Córdoba

3 años sin Delia: caminar por el pueblo de su ausencia

El 18 de septiembre de 2018, Delia Gerónimo Polijo salió de la escuela, empezó a caminar con compañeras hacia su casa, y desapareció. En La Paz, una localidad serrana, falta una adolescente, falta una verdad, falta justicia. Este sábado se cumplen tres años sin saber qué pasó con Delia. Tenía 14 años cuando fue vista […]

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El 18 de septiembre de 2018, Delia Gerónimo Polijo salió de la escuela, empezó a caminar con compañeras hacia su casa, y desapareció. En La Paz, una localidad serrana, falta una adolescente, falta una verdad, falta justicia.

3 años sin Delia: caminar por el pueblo de su ausencia. Laura Castillo; Modesta Gerónimo; Roxana Bonafont.

Este sábado se cumplen tres años sin saber qué pasó con Delia. Tenía 14 años cuando fue vista por última vez, a tan solo 500 metros de su hogar. Desde entonces, su familia, organizaciones por los Derechos Humanos, agrupaciones feministas, y parte de la sociedad, se preguntan: ¿dónde está Delia?

El 1° de septiembre, el viento de Santa Rosa recorre La Paz; hace calor; el sol pega fuerte. En la plaza central, Modesta, madre de la adolescente desaparecida, está sentada sobre el pasto. La acompañan dos activistas feministas, del colectivo Mujeres que Abrazan, Roxana Bonafont y Laura Castillo, habitantes del Valle.

La ausencia de la joven se refleja en los carteles con su rostro, que se encuentran pegados en los negocios que rodean al centro de la localidad transerrana. Las imágenes rompen con la armonía del paisaje, interpelan, recuerdan que en el pueblo falta Delia.

Una madre atravesada por la búsqueda y la ausencia 

Modesta trabaja en los hornos de ladrillo junto a su familia. Ese mediodía cortó unas horas antes. De la plaza a un almacén que se ubica a una cuadra, total silencio. El negocio pertenece a Roxana. Es un lugar más privado para hablar. 

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“Estos tres años nosotros la hemos pasado muy mal, muy mal desde esa vez. No sabemos dónde está, no sabemos. Están mal mis hijos, nosotros, todos. No sabemos nada, y me preguntan mis hijos: ¿qué hay de nuevo, qué es lo que sabés? No hay qué responder”, dice Modesta, que no deja de sostener un cartel que reclama por la aparición de su hija.

Los hermanos de la adolescente quieren respuestas. La causa judicial está radicada en la Fiscalía de Primera Nominación de Villa Dolores , ubicada a 41 kilómetros de La Paz, a cargo de la fiscal Lucrecia Zambrano. Pero no hay información oficial y pública sobre qué pasó. 

El sol de la siesta serrana arma sombras en el medio del local. Roxana y Laura escuchan atentamente, como lo hacen desde el primer día. La pregunta “¿Dónde está Delia?” recorre el inconsciente de quienes allí estamos.

“‘Estamos trabajando, estamos trabajando’, me dicen nomás, pero no hay respuesta”.

Modesta

Un hecho de la investigación muestra la desprolijidad de la instrucción: se indagó a la familia de la adolescente porque se pensaba que la habían vendido. Actualmente, el principal sospechoso es Mauro Martínez, un empleado municipal que apareció ahorcado tres meses después de la desaparición de la joven.

“Yo pido ayuda para que se sepa de mi hija. Que las autoridades me ayuden a buscar a mi hija. Yo no quiero vivir más así, es un infierno lo que estamos viviendo ahora. No quiero. Quiero vivir feliz con mis hijos y no quiero más dolores”.

Modesta

Mujeres que Abrazan, esa contención vital

Modesta terminó de hablar, Roxana le alcanza un pañuelo y un vaso de agua. Laura, se acerca a sus compañeras, y luego, abraza a esta madre que no deja de buscar a su hija.

De nuevo el cartel, el rostro de Delia que no permite que se la olvide, lo sostienen las activistas. El silencio de la siesta en La Paz, solamente es interrumpido, ocasionalmente, por alguna moto que pasa. Mujeres que buscan a una adolescente.

 “Cuando comenzó esto, nunca pensamos que íbamos a estar acá hoy, después de casi tres años haciéndonos las mismas preguntas que el primer día: ¿dónde está Delia? ¿Qué le pasó? ¿Quiénes fueron los culpables? ¿Hay un culpable o varios? ¿Quiénes fueron? ¿Son del pueblo? Me aterra esa idea también, que sea alguien del pueblo, porque somos madres, somos vecinas, y creo que también por eso tenemos que llegar a la verdad porque el pueblo se llama La Paz y desde que Delia desapareció no hay paz”, dice Bonafont.

Para Roxana, que acompaña a Mario y Modesta desde el primer día, es fundamental saber qué le pasó a la joven, para que estos padres puedan seguir su vida con sus otros hijos e hijas. Además, cree que descubrir quién fue o quiénes fueron va a traer un poco de tranquilidad: “ya no somos las mismas, creo que el pueblo no es el mismo”.

Laura considera que es la familia con el apoyo de la comunidad y las organizaciones quienes hacen que hoy la búsqueda de Delia siga en pie. “Nos obligó a organizarnos”, enfatiza.

“Cuando a Delia la desaparecen, Silvia Gloria Gallardo, Marisol Rearte —en 2018 se confirmó su muerte, a partir de identificar restos óseos— y su hija, Luz Morena Oliva, llevaban 4 años desaparecidas y estaba como encapsulada a sus pueblos, todos de Traslasierra, la lucha, a sus familias. Delia corrió ese velo y masificó la lucha, la unió, porque marchamos mucho tiempo a diario, por un gran compromiso de no naturalizar la desaparición, en otro contexto histórico”, relata Castillo.

Al igual que el abogado Germán Romero Marcón, las activistas cuestionan el accionar de la Justicia. Para Laura, “Justicia lenta no es justicia. Pasaron tres años y no sabemos qué pasó con Delia”

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Por su parte, Roxana señala la falta de empatía de la justicia con la familia Gerónimo, sobre todo en la comunicación. Durante los primeros meses, se puso el foco en que "ya va a aparecer". 

“La familia y la comunidad no podemos quedarnos en la espera, en una pausa como sí, en algún momento ‘se va a saber’. No se puede hacer un duelo porque no se sabe qué es lo que pasó y eso es responsabilidad de la Justicia. Todo es responsabilidad de la Justicia”, dice Bonafont.

Desde Mujeres que Abrazan plantean que falta apoyo municipal de las principales autoridades. Aún así, destacaron la existencia de la oficina del área de Derechos Humanos y Géneros que acompañan la causa.

Tres mujeres en un cuarto, exigiendo saber qué pasó con Delia. Ya no molesta el calor, ni el viento. Solo se piensa en los tres años de impunidad.

“Basta a los silencios, necesitamos que los que sepan algo que lo hablen con alguien. Basta de hermetismo desde la Fiscalía. Basta de esa barrera que pone la Justicia”, resume Laura.

En La Paz, es común que las personas caminen por senderos y rutas, o hagan dedo y que un vecino o vecina las acerque a sus hogares, por las bajas frecuencias de los colectivos. Delia desapareció cuando caminaba hacia su casa, después de salir del colegio antes por actividades de la semana del estudiante, al igual que sus compañeros y compañeras.

El Poder Judicial aún no da respuestas sobre su desaparición. Mientras, hay un pueblo que no la olvida y una familia que no deja de buscarla.

Por eso, este sábado 18 de septiembre, organizaciones y familiares convocan a marchar a las 17 horas en la plaza de La Paz. Atenti: se movilizará siguiendo el protocolo vigente por covid-19.

Dónde comunicarse para aportar información:

  • Unidad Judicial de San Martín 156 de la ciudad de Villa Dolores: Tel. 03544-424778
  • Comisaria de la Paz: Tel. 03544-496600
  • Dependencia policial más cercana o al 101 de la Policía

Emilia Urouro

Encargada de la redacción de las notas y de generar contenido para las diferentes plataformas del Resaltador. Feminista, popular y nacional.
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