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Hallaron una fosa común con restos de comunidades indígenas asesinadas por el Estado en 1887

Los restos pertenecen a los pueblos qom y moqoit. Cinthia Chávez, la abogada representante de las comunidades, dijo que este descubrimiento tuvo "una carga emotiva muy fuerte". El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó el lugar donde, en apariencia, fueron enterradas las víctimas de la masacre de San Antonio Obligado en 1887. Es el […]

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Los restos pertenecen a los pueblos qom y moqoit. Cinthia Chávez, la abogada representante de las comunidades, dijo que este descubrimiento tuvo "una carga emotiva muy fuerte".

Foto: El Ciudadano

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó el lugar donde, en apariencia, fueron enterradas las víctimas de la masacre de San Antonio Obligado en 1887. Es el primer hallazgo de una fosa común vinculada con una masacre indígena perpetrada por el Estado argentino.

El descubrimiento de los restos óseos humanos se produjo el pasado 27 de septiembre, luego de trabajos de relevamiento y sondeo encabezados por el antropólogo Juan Nobile (EAAF), solicitados por la Fiscalía Federal de Recoquista de cara a la realización de un juicio por la verdad.

"Es histórico porque se trata del hallazgo de la primera fosa común de una masacre indígena llevada a cabo por el Estado argentino", expuso a Télam el antropólogo Fernando Pepe, coordinador del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados del INAI.

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Además, aclaró que están en búsqueda de las fosas comunes de la masacre de Napalpí, pero aún no han sido encontradas.

En la misma línea, Cintia Chávez, la abogada que representa a las comunidades qom y moqoit descendientes de los indígenas asesinados en 1887, dijo que el hallazgo tuvo "una carga emotiva muy fuerte", puesto que previo a los inicios de esa jornada de excavaciones se realizó la ceremonia para solicitar permiso a los ancestros que yacen en la tierra.

"Pero, además, la primera palada para encontrar los restos la realizó (el cacique) Ariel Chará de la comunidad Qompi, que después nos contó la enorme emoción que le causó el haber encontrado a sus abuelos", resaltó Chávez.

El 27 a la mañana Chará observó que a 45 cm de profundidad había un cráneo humano de un adulto o adulta joven, y fue ese hecho lo que propició la intervención de antropólogos y arqueólogos. Los investigadores debieron cesar las excavaciones hasta que la Justicia produzca una nueva solicitud de exhumación y peritaje de los cuerpos.

"Se siguió ese sondeo un poco más para confirmar que estaba in situ todo el esqueleto, y se frenó ahí la excavación porque se terminó la etapa de búsqueda, se cerró otra vez todo y estamos esperando que se apruebe el plan de extracción", explicaron.

Se estima que en este sitio hay 14 hombres, un niño y una mujer. Los antropólogos y arqueólogos suponen que los demás cuerpos se encuentran debajo o alrededor del primer hallazgo, junto al monumento de La Cruz Alta y en el mismo lugar que indicaban los relatos transmitidos generacionalmente entre la comunidad indígena.

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