Alarcón y Gómez son los efectivos acusados de disparar y cometer el crimen. Podrían recibir la pena máxima del Código Penal.
Este miércoles comenzaron los alegatos en la etapa final del juicio por el asesinato de Blas Correas. El fiscal de Cámara, Fernando López Villagra, sostuvo la acusación y pidió prisión perpetua para los principales responsables: los policías Javier Alarcón y Lucas Gómez.
Si bien son 13 los efectivos involucrados en el caso de gatillo fácil, Alarcón y Gómez son los más comprometidos, imputados por ser coautores de homicidio calificado por abuso de su función como miembros de las fuerzas policiales y agravado por el empleo de armas de fuego.
El resto de los policías están imputados por encubrimiento agravado por sus funciones desempeñadas y por omisión de deberes de funcionario público. Si la Justicia los considera culpables, podrían recibir entre 5 y 6 años de prisión.
«La fiscalía ha hecho un trabajo increíble. Entendieron que era una mamá que perdió a su hijo. No tengo duda que estas trece personas son responsables. Algunos de haber matado a mi hijo y otros de haber encubierto”, expresó Soledad Laciar, madre de Blas Correas, en diálogo con los SRT.
Laciar señaló la gravedad de lo que sucedió esa noche, no solo por perder a su hijo, sino por el comportamiento de los policías que intentaron encubrir el crimen plantando un arma en el auto que viajaba Blas con sus amigos aquella noche. «Luchamos para que esto no pase más», expresó.