La Agencia Nacional de Seguridad Vial habilitó ciertos canales para denunciar hechos de violencia vial. Dialogamos con el Lic. Ramiro Parsi, presidente de la Fundación Conducción Consciente, en torno a la ira del conductor y posibles herramientas para gestionarla.

Recientemente, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) reiteró que quienes presencien hechos de violencia vial en cualquier rincón de la Argentina, pueden registrarlo y enviar el material por diferentes vías a dicho organismo.
De este modo, se puede sancionar a quienes se consideren responsables.
Las acciones denunciables son insultos, golpes, carreras callejeras, darse a la fuga, entre otras. Se pueden exponer a través de una línea de WhatsApp, correo directo de redes sociales o mail enviando allí videos o fotografías que funcionen como pruebas.
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Luego, la ANSV evaluará cada caso para identificar a los protagonistas de los hechos, y, si fuera necesario, pedir la suspensión de la licencia de conducir a la jurisdicción local que la haya emitido.
Esta medida surge a partir de la disposición 384/2020 impulsada por la agencia, que permite la suspensión provisoria de la licencia nacional de conducir de quienes presenten algún tipo de alteración de su aptitud para manejar un vehículo y que registren un grave peligro para la seguridad vial.
Vías habilitadas para denunciar
- WhatsApp 011-6207-0590
- Redes sociales de la ANSV (@InfoSegVial)
- Por mail a [email protected]
Para profundizar sobre estos hechos de violencia en el tránsito, El Resaltador dialogó con el Lic. Ramiro Parsi -Psicólogo MP 8765, capacitador vial y presidente de Fundación Conducción Consciente-, quien refirió a la ira del conductor y mencionó ciertas herramientas para evitarla y/o gestionarla.
En primer término, Parsi explicó que esta ira es atribuible a varios factores: «Entre ellos, el estrés es uno de los causantes y a veces cómo nos desenvolvemos en el tránsito, entendiendo que el vehículo es como un caparazón, algo que nos cubre y nos resguarda del entorno».
«Que un vehículo se nos cruce adelante, que no se mantengan las distancias, cuando un conductor empieza a considerar que está en riesgo su vida o la de sus acompañantes, se dispara esta agresión», agregó.
En línea con lo mencionado, el psicólogo resaltó que el estrés es alimentado por la baja tolerancia a la frustración. «Ante cualquier eventual, la persona se frustra y reacciona en forma violenta, y se terminan desencadenando estas situaciones».
«Al compartir un espacio público, un espacio de todos, tomamos esta apropiación desde el vehículo, pensamos: ‘¿Cómo te vas a cruzar en mi camino?’ o ‘¿Cómo te atreves a hacerme llegar tarde?’, son disparadores que generan que nuestros niveles de emoción negativa aumenten y eso lleva al acto«, detalló.
Parsi destacó que de las situaciones viales que se generan a diario, no todas pasan a la violencia. «Aquellas personas que no tengan control de los impulsos van a pasar al acto, no mediando la emoción a través de la palabra».
¿Cómo gestionar casos de violencia vial?
En cuanto a posibles alternativas para gestionar hechos de violencia en el tránsito, Parsi mencionó: «Hay que estar más atento a las propias emociones, al estado psicológico que tenemos cuando vamos a subir a un vehículo. No somos dueños de la calle, sino que estamos compartiendo un espacio público«.
De igual modo, nombró como posible atenuante de la violencia «escuchar música relajante sobre el vehículo a un volumen moderado, eso quizás puede ayudar». También dijo que «hay que contar hasta 10 antes de actuar, no dejar que nos inunde la emoción, sino tratar de apaciguarla a través de la comunicación y de la palabra».
En caso de que seamos víctimas de un hecho de violencia vial, las recomendaciones son «no generar contacto visual, tratar de no responder a los insultos que nos genera el conductor agresor, y buscar que haya testigos o quienes se involucren en la situación para ayudar a calmar, sobre todo no seguir incitando esa violencia, que puede desencadenar una situación trágica».
«Que no sea solamente una acción de denuncia, sino de formación»
El psicólogo se refirió a la disposición de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) argumentando que es muy útil empezar a «hablar de esta problemática social, más allá de los siniestros viales. Empezar a plantear las emociones en el tránsito es algo muy importante».
«También tenemos que llevarlo a que no solamente sea una acción de denuncia, sino de formación y capacitación a los conductores que sacan el carnet de conducir por primera vez y quienes renuevan, que tengan ciertas herramientas: inteligencia emocional, mindfullness, conciencia plena, técnicas de relajación para quienes pasan muchas horas arriba de los vehículos, y que favorece a tener una conducción preventiva y priorizan el estado emocional de la persona».
Para finalizar, ratificó que el momento ideal para hacer una evaluación psicológica es cuando una persona va a obtener su carnet de conducir. «Es allí donde detectamos si alguien está atravesando alguna situación que puedan derivar en la violencia. Es un conjunto de acciones que ayudan a poder suplir esto, de algún modo».