Actualidad

Por el derecho a decidir: la historia entre una madre y su hija

La autora María Teresa Andruetto sumó su obra “Con mi hija en auto” a la campaña por los 30 años de Católicas por el Derecho a Decidir. Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) está celebrando sus 30 años de organización y, en ese marco, lanzó la campaña "Una Historia de Amor". En ella, recupera […]

🕒  2 minutos de lectura

 | 

La autora María Teresa Andruetto sumó su obra “Con mi hija en auto” a la campaña por los 30 años de Católicas por el Derecho a Decidir.

Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) está celebrando sus 30 años de organización y, en ese marco, lanzó la campaña "Una Historia de Amor". En ella, recupera las voces de mujeres, diversidades y feminismos populares, para traer a la memoria los recorridos individuales y colectivos en la lucha y defensa de los derechos humanos.

María Teresa Andruetto, la reconocida autora cordobesa, se sumó a la campaña y le puso cuerpo, voz y letra al relato "Con mi hija en auto". Este escrito rememora una experiencia personal atravesada por el dolor, pero también por la posibilidad del encuentro con otras para sanar.


Una historia de amor

Católicas por el Derecho a Decidir nació de la mano de un conjunto de mujeres católicas y feministas que hace más de 30 años se animaron a desobedecer los mandatos de la maternidad obligatoria y a pensar otras formas de vivenciar la espiritualidad.

La organización, surgida en 1993, se constituyó en una de las voces claves en el trabajo por la legalización del aborto seguro y gratuito en la Argentina.

La campaña "Una historia de amor" se propone contar esta historia de lucha y movilización en favor de los derechos en múltiples formatos, sonoros y audiovisuales.

El relato completo "Con mi hija en auto", de María Teresa Andruetto

Íbamos con tu hija durmiendo en el asiento de atrás, hablando las dos en moderno ego sobre cómo lo real atraviesa la experiencia del cuerpo y de la psiquis. ¿Estás cansada? Pregunté, y en seguida pensé que había hablado por demás. En otros tiempos reprochaba. No hables fuerte, no hables tanto, no hagas gestos. Pero anoche, la oscuridad del camino que va a casa.

Preguntaste por mis partos, mis puerperios y yo te conté de aquella noche llegando más muerta que viva al hospital. Largué lo que tenía atascado en la garganta. Y vos dijiste. A mí si me hacen eso, los mato. Te juro que los mato. Hablábamos las dos de un modo nuevo en medio del camino, con tu hija durmiendo en el asiento de atrás.

Entonces me contaste lo que habías leído. Que todo el dolor que guarda el útero se sana en los hijos de los hijos. Y la resaca que guardaba se fue limpiando entre los saltos del auto sobre el ripio.

Cristian Dominguez

Redactor y co-productor de contenidos para el sitio web y las demás plataformas de El Resaltador.
Ver más notas
Enterate acá
Enterate acá

Relacionado

Enterate acá

Más de lo último