Se cumplen 17 años de la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral

El 4 de octubre de 2006 el Congreso sancionaba el Programa Nacional de Educación Sexual Integral en el ámbito del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Gracias a la ESI, se identificaron miles de casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes, y disminuyó la cantidad de embarazos adolescentes.

Hoy se cumplen 17 años de la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), un paso fundamental en materia de derechos para niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas, que demuestra día a día lo necesaria que era una normativa de este tipo.

En tiempos donde se pone en duda la importancia de leyes que amplíen derechos y hasta se la califica de "adoctrinante" o "ideológica", resulta central recordar todo lo que esta reglamentación contempla.

En este sentido, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad mediante un comunicado reafirma la importancia de la ESI en la prevención de las violencias y en la construcción de una sociedad con más igualdad.

Según la ley 26.150 sancionada por el Congreso en 2006, el Programa Nacional de Educación Sexual Integral tiene los siguientes objetivos:

• Incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas;
• Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral;
• Promover actitudes responsables ante la sexualidad;
• Prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular;
• Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres.

"La propuesta pedagógica de la ESI aborda los conceptos de manera transversal y en espacios específicos. Incluye el desarrollo de saberes y habilidades sobre los cinco ejes conceptuales en los que se trabaja: el cuidado del propio cuerpo; la valoración de las emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el reconocimiento de la perspectiva de género; el respeto de la diversidad; y el ejercicio de los derechos concernientes a la sexualidad. Además, promueve el trabajo articulado con centros de salud, organizaciones sociales y familias".

Comunicado del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación

Recordamos que la normativa tiene como autoridad competente al Ministerio de Educación y que las administraciones provinciales, el gobierno de CABA, y los gobiernos municipales deben respetar lo legislado.

"Se continuó y finalizó el ciclo “La ESI como herramienta para prevenir las violencias por motivos de género” que llegó a todo el país con la participación de más de mil personas entre docentes, integrantes de equipos ESI del Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA) y de áreas de género tanto provinciales como locales", agregan desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.

La ESI juega un papel muy importante en la disminución de los embarazos adolescentes en Argentina, entre otras políticas de Estado. Las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación definen que en 2021, de cada mil jóvenes de entre 10 y 19 años, 14 dieron a luz, lo que representa un descenso del 57% desde 2005, antes de sancionarse la normativa.

Desde el ministerio que conduce Ayelén Mazzina también destacan otras estrategias que acompañan la ESI, a saber: la Línea de Gestión Menstrual, la Educación Sexual Comunitaria y el Registro Nacional de Promotorxs Territoriales de Género y Diversidad.

Leyes necesarias

A pesar del intento de establecer discursos contra la ESI, lo cierto es que 9 de cada 10 personas están a favor de la inclusión de educación sexual en las escuelas, según una investigación realizada por la Red Latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).

Uno de los aspectos más valorados de esta normativa es que permitió la identificación de miles de casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes.

Las estadísticas señalan que más del 80% de los y las menores que denuncian abuso lo hicieron luego de una clase de ESI. Hay una cuestión a resaltar: que se hable de violencias contra las infancias abiertamente, que se permita visibilizar esta problemática, abre las puertas a que quien haya sufrido estas situaciones pueda contarlo al sentirse acompañado por el contexto.

En el seno intrafamiliar muchas veces perdura el tabú de la sexualidad. Paradójicamente, casi el 80% de los abusos sexuales de la infancia y adolescencias son en el núcleo familiar.

Por esto vuelve a tornarse fundamental que en las escuelas, ámbito de socialización humana primordial, en medio de un ambiente cuidado, con información precisas, con docentes especializados, se hable de educación sexual.

Hace algunos años, los detractores de esta ley decían "con mis hijos no te metas". Hoy, existe un consenso social acerca de la importancia de la ESI en las escuelas.

Gracias a la Educación Sexual Integral, temáticas como la prevención del bullying, de los noviazgos violentos, de abusos sexuales, de grooming, el cuidado de la salud mental, el consentimiento, la ciudadanía digital, los estereotipos de género, las diversidades, entre tantas otras, son conversaciones que pueden abordarse no solo en ámbitos escolares sino también en las charlas cotidianas e incluso en los medios de comunicación.

Resta camino por recorrer para continuar ampliando derechos a través de esta ley. Tucumán hace tan sólo un año se adhirió a la ESI, pero la misma normativa establecía su carácter transitorio: "La presente ley tendrá una aplicación gradual y progresiva, acorde al desarrollo de las acciones preparatorias en aspectos curriculares y de capacitación docente".

En esta nota: Abordaje Integral Violencia de Género, Educación Sexual Integral, ESI