La caída en la extensión de los humedales se debe a varios factores. Entre ellos, la crisis climática y la profundización de las actividades extractivistas.

De acuerdo a estadísticas de la Convención Ramsar, la extensión de los humedales disminuyó entre un 64% y un 71% durante el siglo XX. Por tal retroceso, la Alianza por los Humedales Andinos vuelve a instar a los gobiernos y comunidades de la región a trabajar para la conservación de su biodiversidad y recursos naturales.
Mediante un comunicado, la entidad expuso: «En el marco el Día Mundial de los Humedales ─celebrado cada 2 de febrero para generar conciencia acerca del valor de estos ecosistemas para la vida en el planeta─, desde la Alianza por los Humedales Andinos hacemos un llamado a proteger y conservar los humedales andinos en América Latina, así como el agua, la biodiversidad, los territorios y los modos de vida de comunidades indígenas y campesinas que dependen de ellos».
La caída en la extensión de los humedales se debe a varios factores. En primer lugar, resaltan la profundización de la crisis climática y los cambios en el uso del suelo. En segunda instancia, mencionan ciertas actividades extractivas como la minería de litio, cobre y otros minerales «críticos» para la transición energética, que afectan de manera directa a los salares, lagos y lagunas.
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Según indicaron desde Alianza por los Humedales Andinos, Argentina, Bolivia y Chile albergan más del 53% de las reservas globales de litio, un mineral de alta demanda por parte del norte global. Se trata de un material muy utilizado para la fabricación, entre otros elementos, de baterías y celulares, lo que, con el avance las nuevas tecnologías, ha acelerado su proceso de extracción y producción a nivel global.
La actividad minera acelera la degradación del ambiente y promueve perjuicios socioeconómicos para las poblaciones.
La directora ejecutiva de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) Argentina, Pía Marchegiani, manifestó que «la minería de litio en humedales implica graves alteraciones en su disponibilidad para la biodiversidad y las personas y para el funcionamiento de los ecosistemas en su conjunto. La minería de litio incumple, además, con distintos derechos humanos, como el derecho a la consulta previa, libre e informada para comunidades indígenas respecto a actividades que puedan afectarlas, así como también con el acceso a la información pública, la participación ciudadana y el acceso a la justicia en asuntos ambientales, garantizadas por la normativa internacional y nacional».
Es por ello que la Alianza por los Humedales Andinos reclama una transición socioecológica justa, participativa y popular con una visión de largo plazo, en la que se priorice la gestión integral del agua bajo un enfoque justicialista, socioambiental y climático.
«Abogar por una transición energética justa y popular implica considerar no solo la necesidad de descarbonizar, sino también garantizar la preservación de la biodiversidad y los modos de vida de los pueblos y comunidades. Es hora de adoptar enfoques más radicales y propositivos que busquen un equilibrio entre la satisfacción de necesidades y la conservación, priorizando la justicia socioambiental en el camino hacia un futuro más sostenible», explicó Ramón Balcazar, director de la Fundación Tantí de Chile.
Con información de elDiarioAR.