El Salvador: "Bukele copó ilegalmente todo el Estado"

A pesar de que la Constitución no le permitía reelegir, Bukele se presentó igual y ganó las elecciones presidenciales por un significativo margen. ¿A qué factores se debe su popularidad y aprobación? El Resaltador dialogó con Luis Canizales, periodista salvadoreño.

El domingo pasado, Bukele ganó las elecciones presidenciales con un 85% de los votos, en medio de denuncias de la oposición por "serias manipulación" del sistema electoral y la inconstitucionalidad de la candidatura de ahora dos veces Presidente. El joven mandatario calificó de “récord en toda la historia democrática del mundo” a su triunfo.

El Tribunal Supremo Electoral demoró la publicación de los datos hasta que finalmente dijo que gran parte del escrutinio debía volver a realizarse por las irregularidades aunque de todas formas confirmó la victoria de Bukele.

La legitmidad popular del Presidente es tal que se permite hasta anunciar a pública voz lo que significa un cambio de régimen democrático en el país. "El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en tener un partido único en un sistema plenamente democrático".

Sin embargo, el periodista Luis Canizales no opina lo mismo. "Bukele copó ilegalmente todo el Estado, no hay un un margen de maniobra para poder detener sus arbitrariedades", acusa. Pues todas las instituciones estatales y hasta las judiciales han sido cooptadas por el bukelismo. El Estado de Excepción en el que sumergió al país con su relato de combate a las pandillas fue denunciado en reiteradas oportunidades por organismos de Derechos Humanos nacionales y extranjeros, pues la cantidad de personas que son diariamente detenidas y enviadas a las cárceles de máxima seguridad no tienen límite.

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"Es preocupante ver como la comunidad internacional no alza la voz para denunciar la destrucción de las instituciones democráticas en El Salvador", denuncia Canizales.

Más de 74.000 personas - equivalente a más del 8% de la población masculina joven - han sido encarcelada en el Salvador en sus últimos años de gobierno.

"El Gobierno copó todos los poderes mientras se dedicaba a hacer una enorme propaganda política de cada mínima cuestión que entendían como un logro", opina el periodista. "La propaganda ha sido efectiva, muchos salvadoreños realmente creen que vivimos en el país que pintan en la tele, donde somos 'próspero y desarrollados'", agrega.

El relato de la pacificación del país mediante una fuerte política violadora de los derechos humanos en las calles y en las cárceles, logró entrar en la subjetividad de millones de salvadoreños. Así lo entiende Luis: " La gente cuando le tu le planteas un problema entre estado de derecho y seguridad obviamente que te va aceptar o te o te va a reivindicar todo lo que tiene que ver con su su seguridad".

La "seguridad" y su relato material y simbólico es sin dudas el gran ganador del discurso político salvadoreño, lo que le permitió a Bukele calar hondo en una sociedad atravesada transversalmente por la violencia callejera.

A su vez, el entrevistado también recalca un factor importante que indirectamente le es funcional al Presidente: el debilitamiento de la oposición. "Estuvieron lejos de poder articular un discurso que pueda convencer a algunos sectores de la sociedad, básicamente lo que han estado haciendo estos años es respondiendo a los ataques del gobierno sin más", acusa.

Ejercer el periodismo en El Salvador: una profesión cada vez más peligrosa

Para el entrevistado, "en los tres últimos años se agudizó el acoso, la persecución hacia la prensa, sobre todo a la prensa crítica y metódica".

El periodista afirma que son de gran importancia los cursos y estrategias de seguridad digital y física que tienen lugar entre varios periodistas que cuidan sus fuentes y propias vidas.

"Es un gran desafío para nosotros eh continuar haciendo nuestra labor más allá de todas las limitantes el gobierno le ha le ha impuesto a la prensa, como del acceso a la información pública o la posibilidad siquiera de poder entrevistar a los funcionarios públicos", denuncia.

A pesar de que Bukele afirme que "en El Salvador todos los periodistas son libres", desde la revista salvadoreña Elementos hacen conocer otra realidad.

"Nayib obvio mencionar el caso de Víctor Barahona, un periodista comunitario que fue capturado en el régimen de excepción, días después de haber entrevistado a Rodolfo Pereira, un representante de vendedores informales descontento con el Gobierno. Tampoco mencionó el caso de Benjamín Amaya, padre de la periodista Carolina Amaya. A don Benjamín se le capturó días después que su hija publicó una investigación periodística relacionada a la suegra de Bukele" denuncian desde la revista.

A su vez, solo en el desarrollo de la jornada electoral, la Asociación de Periodistas de El Salvador, reportó 173 agresiones a periodistas, destacando: restricciones a la prensa. intimidación, declaraciones estigmatizantes, acoso digital, como algunos inconvenientes para ejercer la profesión.