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EE.UU profundiza su injerencia militar en Latinoamérica

Estados Unidos celebró la llegada de sus tropas a Perú al mismo tiempo que negocia con Panamá el envió de soldados al país. Con el discurso de “solidaridad” y “ayuda humanitaria”, la potencia busca asegurarse los bienes comunes naturales de la región al mismo tiempo que amenaza a los gobiernos no alineados con su geopolítica. […]

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Estados Unidos celebró la llegada de sus tropas a Perú al mismo tiempo que negocia con Panamá el envió de soldados al país. Con el discurso de “solidaridad” y “ayuda humanitaria”, la potencia busca asegurarse los bienes comunes naturales de la región al mismo tiempo que amenaza a los gobiernos no alineados con su geopolítica. Colombia ¿rodeada de militares yanquis? ¿En qué estado se encuentra la primera base yanqui en Argentina?

Foto: Hubert Delany 

Desde el primer día de junio, 1237 militares estadounidenses del Comando Sur se encuentran en territorio peruano con armas de guerra, aeronaves y barcos. Actualmente están participando de ejercicios conjuntos y entrenamientos en 11 regiones peruanas. Lo llamativo es que en 5 de ellas, el pueblo peruano desafió a la dictadura con grandes protestas. 

Los soldados yanquis brindarán su “asistencia” a sus pares peruanos hasta el 30 de septiembre. Y lo mismo harán con la Policía Nacional desde el 1 de octubre hasta el 30 de diciembre de 2023. 

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Estados Unidos le entregó -hasta el momento- a la dictadura peruana alrededor de 40 millones de dólares en carácter de “asistencia para la seguridad”. El pasado 23 de mayo el Comando Sur entregó 100 mil dólares más. Por su parte, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) envió 800 mil dólares al área militar peruana. 

La embajadora de USA en Perú es Lisa Kenna, ex agente de la CIA y el Pentágono, con quien la dictadora Dina Boluarte ha cerrado estos tratos, además de la aprobación del Congreso a los ejercicios militares en conjunto. Vale la pena recordar, que un día antes de la detención a Pedro Castillo, Kenna estuvo reunido con los militares que secuestraron a Castillo y posteriormente lo llevaron a su prisión política.

Para el ex canciller de Perú, Héctor Béjar, la presencia militar yanqui tiene un objetivo “disuasivo” y es parte de una política de terror contra el pueblo peruano que acaba de anunciar nuevas protestas para el mes de julio.

Panamá

A mediados de mayo, la Jefa del Comando Sur (CS), Laura Richardson, visitó la región selvática de Darién, ubicada entre Colombia y Panamá con el supuesto objetivo de “frenar el contrabando de drogas, tráfico de personas e inmigración irregular”. 

Allí el CS pretende llevar a cabo un centro de operaciones para el Servicio Nacional de Fronteras y el realizamiento de entrenamientos en conjunto con las fuerzas armadas locales. 

Esta región es conocida como el Tapón del Darién, abarca la provincia panameña del Darién, las comarcas indígenas de Guna Yala, Emberá-Wounaan, Guna de Madungandí y Guna de Wargandì y los distritos de Chimán y Chepo. También abarca el norte del departamento de Chocó en Colombia.

Argentina

Desde la Multisectorial Contra la Base Yanqui en Neuquén sostienen que el edificio construido a la orilla de la autovía Norte, cerca del Aeropuerto de la provincia y camino a Vaca Muerta, está finalizado. 

Su construcción estuvo a cargo de una firma hondureña que trabaja desde los 80’ con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. Si bien, tanto desde el gobierno provincial como de la propia Embajada yanqui en Argentina, señalan que allí se instalará un Centro de Operaciones a cargo de Defensa Civil de la provincia que será utilizada frente a posibles catástrofes naturales, desde la organización señalan que es una violación a la soeberanía nacional sin precedentes en la historia argentina y que hay una militarización encubierta.

La base está prácticamente finalizada. Recientemente el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, señaló que ningún militar estadounidense pisará el edificio. A decir, de la organización, quienes trabajen allí, sean argentinos o estadounidenses, seguirán las órdenes del Comando Sur, a quien responsabilizan de profundizar la injerencia militar en la zona debido a las grandes reservas de hidrocarburos y agua.

Como dijimos en la anterior nota, es cada vez más preocupante la instalación de bases militares encubiertas o tercerizadas, como también los ejercicios en conjunto entre las fuerzas represivas regionales y las estadounidenses. Es válido remarcar que lo que suceda en un país, como es ahora en Perú, afecta a la soberanía latinoamericana toda.

En un contexto de creciente crisis y enfrentamiento entre las principales potencias, y ante una contaminación político climática cada vez más desesperante, son los bienes comunes naturales y los movimientos y sujetos políticos no alineados con el imperio, quienes corren verdadero peligro.

Es urgente seguir llamando la atención sobre este tema como a su vez organizar tal denuncia y realizar acciones que generen atención, presión y poder popular capaz de contrarrestar a nivel latinoamericano el avance injerencista del mismo país que entrenó a todos los militares que cometieron los más aberrantes genocidios en la década de los 70’ y 80’. 

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