Anticipan que Argentina no firmará el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea

Tanto Santiago Cafiero, ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, como el presidente saliente, Alberto Fernández, señalaron que hay resistencia europea y aspectos negativos para la producción nacional.

Este jueves, el presidente saliente Alberto Fernández realizará una de sus últimas actividades como mandatario y señaló que, por el momento, Argentina no firmará el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.

Este 7 de diciembre se realizará la 62° Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Río de Janeiro, con dos temas principales en agenda: el anuncio de la adhesión de Bolivia como miembro pleno del Mercosur, después de la ratificación por parte del Senado de Brasil el martes último; y la posible firma del acuerdo comercial entre los bloques económicos.

Sobre este último punto, se generó la controversia porque Argentina podría no firmar el acuerdo de no realizarse modificaciones sustanciales y positivas para el país.

El ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, indicó: "Siempre planteamos la necesidad de modificarlo, porque podría resultar desfavorable para el desarrollo de la región".

Por su parte, Alberto Fernández señaló que "el acuerdo Mercosur-Unión Europea no se ha firmado no porque Argentina no quiera, sino porque encontró resistencia dentro de Europa". A lo que agregó que su intención es "firmarlo" porque cree que "geopolíticamente es correcto un acuerdo" entre ambos bloques, pero advirtió que para hacerlo quiere discutir antes "determinadas condiciones que nos permitan sostener y hacer crecer nuestras industrias".

En tanto que Lula también criticó el acuerdo y puso en duda su firma apuntando a la falta de voluntad europea: "Asuman la responsabilidad de que los países ricos no quieren hacer un acuerdo por la perspectiva de tener que hacer concesiones y siempre ganar más", retrucó Lula y añadió: "Nosotros no estamos colonizados. Somos independientes. Solo queremos ser tratados con el respeto de países independientes que tienen cosas para vender, y las cosas que tenemos para vender tienen precio".

Uno de los dectractores del acuerdo en Europa es el presidente francés Emmanuel Macron, quien dijo que "no era bueno para nadie"; porque "se negoció hace mucho tiempo", y porque "no toma en cuenta la biodiversidad y el clima". "Solo desmantela aranceles", se quejó.

La futura canciller Mondino sí se mostró a favor del acuerdo e indicó: "agradeceríamos que Alberto Fernández, como presidente saliente, pueda concretar el acuerdo entre el Mercosur y la UE", expresó el jueves pasado en el marco de un evento de la UIA.

Te puede interesar: ¿El MERCOSUR se le planta a la UE?

Aspectos negativos

El acuerdo comenzó a cocinarse en 2019, en medio de la gestión de Mauricio Macri como presidente de Argentina y Jair Bolsonaro como presidente de Brasil.

En términos básicos, el tratado propone "libre comercio" entre los países que integran ambos bloques con un esquema progresivo de baja de aranceles para algunos productos claves. Entiéndase para los productos industrializados provenientes de Europa y las materias primas y alimentos del Mercosur, principalmente.

Las reticencias del bloque de América del Sur provienen de aspectos negativos, principalmente para las industrias nacionales. "Primero, porque tendrá un efecto negativo sobre el mercado interno -por la competencia que significa para las PYMES argentinas el ingreso de productos de origen europeo- y, al mismo tiempo, las empresas argentinas perderían una parte significativa de sus exportaciones a Brasil --el principal socio comercial de la Argentina-- y al resto de los países del Mercosur", argumentan desde el Gobierno nacional.

En este sentido, uno de los puntos más críticos es el Pacto Verde europeo firmado en 2019, que establece una serie de medidas que apuntan a reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de acá a 2030 en comparación con los niveles de 1990.

Se espera que estas nuevas regulaciones afecten a su vez las exportaciones de los países de la región, puesto que establecen, entre otras cosas, que la Unión Europea dejará de comprar productos que provengan de zonas de deforestación, además de plantear una reducción del 50% en el uso de pesticidas, fertilizantes y productos veterinarios para el año 2030, una exigencia que se presume será trasladada a los proveedores externos, entre ellos los latinoamericanos.

A su vez, se plantean sanciones a los productos que no cumplan con las condiciones establecidas en el pacto verde.

A respecto, el presidente francés, Emmanuel Macron, indicó: "Estoy creando en mi país un mercado en vías de descarbonizarse para permitir a la gente de aquí consumir productos de fuera que implican más emisiones. Estaríamos locos".

De esta manera, las reticencias del bloque de Mercosur señalan que el acuerdo con la Unión Europea sería negativo para la industria local al tener que competir con productos internacionales sin aranceles de importación. A su vez, también los productos de materia prima deberían competir con los productos alimenticios de Europa que cuentan con apoyo de los estados nacionales.

En esta nota: Mercosur, Unión Europea