes del violento desalojo a la Lof Lafken Winkul Mapu, ejecutado por más de 200 efectivos del Comando Unificado de Seguridad Zona Villa Mascardi.

Dicha comunidad mapuche vive en un territorio recuperado ubicado a 35 kilómetros de Bariloche. El desalojo fue ordenado por la jueza federal subrogante Silvina Domínguez, junto a la fiscal Cándida Etchepare, con el aval del Ministerio de Seguridad de la Nación.

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En este marco, dialogamos con Soraya Maicoño, miembro de la Lof Quemquemtrew, para que nos comente cómo continúa la situación en el territorio y el proceso judicial de las mujeres mapuches que fueron detenidas arbitrariamente ese 4 de octubre.

En relación a las detenciones, Maicoño manifestó que se han vivido situaciones de "humillación, maltrato y violencia física muy grave". Actualmente quedan cuatro mujeres detenidas en la ciudad de Bariloche, "pasándola muy mal porque se nos está limitando nuestra práctica espiritual, en el rehue de machi que es el espacio de este tipo más importante que tenemos como pueblo".

Lo anterior es fundamental, porque de todas las comunidades mapuches que conforman el Puelmapu, solamente en la Lof Lafken Winkul Mapu hay un rehue de machi.

El territorio continúa militarizado

Soraya Maicoño también habló de la complicidad de la escuela local, puesto que "un día antes del desalojo mandó a decir a las madres de los niños de la comunidad que al día siguiente no iba a haber clases. Son 9 niños sin acceso a la educación, están todos hacinados con 4 mujeres en una misma casa porque destruyeron sus casillas".

Esto implica no solamente la vulneración de derechos, sino además un riesgo latente para las infancias mapuches. "Yo misma tengo una hija de 11 años que he tenido que pedir que la saquen de mi casa cuando viajo, que vaya a otro lugar, porque no sabemos cuándo van a entrar las fuerzas represivas o el Comando Unificado", lamentó.

Asimismo, Soraya resaltó que cuando la gente viaja en colectivo "los choferes te piden que cierres las ventanas, porque no saben cuándo los mapuches van a empezar a tirar piedras. Hay toda una complicidad que también genera situaciones que sostienen este discurso racista y criminalizador".

Desde la comunidad quieren que este conflicto se resuelva de manera política y no jurídica. "Acá se nos está tratando de usurpadores, cuando fue el mismo Estado argentino quien nos quitó nuestras propias tierras".

La persecución contra el pueblo mapuche es "clara, evidente y bajo cualquier pretexto", remarca Soraya. En el allanamiento buscaban "ropa de mujer, ropa negra de hombre, marcador negro y bidón con nafta, lo que hay en todas las casas porque nos calefaccionamos a leña y usamos motosierras. Eso marca la diferencia con la que salen a accionar contra nosotros".

"Somos violentados históricamente"

Con respecto a la reunión que Alberto Fernández mantuvo con miembros de la comunidad mapuche Curruhuincha unos días después del desalojo a la Lof Lafken Winkul Mapu, Soraya aseguró que "a nivel político, ellos no hacen nada que no esté pensado estratégicamente".

"No creo que den pasos en falso, puedo estar equivocada. Previo al desalojo en Mascardi, el Gobierno había pautado reuniones con diferentes comunidades. Nosotros no estuvimos invitados", agregó.

Asimismo, planteó que las autoridades nacionales "salen a mostrarse con comunidades 'pacíficas', pero nosotros no somos violentos, sí somos violentados históricamente y estamos en territorios en disputa con empresarios extranjeros que quieren quedarse con esos lugares".

Estado genocida

En cuanto a un posible plan de acción de aquí en mas, Maicoño dijo que la idea es "seguir generando acciones concretas y visibles, que tengan que ver con el repudio a la situación que estamos viviendo como pueblo".

A su vez, señaló la falta de voluntad política por parte del Estado, que "no quiere asumir la responsabilidad genocida con nosotros, y el único modo que encuentra para 'resolver' el conflicto es criminalizándonos y utilizando los medios hegemónicos para estigmatizar al pueblo mapuche".

Por último, enfatizó en la necesidad de "romper con el cerco mediático para llegar al corazón de la gente y que se entienda que no es el mapuche el conflictivo ni el terrorista, o que ponemos en riesgo la soberanía argentina, sino que se están defendiendo intereses de empresarios extranjeros muy poderosos".

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