El día sábado 12 de marzo pasado en la Ciudad de Córdoba tuvo lugar la primera instancia de organización en la que se conformó el grupo promotor local de la nueva propuesta política y pedagógica de los movimientos populares del Abya Yala: el Juicio Ético Popular a los Ecocidas.
Por Úrsula Neumann
Hoy, en el territorio de América Latina, para nosotras Abya Yala, a más de 500 años de colonización, las injusticias de ayer se siguen perpetuando. La colonización de antaño se sigue extendiendo mediante el avance de las fronteras del extractivismo multinacional del actual periodo neoliberal en complicidad y aval de los Estados, incluso de aquellos con gobiernos progresistas.
Las consecuencias socioambientales, culturales, económicas y políticas crecieron conjuntamente ante este avance del modelo extractivista, el cual se ha sostenido y se sigue sosteniendo mediante el asesinato de referentes claves, de quienes defienden los territorios; la Madre Tierra, la Vida, el agua.
Frente a las atrocidades, en los países andinos siguen emergiendo numerosas resistencias, que se nutren de la sabiduría ancestral comunitaria, al tiempo que se reinventan y enfrentan a las actuales cruentas modalidades de la expansión del modelo neodesarrollista capitalista imperante.
¿Quiénes son los principales responsables de la destrucción de la naturaleza, los bienes comunes de los pueblos del Abya Yala? ¿Cuáles son los impactos de esta destrucción sobre la naturaleza, y sus alcances para otras generaciones, así como para las comunidades y pueblos? ¿Cómo se entretejen los vínculos entre las políticas ecocidas, genocidas, etnocidas, claramente violatorias de los Derechos de los Pueblos? ¿Qué hay de los impactos de dichas políticas “-cidas” sobre las mujeres, lesbianas, trans, travestis, identidades diversas disidentes, del heteropatriarcado? ¿Cómo se dan los procesos de criminalización de quienes resisten la destrucción de las políticas extractivistas? Las respuestas a estas preguntas y otras más, se proponen como objetivos a alcanzar mediante el desarrollo de las audiencias del Juicio Ético Popular a los Ecocidas.
La actividad fue organizada por el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía y por el Espacio Alina Sánchez y se realizó en el marco de la Jornada “Sembramos sueños, construimos revoluciones” en la que se llevó adelante el diálogo “Mujeres defensoras de cuerpos y territorios: Celebramos a Alina Sánchez, Berta Cáceres y Marielle Franco”. Esta Jornada inicial se dio en la recientemente recuperada Imprenta del Pueblo Roberto Matthews, hoy casa de la memoria, la que entre los años 1974 a 1976, funcionó de modo clandestino como un espacio de producción y difusión de ideas revolucionarias, creada en esos años con ese fin por miembros del PRT – ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo).
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El cálido encuentro se desarrolló en un primer momento haciendo memoria y homenajeando a compañerxs que entregaron sus vidas en defensa de los territorios y de los derechos humanos. Contó a su vez, con la representatividad presencial de una multiplicidad de organizaciones y espacios que en la actualidad están en pie de lucha por la defensa de distintas causas medioambientales, en contra del avance de la frontera del modelo extractivista, y en contra de las múltiples caras de la violencia del modelo heteropatriarcal capitalista obligatorio, racista y colonial. Estuvieron presentes representantes de: Pañuelos en Rebeldía; Feministas del Abya Yala; Colectivo Feminista Berta Cáceres de Tandil; Marabunta, Corriente Social y Política; Centro Cultural Sarandí de Quilmes; Asamblea El Algarrobo de Catamarca; Colectivo Amaranto, Espacio Socioambiental de Construcción Horizontal de Rosario; Unión de Trabajadores de la Tierra de Santiago del Estero; Encuentro de Organizaciones; Asamblea Ni una menos Córdoba; Asamblea Paravachasca, Unidos por el Monte; entre otras.
Memorias y homenajes
El primero en tomar la palabra fue Salvador Zúñiga Cáceres, hijo de Berta Cáceres, luchadora indígena lenca y feminista ambientalista, asesinada el 2 de marzo de 2016 después de haber sido amenazada durante mucho tiempo por enfrentarse sobre todo contra el proyecto de la represa de Agua Zarca en el río Gualcarque y contra proyectos mineros y madereros para proteger el medio ambiente.
Salvador hoy es integrante del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), “organización muy importante para construir los lazos entre los pueblos”, según él mismo expresó. Quien a su vez, trajo a la memoria a la compañera sanadora lenca, Pascualita, esencial para la transmisión de memoria y de la resistencia del pueblo lenca, y destacó las formas de generar esperanzas de nuevo volviendo a la memoria ancestral, al encuentro con las y los ancestras/os.
Continuó la Asamblea Ni una menos Córdoba, que rememoró a la socióloga y política brasileña, Marielle Franco, feminista, negra, lesbiana, madre, asesinada el 14 de marzo de 2018, luchadora en especial por los derechos de las mujeres negras de las favelas de Brasil, por la desmilitarización de todos los territorios, contra el terrorismo de Estado, en contra del gatillo fácil y en contra de la racialización de les pibes pobres.
Si hasta el momento, había un clima emocionante/doloroso y reivindicativo, lo que luego compartió Mariana de Jesús Ayala López, profundizó dichos sentires y reafirmó la importancia de este resistente abrazo colectivo. Mariana es abuela de Lilian y María Carmen Villalba, las niñas argentinas de 11 y 12 años asesinadas por el ejército paraguayo y a las que hicieron pasar por guerrilleras el de 2 de septiembre de 2020, en un operativo en contra del EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) realizado por las Fuerzas de Tareas Conjuntas del Gobierno paraguayo. Este caso se popularizó mediante la campaña Eran niñas.
Tras el mismo operativo, desapareció Lichita, su prima de 14 años, de quien no se sabe su paradero, hija de Carmen Villalba. Carmen es actual presa política. Mariana, además de ser la abuela de las niñas, es madre de Carmen y de Laura Villalba, quien ha sido detenida el 23 de diciembre de 2020 en ese país por militares paraguayos mientras buscaba a su sobrina Lichita.
Aún sin recuperar su libertad, Laura está presa en Paraguay, acusada ahora de haber puesto en peligro a las niñas al ir con ellas a Paraguay antes de que el Estado paraguayo las matara. Pese a esta insólita acusación, Laura, al acompañarlas, estaba garantizando el derecho de las niñas Villalba de conocer su identidad; las niñas habían viajado porque querían conocer a sus padres, tal como lo explicó Claudia Korol, feminista, educadora popular, integrante del equipo Pañuelos en Rebeldía y del Espacio Alina Sánchez. Además, la abuela, manifestó su profunda preocupación por el estado de incomunicación en el que se encuentra Laura, dado que su familia no puede visitarla por las constantes amenazas de muerte que reciben. Amenazas que ya han hecho que toda la familia se mudara de la chacra en la que vivía en Misiones.
En la misma Jornada, la periodista Penélope Moro Rochietti, recordó a su hermano, Sebastián Moro, comunicador asesinado en noviembre de 2019, mientras era uno de los primeros que denunciaba el último golpe de Estado en Bolivia, y por quien a la actualidad exigimos justicia. Justicia por este luchador, quien, antes de ser asesinado, junto a representantes de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, habían realizado una denuncia penal contra el gobierno de facto de Bolivia por crímenes de Lesa Humanidad.
A su vez, a un año de la desaparición de Tehuel De la Torre, desaparecido cuando fue a una entrevista de trabajo, resonó en el espacio que “Seguimos exigiendo la aparición con vida de Tehuel”. Como así también se hizo escuchar el pedido de absolución de Higui; quien, habiéndose defendido ante una violación grupal, fue acusada por homicidio sin tenerse en cuenta el derecho a la legítima defensa personal. Que en esta semana, gracias a las luchas del movimiento feminista de lesbianas, travestis, trans, no binaries, se logró su absolución reiterando la enmienda “Yo me defendería como Higui”.
De Argentina a Kurdistán; de Kurdistán a Argentina: los pasos de Alina
“El mes marzo es un mes especial para el pueblo kurdo. El 21 de marzo para las y los kurdos que viven en la Mesopotamia, la rebelión iniciada hace más de tres mil años, es un símbolo de libertad y de nacimiento para nuestro pueblo. Hoy quisiera conmemorar particularmente a algunas de mis compañeras y compañeros que también en el mes de marzo fueron martirizados, su total entrega ha elevado el nivel de nuestras luchas. Por eso decimos que sus muertes no han sido en vano. Hoy quiero reiterar mi lealtad hacia ellos”, expresó Dilber Aydin, representante del Movimiento de Mujeres de Kurdistán para América Latina.
Hoy reconocidas en el mundo por su férrida lucha en contra de los países invasores, y por su especial filosofía de vida hacia un camino de liberación del sistema patriarcal capitalista desde una visión ecologista con bases socialista y libertaria.
“La existencia de Lêgêrin y la de miles de internacionalistas, cuyos nombres se nos harían imposibles de recordar, nos vuelve a mostrar que el intento capitalista de quebrar la sociabilidad y la vida comunal fabricando seres egoístas e individualistas no es más que un esfuerzo inútil”, dijo Dilber, allí, en la Imprenta Matthews.
Hacia el cierre de esta Rebelde Jornada, con la caída de la tarde, se homenajeó a quien le da nombre a uno de los espacios que propulsó la actividad: Alina Sánchez, luchadora feminista, joven médica argentina formada en Cuba, internacionalista y defensora de los derechos humanos, quien cuestionó los conceptos hegemónicos de salud y propició un concepto de salud social militante.
Aquel que entiende a la salud como una salud en lucha, que no es la típica salud en tan solo ausencia de enfermedad. Sino que, es la salud la que transforma mediante esa capacidad de luchar. Lêgerîn Azadi, nombre elegido de Alina en kurdo, participó como médica compañera de lucha en las Unidades de Defensa del Pueblo de Kurdistán. Cayó en Rojava, el 17 de marzo de 2018 mientras se dirigía a «un encuentro con representantes de una organización internacional de la salud». Hoy sus pasos inspiran.
El Juicio Ético Popular a los Ecocidas comenzará el viernes 25 de marzo de manera virtual. Quienes tengan interés y compromiso de participación, pueden contactarse escribiendo a [email protected], o a través de redes con Pañuelos en Rebeldía.