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Kuska: "Las mujeres sostenemos la lucha contra la dictadura"

La "Tercera Toma de Lima" enfrenta a la dictadura con la fuerza de las comunidades originarias que desde las periferias del Perú asoman nuevamente en pie de lucha frente al poder central. El Resaltador dialogó con la organización feminista decolonial "Kuska" sobre el estado actual de la organización popular en esta tercera toma y el […]

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La "Tercera Toma de Lima" enfrenta a la dictadura con la fuerza de las comunidades originarias que desde las periferias del Perú asoman nuevamente en pie de lucha frente al poder central. El Resaltador dialogó con la organización feminista decolonial "Kuska" sobre el estado actual de la organización popular en esta tercera toma y el proceso social de transformación política de las mujeres originarias.

Mujeres aymaras comandando la lucha en Lima. Foto: Shu

Kuska, significa “juntas”, y es el nombre elegido por una organización feminista decolonial  de profesionales “comprometidxs a promover un Perú que respete los DDHH, más justo, equitativo y solidario” que actúa desde el 2021 en Puno, departamento ubicado en el sur del Perú. 

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El Resaltador entrevistó a Joanna Terán Romero, Mag. en psicología comunitaria y directora de Kuska y a
Diego Sardón Tupayachi, economista, comunicador social en Kuska, el cuál es un colectivo que aborda la interculturalidad, el género, el antirracismo, la decolonialidad, junto a diversas comunidades y sujetos políticos de su país. Sin embargo, desde la instalación de la dictadura, decidieron también convertirse en un medio de comunicación alternativo para poder informar y difundir los graves hechos que en la prensa corporativista no salían a la luz.

Comunera resistiendo la represión dictatorial en la 3° Toma de Lima. Foto: Shu.

ER: ¿Cómo se encuentra actualmente la lucha en Puno y en Lima?

K: La tercera toma de Lima empezó el 19 de julio, si bien se concentra la lucha en la Capital, en Puno sucede lo mismo que pasó en las dos últimas tomas, en el Puno urbano están llevando a cabo la lucha principalmente las y los profesores y en el Puno rural se han tomado las principales carreteras.

Es importante remarcar que Puno es una región que tiene una gran historia de lucha y conflictos. En el 2008 se llevó a cabo el “aymarazo”, toda la ciudad fue tomada junto a los hermanos quechuas, en contra del extractivismo de una minera que iba a operar en zona de reservas. Es decir que tenemos antecedentes previos y prácticas ya realizadas de lucha y toma.

ER: ¿Cómo se vive la represión en esta región?

K: En Puno la Policía intenta no confrontar con nosotros, le temen a la población porque es gente de “armas tomar”, es decir, de reaccionar frente a las injusticias de forma inmediata. Hay que remarcar que acá hay una justicia ordinaria y una justicia especial, es decir, una justicia de las comunidades que se encargan de ejercer este poder en la zona excepto con delitos graves. Hay zonas que tienen sus propias normativas, leyes. 

Pero últimamente las fuerzas han reprimido a las hermanas de la localidad puneña de Llave que viajaron hasta Lima a luchar. Eso despertó mucha indignación y más gente ha salido a la calle, a cortar el puente internacional que pasa por esta Ciudad.

Mujeres toman e intervienen el monumento central de la Plaza San Martín, el centro de Lima. Foto: Shu.

ER: ¿Cuál es el rol y la participación de las mujeres en la lucha contra la dictadura?

K: Las mujeres sostenemos la lucha contra la dictadura. En todas las tomas las mujeres encabezamos las marchas. Somos quienes tomamos la palabra, el megáfono. Las bases en un 90% somos mujeres. 

Pero ¿por qué mujeres?. Primero siempre se entendió -en lo que es la mirada del desarrollo o el Buen Vivir-  a la educación como un eje central, y en ese punto, es la mujer quien hace el sacrificio para trabajar la chacra, para cuidar el ganado, para venderlo, quien saca adelante la familia. Es la mujer quien hace todo lo posible para que el niño tenga la moto para ir al colegio a tres horas de distancia. Todo esto influye en la lucha, ya que -por ejemplo- en la zona aymara son las mujeres quienes lideran los procesos de transformación económica, son ellas las empresarias, las comerciantes, que tienen sus transportes. El esposo es prácticamente un asistente. 

Exigencia de justicia por los asesinados en la masacre de Juliaca. Carlos Alp

ER: ¿Qué factores, narrativas, luchas, han hecho posible este recambio de liderazgo en el sujeto político que tiene a las mujeres originarias encabezando la resistencia?

K: Lo que pasó con Castillo generó un pensamiento transversal de que podría haber pasado con cualquier hijo de mujer originaria del Perú. “Yo mujer aymara, que cuido la casa, mantengo la chacra, hago todos los esfuerzos para que mi hijo cumpla el sueño de tener educación superior, y me lo tratan así”. Ni siendo Presidente te dejan de racializar, de criminalizar, ese dolor lo sentimos gran parte de las mujeres de Perú. ¿Cómo es posible que al Presidente lo violenten así?

Esto despertó un sentimiento de indignación porque Castillo es esa referencia de este hijo que encumbras con tu esfuerzo, lo llevas a la urbe, a la universidad, igora lo que se supone que tiene q lograr y más, y ni aun así no dejan que trabaje para la gente que lo ha votado. Entonces, mi rol protector de madre, que es cuidarlo, hacerlo crecer, y llevarlo hasta la presidencia, no sirve. Entonces “yo mujer, tengo que salir a luchar”. Porqué las mujeres hacemos todo, absolutamente todo menos ocupar cargos de decisión. Ya es hora. Esto despertó un sentimiento de querer salir a tomar el liderazgo siempre negado, de poder pensar que alguna vez una mujer originaria deberá gobernar el país.

Foto: Shu

K: También los asesinatos marcaron un punto de inflexión, particularmente porque fueron en su gran mayoría hombres jóvenes, que dejaron a mujeres viudas, a mujeres sin padres, sin hermanos, y que son hoy quienes también lideran la lucha por la reparación y la justicia. La mujer está ligada al hogar, al cuidado de la familia, al cuidado de los lazos afectivos, y asume esa carga desde los mismos roles de género, entonces es algo que no se quita pero de a poco se transforma y eso es lo que se ve en la lucha. No solo son madres, sino cuidadoras y luchadoras, sujetas políticas que quieren liderar la lucha.

Las mujeres corrimos a los hombres del eje, si bien siguen silenciando a las compañeras y quieren siempre agarrar el megáfono, por ejemplo, ahora somos las propias mujeres quienes estamos encabezando la resistencia a la dictadura. Siempre hemos defendido nuestros territorios, pero ahora ya nadie puede negar que el rostro de la lucha es de mujer. Sin embargo, lo hacemos desde una complementariedad, no desde un revanchismo, esa es la perspectiva que prevalece en las distintas comunidades, el hombre y la mujer se pueden complementar para lo que sea mejor para todos.

ER: ¿Qué diferencias hay entre la primera y segunda Toma de Lima con esta tercera?

K: La principal diferencia radica en que en esta tercera toma se nota la presencia de la periferia de Lima, que en su mayoría son hijos de migrantes, que están viendo que quienes llegan de las periferias del país tienen los rostros de sus primos, familiares, amigxs. Están participando activamente de las movilizaciones. La primera y segunda toma han servido para que se tome conciencia de esto último.

Estas marchas son de sacrificio, mucha gente llega con lo que puede y tiene. Las comunidades originarias, los sectores gremiales, los sindicatos, las organizaciones,  están masivamente participando de las asambleas que se llevaron a cabo para organizar esta tercera toma de Lima. 

En un análisis más genérico, podemos decir que la primera toma ha sido muy emocional, ya que se realizó como respuesta a una masacre, en la segunda se intenta remediar los por qué del no funcionamiento de la estrategia de la primera. Y en esta tercera se plantea de acá en adelante, es decir, no en un solo día, sino de acá a una semana, a seis meses.

Integrantes del Colectivo Kuska y compañerxs allegadxs al Colectivo

La primera y segunda han mantenido la lucha para llegar a esta tercera. En esta tercera se siente mucho la crisis económica que vivimos en el país y en el mundo. La sequía ha hecho estragos, los animales fallecen, hay hambre y se percibe una gran diferencia con las anteriores tomas en lo que respecta a las donaciones y ayudas económicas para quienes viajamos a Lima. Las personas están más cansadas, con problemas en el trabajo, poniendo plata de sí para bancar la lucha

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