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Ventanas abiertas y colchas: "es cada vez más difícil enseñar, cada vez más probable que nos enfermemos de Covid o por frío”

En plena segunda ola de contagios, Córdoba debe afrontar el dictado de clases de manera mixta, incluyendo la presencialidad en las escuelas, en un contexto de bajas temperaturas con ventanas abiertas por protocolo sanitario. Por Emi Urouro Hablamos con Samanta Levet, docente y delegada de una escuela pública secundaria de la ciudad de Córdoba, que […]

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En plena segunda ola de contagios, Córdoba debe afrontar el dictado de clases de manera mixta, incluyendo la presencialidad en las escuelas, en un contexto de bajas temperaturas con ventanas abiertas por protocolo sanitario.

Ilustración: Stefanía González.

Por Emi Urouro

Hablamos con Samanta Levet, docente y delegada de una escuela pública secundaria de la ciudad de Córdoba, que se encuentra por fuera del anillo de circunvalación en zona de fábricas y descampados, para que nos describa una situación que afecta a varios centros educativos, tanto estatales como privados.

El invierno se avecina

Nos comentó que el cursado presencial, desde la semana pasada que bajaron las temperaturas, se ha hecho realmente muy difícil. Pero no solo eso, sino que termina afectando el carácter pedagógico de lo que debería ser la clase. En las escuelas donde trabaja (públicas y privadas) no es que no haya calefacción, sino que no se puede encender por protocolo.

A eso se le suma las ventanas y puertas abiertas con ventilación cruzada, que respetamos a rajatabla para cuidarnos del covid pero que nos expone a docentes y estudiantes a otro tipo de enfermedades como resfrío, gripe, bronquitis o neumonía”, dijo Samanta.

Las y los docentes con los que trabaja, y ella misma, fueron a dar clase con mucho abrigo pero observan que no es la situación de sus estudiantes: “Me pasó de tener dos jóvenes con frazaditas en clase, pero muchos/as otros tienen apenas un buzo que es su mayor abrigo. Escuchamos decir que hay que fomentar pedagógicamente que los estudiantes vayan abrigados, lo que acá no se está diciendo es que la mayoría no tienen buenos abrigos”

Para la docente, la solución no es realizar roperos comunitarios como se supo decir por los medios, considera que no todos los estudiantes o familias se vestirían con ese ropera de la escuela por múltiples factores que son complejos como la realidad social misma. 

En relación al punto anterior, contó que se está preparando un documento oficial donde les sugieren implementar la ‘pedagogía del silencio’, hablar poco y hacer movimientos de cuerpos para entrar en calor.  

Las autoridades barajan todo lo anterior mientras las y los profesores dan clase, en su horario reducido, con barbijos, escafandras y viento helado cruzado, en ese marco, la entrevistada se pregunta: “¿Se puede enseñar y aprender en todo este contexto?”

Y responde: “Lo intentamos y reconocemos la importancia de la presencialidad, porque sabemos que nada reemplaza el encuentro cara a cara para poder enseñar-aprender. Pero al protocolo covid le sumamos ahora las sugerencias de los días fríos y se hace cada vez más difícil enseñar, mientras es cada vez más probable que nos enfermemos todos y todas. De covid 19 o por frío”.

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¿Qué proponen desde el Gobierno provincial?

“Hemos elaborado con el concurso de algunos expertos y sociedades científicas, pautar algunas normas de procedimiento ante las eventualidades de bajas temperaturas, con la base de la aireación cruzada necesaria para bajar los riesgos de contagios por coronavirus”, le dijo el subsecretario de Salud y Promoción Social del Ministerio de Educación, Carlos Paz, al programa Pensavalle Informa de Radio Universidad.

Además de plantear la necesidad de mantener a los alumnos y docentes con abrigo suficientes dentro de las aulas, el funcionario provincial mencionó que se aplicarían pausas activas áulicas. 

¿En qué consisten? En parar unos minutos el dictado de clases y dentro de las mismas aulas realizar movimientos mediante actividades ludo-recreativas de movimientos para entrar en calor, siempre respetando el distanciamiento y el uso de barbijos.

Este medio se pregunta: ¿tendrán en cuenta a las y los alumnos que no tienen el abrigo necesario? 

Con hambre y frío no se puede pensar

Levet explicó que el paicor en la escuela no está funcionando, se entregan módulos alimentarios a las familias, cuya demanda ha subido en relación a años anteriores y al porcentaje de la matrícula de la escuela. 

Pero este módulo no les asegura que el estudiante fue a la escuela con algo caliente en la panza, o que pudo comer ese día. En esa línea, advirtió que se descompensan estudiantes por ir a cursar sin comer y que, además, no hay cantinas. 

Especialmente ahora que llegó el frío me parece fundamental que puedan tomar algo caliente en la escuela. Creo que podría pensarse algún protocolo donde el estudiante se lleve su taza personal y se le pueda servir con distancia la copa de leche en el recreo. No es riesgoso y se puede implementar perfectamente con protocolo”.

Para Samanta, la alimentación es clave para que el estudiante pueda superar no solo el frío de la jornada, sino también para no descompensarse y poder tener la cabeza lúcida para aprender.

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Vacuna, divino tesoro

Hasta la fecha se aplicaron 810.153 vacunas: 624.933 corresponden a primeras dosis y 185.220 a personas completaron el esquema de inmunización con la segunda dosis.

De ese total,  un 12% corresponde a educadores de más de 60 años de todos los niveles educativos, docentes de nivel inicial, nivel superior, docentes de primer y segundo ciclo del nivel primario y de Educación Especial, así como personal estratégico prioritario.

“No estamos vacunados los docentes de secundario, ni los directivos ni los cargos. Tampoco tenemos fecha de vacunación. Estamos anotados desde febrero en el CIDI pero el turno nunca llega. Los pocos docentes de secundaria que tienen vacuna es porque trabajan también en primaria o en salud. En nuestra escuela son más o menos 6 sobre más de cien que somos”, dijo Samanta.

En relación al punto anterior, la profesora recordó que eran personal prioritario en febrero, junto con policías y luego del personal de salud. Se fue vacunando a docentes de inicial y primaria, quedan muy pocos de estos grupos sin inmunizar, pero los turnos a secundaria no llegan nunca, llevan ya tres meses de clases presenciales y siguen sin tener ni una sola dosis.

Cada tanda de vacunas que llegan leen en los medios que se suma un nuevo grupo prioritario para vacunar, pero a la secundaria nunca llegan los turnos para las primeras dosis:  “Nadie nos dice por qué”.

La gravedad del problema no termina ahí, la entrevistada denunció que muchos docentes no se han vacunado contra la gripe y la neumonía, esperando la vacuna de covid porque se dice que es mejor colocarla primero:

“Ahora se encuentran sin ninguna vacuna, dando clases en ese contexto de frío, expuestos a la gripe y a la neumonía, pero el turno nunca llega. En este marco, la angustia y la desesperación del docente de secundaria es inmensa, sabiendo que el contagio puede venir en cualquier momento”.

Samanta Levet, docente.
Ventanas abiertas, por protocolo sanitario

Según el último reporte  de la situación epidemiológica, al cierre de la semana 17 -sábado 1 de mayo a las 24 horas- finalizó con un total de 231.044 casos confirmados de coronavirus en la provincia

En esa línea, un alto porcentaje de los contagios se registra entre vínculos no laborales y en reuniones sociales; en relación a esto, solo un 13 por ciento se infecta en el ámbito laboral.

Al respecto, las palabras de la profesora reflejan esta situación: “A la falta de vacunación se le suma el desastre de ir a trabajar en transporte público. Colegas me mandan videos de cómo viajan en colectivo para ir a la escuela, sin un centímetro de distancia entre las personas, que se bajan los barbijos y cierran las ventanillas. Quizá la escuela y el aula no es precisamente el lugar de contagio, pero sí el transporte público cuando van a la escuela

¿Y los gremios donde están?

El miércoles de la semana pasada, Samanta nos comentó que tuvieron un plenario informativo de UEPC, donde cerca de 40 delegadas y delegados de capital se anotaron para hablar y contar todo esto que está pasando en las escuelas. 

En este marco, resaltó que todas las intervenciones fueron en la misma línea, con tono de angustia y desesperación. El gremio les respondió que tomaban nota de ésta realidad, que conocen y asumen que el gobierno Provincial incumplió la prioridad de vacunación, y que por ese motivo se han difundido notas exigiendo la vacunación de docentes. Pero esa es la única “acción” que ha ocurrido. 

En esa línea, el día 12 de mayo, la UEPC emitió un comunicado donde le exige a la Provincia priorizar la inmunización a docentes: “en plena segunda ola de contagios por Covid-19, desde UEPC exigimos a la Provincia que en función de las mas 320 mil dosis que recibirá durante mayo, priorice a los más de 50 mil docentes que aún no han sido inmunizados ni siquiera con el primer componente de las vacunas”.

Ahora bien, ¿Qué exigencias puntuales se le puede hacer al Estado?

  • La vacunación URGENTE del personal docente de secundario o la suspensión de la presencialidad hasta que eso ocurra.
  • Que se considere la virtualidad para días de frío extremo. 
  • Que se les de comida caliente de paicor en la escuela a las y los estudiantes. 
  • Que se resuelva la situación del transporte público que es un caldo de contagio.

Anoche, Diego Saurina, Mesa Coordinadora ATE-Educación, confirmó la presentación de un pedido para suspender la presencialidad ante el ministro de Educación, Walter Grahovac.

Esa medida sería hasta tanto las condiciones sanitarias permitan un retorno seguro, a las aulas, teniendo en cuenta que tenemos un 92% del territorio provincial en máxima alerta epidemiológico.

Cuidemos la docencia, cuidemos a quienes educan a las futuras generaciones

Lo que relata Samanta se repite en otras instituciones, ya sean públicas o privadas, urbanas o rurales, la ventilación tiene que ser cruzada siempre, y por más que la escuela tenga calefacción no se puede encender por protocolo covid. Pero los abrigos no son iguales, ni la alimentación es universal.

Queremos cerrar con las palabras de esta profesora, reclamo compartido por sus compañeros y compañeras de este oficio tan noble, pero tan bastardeado que es la enseñanza: “Priorizamos la presencialidad, pero lejos está de ser cuidada. No nos están cuidando ni a docentes ni a estudiantes”.

Emilia Urouro

Encargada de la redacción de las notas y de generar contenido para las diferentes plataformas del Resaltador. Feminista, popular y nacional.
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