Una encuesta y un análisis de la consultora Delfos explicita que entre los empleados en relación de dependencia, el 46% siente miedo de perder su fuente laboral. Entre los autónomos y cuentapropistas, el porcentaje es del 44%.
La consultora Delfos publicó un informe titulado «Entre la precarización y el miedo a perder el trabajo«. Allí, analizan la coyuntura actual sobre la reforma laboral y la situación de crisis en Argentina, con base en datos de una encuesta realizada en el actual mes de abril.
Respecto de la recesión económica, un 58% de los encuestados afirmaron haber percibido una merma en su trabajo o actividad. De esa población, un 55% sentenció que la actividad laboral cayó mucho, un 42% indicó que cayó algo y un 3% poco.
Teniendo en cuenta la realidad de la economía en general y del empleo registrado en particular, un 46% de los argentinos en relación de dependencia afirmó tener miedo de perder su trabajo. Por el lado de la población empleadora y los cuentapropistas, el porcentaje se ubicó en 44%.
En este contexto, el análisis correspondiente a José Gangi y a la referente del área cualitativa de Consultora Delfos, especialista en psicología del trabajo y las organizaciones, Viviana Jara Roldán, indica que la precarización laboral también es un indicador relevante a la hora de proyectar reformas en el régimen de trabajo que se debate actualmente en el Congreso.
«Sin atacar la precarización de las condiciones del trabajo, no se lograría nada novedoso. Se flexibilizaría la legislación para incrementar la cantidad de puestos laborales, a costa de una pérdida de derechos y beneficios sociales para aquellos que hoy sí lo tienen garantizado, redundando en un empeoramiento de las condiciones de vida del común de la gente» señala Jara Roldán en el informe sobre precarización y miedo a perder el trabajo.
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La especialista apuntó que es necesaria una reforma laboral a partir de los cambios en los procesos de trabajo. «Más allá de la necesidad de adaptar la legislación, hay que ver hacia dónde va esa reforma» completó.
Respecto al miedo a perder el trabajo, la psicóloga explicitó que no está necesariamente dado por situaciones personales.
«Ante un contexto donde ves que hay personas que se quedan sin trabajo, tanto en el ámbito público, como en el privado, de inestabilidad socioeconómica, de merma en la capacidad de consumo y ahorro, claramente un individuo, más allá de su nivel de estabilidad laboral, va a temer por su trabajo o negocio. Si a esto se le suma que las personas han visto que, en un contexto de merma de la actividad y pérdida de puestos de trabajo, el Gobierno nacional no brindó certidumbres ni plazos, hasta el más seguro siente que todo puede pasar, incluso perder su trabajo«.
Viviana Jara Roldán
A su vez, afirmó que «las condiciones laborales precarias generan un estado de inestabilidad constante que repercute en la salud mental».
Por último, concluyó que dicha precarización impacta en la identidad de las personas y genera un incentivo constante a reinventarse.
«Esta nueva lógica impulsada por el contexto tanto para trabajadores en relación de dependencia como para aquellos que poseen un negocio, invita a las personas a asimilar un “volver a empezar” constante que, no solo no propicia el desarrollo profesional y personal, sino que repercute en una sensación de estancamiento constante, asociada a una carencia de posibilidades de crecimiento, de desarrollo y a una alta frustración. Si a esto le sumamos que muchos de ellos no llegan a fin de mes a pesar de trabajar más de 8 horas, no tienen cobertura de salud, no tienen aportes jubilatorios o saben que su futura jubilación no le va a servir para vivir o directamente que no cuentan con un seguro o un margen que les permita tomarse días por cuestiones de salud, el impacto se profundiza a niveles alarmantes».