¿Por qué hay escasez de docentes en educación primaria en Córdoba?

Las escuelas públicas y privadas de nuestra provincia están atravesadas por esta problemática desde hace tiempo. ¿Cuáles son las posibles causas de la falta de docentes para cubrir suplencias? Dialogamos con trabajadores de la educación acerca de ello.

Desde hace tiempo, las escuelas de educación primaria de la provincia de Córdoba están atravesadas por una problemática común: la falta de docentes. Esta situación no discrimina entre colegios rurales y urbanos, públicos y privados, y se evidencia principalmente cuando hay que cubrir suplencias.

Directivos y docentes de distintas instituciones cordobesas mencionaron a El Resaltador que, particularmente este año, esta circunstancia alcanzó su punto cúlmine: "Antes, sobre todo, faltaban docentes ad honorem (el trabajo no es remunerado pero genera puntaje). Ahora ya no hay ni siquiera para cubrir las suplencias pagas".

A consecuencia de esta escasez de personal, los directivos de las escuelas primarias tienen que hacer doble trabajo. No solo se encargan de las tareas inherentes a sus cargos, sino que muchas veces deben bajar al aula para dictar clases.

¿Cuáles son las causas de esta problemática?

Si bien la falta de docentes de nivel primario para cubrir suplencias en Córdoba se agudiza con el paso del tiempo, por el momento solo hay algunas pistas para esbozar posibles causas.

La sensación entre los maestros y maestras es que uno de los motivos es la demora de los dictámenes de Junta Médica. Como ejemplo, "si la suplencia es de un mes, el dictamen demora 20 días. Esos días tenemos que cubrirlos, y cuando el suplente entra está 10 días o incluso tan solo una semana".

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Asimismo, aseguran que el sistema de ingreso a la docencia es complejo. "El puntaje docente es un factor central. Por otra parte, quien recién egresa por lo general tiene un primer acercamiento en la gestión privada y luego es muy difícil conseguir cargos en la escuela pública, porque casi siempre esas suplencias no te dan estabilidad laboral y económica", explican.

Un punto clave que cobró relevancia y está ligado a lo anterior es la cuestión de los bajos salarios. Los docentes en educación primaria afirman que no se logra una economía sólida, lo que afecta la planificación familiar y/o personal. Esto trae aparejada la necesidad de tener dos o más trabajos en simultáneo para subsistir.

En la actualidad, un docente que recién se inicia percibe aproximadamente $170.000, llegando a $200.000 en casos de una antigüedad de alrededor de 10 años. Pese a los reiterados reclamos del gremio (hace tan solo unos días aceptaron la propuesta del Gobierno de Córdoba, en un contexto de conciliación obligatoria), este monto queda debajo de la creciente inflación que sufre nuestro país. Un salario de maestra/o ni siquiera alcanza para cubrir la Canasta Básica Total, cuyo valor es de $284.686,95.

En consonancia con ello, acentúan que es una profesión que tiene "mucho desgaste emocional y no se reconoce nuestra labor como se merecería". Durante los últimos años en las escuelas aumentaron las situaciones hostiles y/o de violencia. "El estar expuesto a problemas complicados hace que la docencia no sea la primera opción elegida para estudiar después de finalizado el secundario, no es una opción atractiva".

La ausencia de formación también constituye un factor nodal en esta problemática. Hay "baches" que no permiten un contacto real con la práctica diaria de las escuelas. La escasa instrucción a veces conlleva que no se consigan docentes formados para algunas exigencias demandadas.

Si bien remarcan que hay formaciones gratuitas y que el Estado brinda herramientas en pos de fomentarla, "es difícil avanzar, nuevamente por la cuestión económica en el medio".

"En las salas de maestros no deja de estar presente la cantidad de cosas que se piden, exigencias ministeriales y de las propias gestiones que muchas veces terminan en planillas que no reflejan la realidad", explican. En síntesis, la discrepancia entre lo teórico y lo práctico es una dificultad bastante intrincada en el ejercicio de la docencia.

"El Estado, el gran simulador, hace como que no ve, pero ve y se nos mata de risa"

Las y los docentes sostienen que el Gobierno de la Provincia de Córdoba hace oídos sordos a esta problemática. "Hecha la ley, hecha la trampa", manifiestan.

Actualmente la resolución tácita -no está legislada de manera formal- es que si un docente se ausenta, cualquiera sea el motivo, y no se consigue suplente, el vice director o director debe suplir esa falta y hacerse cargo del grupo de alumnos y alumnas. Si eso no sucede, la alternativa es que los maestros que estén en hora libre cubran las clases.

"Otro caso es: falta una docente, la directora de la escuela se comunica con la escuela base, es decir, la institución que tiene el listado general de los suplentes que aspiran a un cargo, y esa pobre directora o vice deberá disponer de toda una jornada llamando a cada una de las docentes que figuran allí. Docentes que tienen claramente otros trabajos, que están estudiando o que no les interesa hacer una suplencia por 48 o 72 hs", explicitan.

La sensación entre los trabajadores de la educación es que el Estado cordobés es un gran simulador, que "hace como que no ve, pero ve y se nos mata de risa".

Según los argumentos de quienes realmente ponen su fuerza de trabajo y su cuerpo frente a las aulas cotidianamente, las autoridades de la gestión estatal de la Provincia generan trabas "para que el sistema no crezca, se desgaste y ellos puedan recaudar más y evitar pagar dos veces un mismo cargo".

"Somos un engranaje roto y oxidado que nadie mira, nos están sosteniendo con migajas", enfatizan. Es por esto que creen que la educación en la provincia de Córdoba "no tiene a nadie más que a los propios docentes para defenderla día a día".

¿Un síntoma de época?

En esta nota: Educación, Provincia de Córdoba