La inteligencia artificial en la moda se instaló hace algunos años pero desde hace poco tiempo ha escalado su producción y ya son muchos los diseñadores que están trabajando en colecciones super realistas.
Por Sol Cortez
La pandemia nos obligó a vincularnos con la tecnología de otra manera. Lo que antes era opcional para quiénes deseaban una relación más fluida con las nuevas formas de comunicación, durante 2020 se volvió una necesidad básica.
Con ésta situación la exploración virtual se convirtió en una experiencia inmersiva. Cada vez que se descubre que se puede llegar más allá, se supera un nuevo límite. Sin ir más lejos en estos días se han viralizado imágenes altamente impactantes producidas con inteligencia artificial.
La veracidad de las imágenes sólo puede ser desmentida por sus realizadores, porque no existe ninguna huella en ellas que nos permita discernir entre lo real y lo falso. Inquietante, ¿Verdad?.
Miles de interrogantes se abren y se comienza a reflexionar sobre hasta dónde puede llegar. Bueno, al parecer muy lejos y con dudas sobre qué representa para la humanidad este hecho. Así lo confirmaron quiénes están invirtiendo dinero, mucho dinero de hecho, en avanzar con estas investigaciones. Elon Mask, Sam Altman, Steve Wozniak, Emad Mostaque, entre otros Ceos de los principales laboratorios tecnológicos trabajan en inteligencia artificial. Comunicaron que es necesario detener los avances hasta tanto saber si dicha tecnología puede controlarse.
Parece ciencia ficción, pero no lo es. Hasta ahora ustedes dirán, bueno y qué tiene que ver la moda con todo esto. Al parecer la moda y otras expresiones del arte como la fotografía y el arte visual están siendo utilizadas para experimentar sobre comportamientos y tendencias de consumo. También posibilidades reales de venta de productos en escenarios virtuales. Algo así como un gran experimento que se transmite por redes sociales y páginas web.
Si bien esto tiene un comienzo de larga data, cuando los videojuegos permitieron la caracterización de avatares, se comenzó a diseñar indumentaria para la virtualidad. Así fue cómo surgieron colaboraciones con marcas, entre las más reconocidas se encuentran las de ropa deportiva y el PES (Pro Evolution Soccer). En donde se encontraba la posibilidad de vestir a los jugadores de fútbol a través de la compra de la indumentaria que realmente llevaban en la cancha.
También en los primeros juegos de rol que se podían descargar en celulares. Podías vestir, maquillar y peinar a distintos personajes. Pero como sabemos la ropa y los accesorios que se veían distaban bastantes de los que podíamos usar cotidianamente.
De un tiempo a esta parte los NFT (tecnologías de token no fungible) fueron la antesala de lo que está sucediendo actualmente. Esta herramienta que permite diseñar imágenes sumamente reales y que se pueden comercializar digitalmente, permiten que sólo sea por su creador, sin posibilidad de que sean replicadas infinitamente por otras personas que no sean sus autores. Este elemento fusionado con inteligencia artificial, permitió que se comiencen a producir diseños y fotografías que combinan el talento del artista o diseñador con elementos que sólo pueden recrearse en la virtualidad.
Ejemplo de este fenómeno es el proyecto de The Fabricant que desde 2021 diseñan objetos de moda virtuales. En esta página se pueden adquirir de manera exclusiva y están pensados para utilizar en realidades virtuales únicamente. Se lanzan colecciones que van desde atuendos completos a accesorios que parecen estar incrustados en el cuerpo, como cuernos. Allí también se puede acceder a membresías exclusivas para eventos IRL y URL, para co creear en línea personalizando aún más los objetos y también te permite conectar con una comunidad exclusiva que participa de éste show fashionista.
Lo asombroso de la plataforma es que recrean una experiencia completamente distinta a la de simplemente vestir un avatar. En la última colección titulada XXORÍAS la inmersión sensorial está realmente muy bien lograda, el trabajo digital en texturas, la fusión con la anatomía humana y el entorno son muy impresionantes. Todo invita a sumergirse allí.
Es asombroso poder pensar en el diseño y la moda de esta forma tan lúdica. Aunque también atemoriza que el uso de la tecnología se siga utilizando para experimentar en formas que suplantan nuestro vínculo real y que al mismo tiempo sólo cumplen el objetivo de entretener. Todos estos avances se podrían pensar en planificación responsable para evitar el desperdicio y el sobrestock actual industria de la moda, que causa estragos en nuestro planeta. Por el contrario se intentan ensayar nuevos escenarios de vinculación super exclusivos y lujosos para que al igual que el mundo real, sólo unos pocos puedan acceder.
Como toda innovación, probablemente con el tiempo veremos los alcances e implicancias en nuestra vida cotidiana. Por el momento nos queda el asombro por la novedad pero también las reflexiones sobre a dónde vamos como humanidad.