Resaltadas

Tu mami... ¡Es una tonta!

Tanto en la vida real como fuera de ella (en el cine y la literatura, por ejemplo), maestras y profesores, con papeles principales o secundarios, están ahí, dándole vida a personajes memorables, detestables o fácilmente olvidables. Por Cristian Montú ¿Eres africana Amanda? le pregunta Tronchatoro a la estudiante que lleva trenzas, antes de aplicarle el […]

🕒  7 minutos de lectura

 | 

Tanto en la vida real como fuera de ella (en el cine y la literatura, por ejemplo), maestras y profesores, con papeles principales o secundarios, están ahí, dándole vida a personajes memorables, detestables o fácilmente olvidables.

Por Cristian Montú

¿Eres africana Amanda? le pregunta Tronchatoro a la estudiante que lleva trenzas, antes de aplicarle el “martillo” y lanzarla por los aires. “Les juro por Dios que no entiendo por qué los niños tardan tanto en crecer, creo que lo hacen a propósito para molestarme” se pregunta indignada en otra de las escenas (después de descubrir que la Señorita Miel enseña el abecedario recitando como si se tratara de poesía) y sinceramente no son pocos los días en que uno podría preguntarse lo mismo cuando se transita el camino de la docencia. 

El contraste obvio y exagerado entre la temible Directora Tronchatoro y la Señorita Miel, funciona en muchos niveles y es gracioso cuánto puede retrotraernos a recuerdos que podíamos creer olvidados de nuestros propios recorridos por los laberínticos pasillos del sistema educativo. Maestras y profesoras queridas, maestras y profesoras odiadas por las razones más diversas.

No vamos a ventilar con nombres y apellidos (para evitarnos amenazas de juicios) pero las aulas están pobladas de personajes inquisidores, siniestros y autoritarios. También hay, por suerte, maestros y maestras que dejan verdaderas huellas aunque después no recordemos los aprendizajes que nos enseñaban específicamente. Tanto en la vida real como en el cine y la literatura, las maestras, con papeles principales o secundarios, están ahí, dándole vida a personajes memorables, detestables o fácilmente olvidables.

Lecturas escolares

Hay un cuento que siempre leemos en clase y que suscita los mismos debates en chicos y chicas. En la antología Lecturas grabadas del Plan Nacional de Lecturas se recopilan relatos y cuentos de diversos autores del país y de América Latina: Graciela Montes, María Teresa Andruetto, Enrique A. Imbert, Roberto Arlt, Abelardo Castillo, Gabriel García Márquez, entre otros. Las historias pueden leerse o escucharse, y no tienen desperdicio.

Lila y las luces de Sylvia Iparraguirre es un cuento que retrata la vida de Lila y su familia en el medio de los cerros en la provincia de Neuquén, todo es lejanía y quietud, misterio y fascinación por unas luces que se vislumbran a lo lejos y que bien podría ser el Anchimallén, un temible enano que secuestra y asesina chicos. Cada mañana Lila se encarga de sus hermanos menores mientras su mamá cuida las cabras que pastorean a lo lejos, el padre hace changas en la ciudad y vuelve pocas veces al año. Ella prepara el desayuno e intenta en vano hacer la tarea que le dejó el maestro, no entiende la consigna y el tiempo tampoco le alcanza.

Lecturas escolares: Imagen de la editorial

Va con miedo a la escuela, no hizo la tarea y debe devolver el libro para que otro estudiante pueda llevárselo a su casa, así funciona la cosa y como no hay un libro para cada uno deben compartir el material de trabajo: “En el patio, se juntan con sus compañeros hasta que toca la campana, pero Lila no juega, está inquieta. No pudo hacer la tarea y tiene miedo de que el maestro se enoje. Es el segundo año que viene a la escuela y su mamá dice que si otra vez repite, la saca. A muchos chicos no les da la cabeza, y hay que ver si a Lila la escuela no le hace perder el tiempo”

A la hora del debate, para los chicos el maestro juega un papel fundamental en el destino de Lila ya que no le presta mucha atención cuando ella se anima a preguntar por lo que no entiende. Aunque el relato deja en evidencia problemáticas más profundas que la desidia del estado al asignar un solo maestro para una escuela de montaña que debe encargarse de educar al conjunto de estudiantes más allá de sus necesidades y requerimientos particulares. 

Lo brutal y desolador del paisaje se conjuga a la perfección con la belleza del entorno desde que inicia hasta que termina el día. La cadencia en el ritmo de la narración también es importante, a medida que a Lila le va ganando el sueño el lector casi que puede sentir cómo se le cierran los ojos.

Te puede interesar: “Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?”

Ni puedo ni quiero

A Lydia Davis la conocí por ese relato muy breve que circuló en las redes donde la protagonista habla de la muerte de su perro y la única presencia del paso del animal por su vida son los pelos que han quedado desperdigados en la casa: “Deberíamos tirarlos. Pero es lo único que nos queda de él. No los tiramos. Tenemos una esperanza loca: si recogemos suficientes, vamos a poder armar el perro otra vez.”

La autora estadounidense es una de las más aclamadas de nuestro tiempo. Sus cuentos son famosos, reseñados y recomendados. La obra, publicada en Argentina por la Editorial Eterna Cadencia, me generaba curiosidad pero siempre terminaba posponiéndola. Aprovechando descuentos y envíos gratis es que finalmente llegué a sus cuentos y al principio no me parecieron destacables, estaban bien escritos pero no mucho más. Hasta que leí Carta a la fundación y entendí el hype que rodea a la obra de Lydia Davis. 

Una profesora universitaria acaba de ganar una beca y decide escribir una carta en agradecimiento a la fundación que se la otorgó. Un mero gesto de cordialidad termina siendo el medio para que la protagonista ponga en palabras todo aquello que la aqueja desde que forma parte del mundo académico. La sorpresa es genuina ya que nunca pensó que recibiría la beca, y una vez que la obtiene comienza una lucha interna contra sus demonios y se sincera de un plumazo: “Enseñar ha sido siempre tan difícil. A veces ha sido un desastre…”

Ni puedo ni quiero:  Imagen de la editorial

La duda y la indecisión afloran desde lo más profundo de la profesora que asume que ya no desea seguir enseñando pero por motivos económicos no puede dejar de hacerlo y cada mañana se dirige a su trabajo “...deseando que algo apareciera y me rescatara, o que hubiera un accidente menor, uno en el que nadie saliera lastimado, o al menos no gravemente herido, que me impidiera ir a dar la clase.”  Pero… ¿será la beca su salvación?

Libros, librerías y ofertas

En algún momento les hablé de mis accidentadas vacaciones, en un párrafo que finalmente eliminé de aquella columna había registrado mi recorrido por el centro de Mendoza intentando encontrar librerías que no fueran franquicias de las más conocidas de nuestro país, no lo logré porque no me gusta caminar y me rindo fácil. A pesar del fracaso inicial, terminé comprando a mitad de precio una novela en una librería que anuncia su inminente cierre.

La novela en cuestión es Degüello de Gabriela Massuh y confieso que fue un verdadero acierto haber comprado el libro. La historia gira en torno a la amistad de María, una profesora universitaria con una vida signada por la soledad, y el Topo, un personaje intersexual con una belleza innegable, una belleza que “...tenía algo avasallante, más allá de los géneros, tenía el aura y la intensidad de un paisaje añorado…”

Libros, librerías y ofertas:  Imagen de la editorial

Las diferencias que deberían separarlos, los unen. Y juntos asisten al espectáculo del momento, el asesinato de un alto funcionario del gobierno de la ciudad que se dedica a hacer negociados fraudulentos con el espacio público mientras la gente más pobre es expulsada hacia unas orillas más miserables y oscuras de las que ya habitan. 

La novela que en ocasiones bordea lo distópico y otras simplemente se asemeja a la descripción de un futuro cercano totalmente posible de realizarse bajo el mando de personajes y políticos siniestros, es también por momentos un remanso poético imposible de abandonar.

Enterate acá
Enterate acá
Enterate acá

Más de lo último