Pueblos originarios

11 de octubre, el genocidio de nuestra tierra

Desde chicos, en esta fecha celebrábamos algo impuesto, algo ignorado. Hoy, a partir de la memoria y la propia visibilización de las culturas indígenas, el calendario invita a materializar las luchas de nuestros pueblos originarios. Por Maximiliano Taibi y Ramiro Quintanilla En 2021, conversamos de identidad y territorio con referentes de comunidades locales. No hay […]

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Desde chicos, en esta fecha celebrábamos algo impuesto, algo ignorado. Hoy, a partir de la memoria y la propia visibilización de las culturas indígenas, el calendario invita a materializar las luchas de nuestros pueblos originarios.

Caminata de los pueblos originarios de Córdoba en septiembre. Foto: Cobertura colaborativa entre El Enfant Terrible, La Tinta y El Resaltador.

Por Maximiliano Taibi y Ramiro Quintanilla

En 2021, conversamos de identidad y territorio con referentes de comunidades locales. No hay nada que festejar.

Cada 11 de octubre teníamos una versión contada por nuestras familias en la que la llegada de Colón a América no era lo mejor para los pueblos originarios. Porque ahí empieza nuestro gran calvario que al día de hoy, no se reconoce que ese fue el primer genocidio en las tierras que hoy llamamos Argentina.

Julia Marta Ceballos, curaca de la comunidad rural Arabela.

El 11 es el último día de la América libre. Ese dolor y barbarie por la que pasamos está dentro de nuestra sangre. Pero también es el momento de empezar a construir desde el respeto a todas las culturas. (...) Es respeto y memoria. Y empezar a cambiar el rumbo para que podamos construir en coexistencia. El pueblo actual y los pueblos ancestrales.

Héctor Tulián, Comunidad Villa Nueva.

En principio, el 11 de octubre fue el último día de libertad de los pueblos originarios. Por eso, no hay nada que festejar. La palabra "festejar", impuesta por el colonialismo, es para nosotros totalmente nefasta para los que venimos de pueblos indígenas.

Carlos Reyna, Nahuan de la comunidad Timoteo Reyna.

Así comenzaban a darnos algunas definiciones tres referentes de comunidades indígenas locales. sus palabras sobre esta fecha, antes que interpretarlas y reasignarles un sentido.

¿Cuántas comunidades habitan el territorio de Córdoba?

Los datos demográficos suelen ser importantes a la hora de hablar de sectores de la población. Ahora bien, si tenemos en cuenta a comunidades preexistentes a quizás los números no sean representativos. Más aún si tenemos en cuenta que el último censo fue realizado en 2010.

El dato de aquel relevamiento indicaba que: "Hay 21.706 hogares que albergan a 51.142 personas (25.731 varones y 25.411 mujeres) pertenecientes a algún pueblo indígena u originario en la provincia de Córdoba". El total de la población cordobesa relevada fue de 3.258.534 personas. El informe completo, acá.

Ahora bien, en Córdoba funciona el Consejo Provincial Indígena (CPI), cuyo presidente es Héctor Tulián, referente de la comunidad Villa Nueva que consultamos. Nos indicó que en esta organización hay registradas 15 comunidades, y existen otras que deciden no participar de CPI.

Identidad: "Cuando las voces territoriales hablan se rompe el silencio colonial"

Caminata de los pueblos originarios de Córdoba en septiembre. Foto: Cobertura colaborativa entre El Enfant Terrible, La Tinta y El Resaltador.

Respecto a la identidad, hay una transformación en las formas y la visibilización de la culturas originarias. Decir "soy indígena" hoy es posible dado que han cambiado las condiciones y los tratos hacia nuestros pueblos. Antes, por miedos impuestos, no era para nada sencillo.

"Mi madre solía decir 'no digas que sos india porque te van a discriminar'. Como siempre me gustó investigar sobre el tema, le preguntaba y me contaba que ancestros nuestros habían sufrido mucho. Yo siempre decía 'cuando sea más grande voy a lugar por cambiar esa historia'. Hoy nos encontramos trabajando con docentes para mostrar cómo es la realidad adentro de las comunidades. Yo me siento orgullosa de ser indígena, y creo que he cumplido lo que le decía a mi madre: 'cuando yo sea grande voy a poder decir quien soy, de donde vengo y hacia dónde voy'". Julia Marta Ceballos, curaca de la comunidad rural Arabela.

"Nuestra identidad siempre ha estado presente, la sangre siempre estuvo, está y seguirá estando. Pero el Estado nos ha ninguneado erróneamente. Fundamentalmente porque no se habían alzado las voces. Hoy que la gente salga a identificarse como indígena ha permitido que el Estado nos reconozca".

Carlos Reyna, Nahuan de la comunidad Timoteo Reyna.

"Con respecto a la cultura y a la costumbre arraigada a nuestros ancestros, creo que se había abandonado por el mismo ninguneo del Estado. Entonces las comunidades no podíamos dar la cara porque teníamos miedo. El estado tiene que tomar también nuestras culturas, nuestras lenguas y llevarlas a las currículas de los colegios. Hoy nos encontramos luchando para que el Estado reconozca nuestros derechos, nuestra visibilización. Por obligación, hemos estado escondidos durante mucho tiempo. Cuando las voces territoriales hablan se rompe el silencio colonial. Estos últimos tiempos se han alzado esas voces ancestrales y venimos logrando visibilización. Hoy tenemos la fuerza de nuestros abuelos que nos ha empujado a luchar por lo que nos corresponde". Carlos Reyna, Nahuan de la comunidad Timoteo Reyna.

"Nos han tratado tan mal durante más de 200 años que tiene el Estado argentino, que muchos de nuestros hermanos, por temor a ser discriminados no se autoreconocen indígenas. Imaginate que éramos considerados menos que un esclavo. Ahora como que hay una apertura mental y no cuesta como antes. Nos miraban mal. Quiero que quede claro que el autoreconocimiento de “si, yo soy” es fundamental". Héctor Tulián, comunidad Villa Nueva.

Territorio y lucha

Caminata de los pueblos originarios de Córdoba en septiembre. Foto: Cobertura colaborativa entre El Enfant Terrible, La Tinta y El Resaltador.

En la Provincia se han dado diferentes situaciones de violencia contra nuestros pueblos. Los casos más resonantes son los de Pluma Blanca y los de la comunidad Werken en Pocho, pero se suceden y repiten en todo el territorio de Córdoba:

"Viene un extrangero, compra las tierras y las desabastece de todo. Contamina el agua, el aire y el monte. Y nosotros no tenemos para darle dinero al Estado, pero si tenemos algo muy grande: aprendimos a ser parte del territorio, de la madre tierra. Para nosotros tiene vida y todo se respeta. Eso nos han enseñado", explica Julia Marta Ceballos.

"Aquí en Córdoba se pensaba que no había conflictos territoriales. Pero una vez que empezamos con uno, empezó a surgir una conciencia de en los distintos pueblos. Vemos que hay un gran avance de estas gente que viene de afuera, con las mineras sobre todo, que no se dan cuenta el daño que hacen golpeando los cerros o contaminando las aguas".

Julia Marta Ceballos, curaca de la comunidad rural Arabela.

Por último, resalta el sentido del territorio para los pueblos indígenas: "lo que pedimos es vivir en paz en nuestros territorios. Poder sembrarlos, cosecharlos y tener nuestros animales. Así seríamos las personas más felices. Hoy tenemos que estar cuidando que no se nos metan en nuestros territorios, en reuniones, en discusiones y nos quita el tiempo para poder desarrollarnos dignamente en nuestros territorios".

Por su parte, Carlos Reyna afirma que "el Estado siempre favoreció a los terrateniente de épocas. Hoy sigue igual, nunca terminaron de colonizarnos. La diferencia ahora es que estamos luchando por recuperar la identidad y los territorios".

Al respecto de las luchas actuales, destacó el sentido de la histórica Caminata de los Pueblos Indígenas de Córdoba. "Fue un estímulo de la mayoría de las comunidades. De encontrarnos con la posibilidad de reunirnos 36 comunidades por el hecho de que le hicieron daño a varias de nuestras comunidades (a Tulian en San Marcos, a Lopez en Candonga, a Aldo Gomez de Ticas, por ejemplo). Entonces ahí empezamos a ver el porqué: ¿Y nuestros derechos dónde están? Basta de que el colonialismo nos pise la cabeza. Ese fue el puntapié inicial".

Finalmente resumió que "ahí empezamos a pensar porqué nos hacen daño, si nosotros nunca le hicimos daño a nadie. Nos vinieron a imponer y hacen imposiciones: los nombres o los apellidos. Eso empezó a generar esta caminata. No más colonialismo en el Abya Yala".

11 de octubre

Caminata de los pueblos originarios de Córdoba en septiembre. Foto: Cobertura colaborativa entre El Enfant Terrible, La Tinta y El Resaltador.

Finalmente, nos quedamos con dos reflexiones que surgieron de nuestras charlas acerca de éste último día de libertad para los pueblos de América. Si bien no hay nada que festejar, la fecha sirve para ejercitar la memoria y reflexionar.

"A veces mis hijos me preguntaban "¿Vale la pena?", hoy ya mis nietos saben que vale la pena. Ha sido muy satisfactorio para mí. Yo pienso que se puede revertir esto pero los originarios debemos estar suficientemente fuertes y convencidos de lo que queremos" indica Julia Marta Ceballos.

Por su parte, Héctor Tulián indica lo siguiente: "Creo que falta mucho sentarse a dialogar entre las comunidades indígenas. El blanco logró eso, separarnos y dividirnos para nunca volver a ser la fuerza de un pueblo nación. Hay que hablar mucho porque cada comunidad tiene su experiencia. Verdad no hay una sola, y de los pueblos originarios sale consensuada sino no sirve".

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