Militares yanquis en Latinoamérica: ¿A qué vienen?

El Congreso peruano aprobó el ingreso de tropas norteamericanas a su país. ¿Qué otros países latinos tienen acuerdos con EE.UU para el ingreso de sus tropas? ¿Cuál es el peligro del injerencismo militar norteamericano en Abya Yala?

Esta semana el Congreso de la República de Perú -mediante la aprobación de la resolución legislativa 4766-, autorizó el ingreso de tropas militares de los Estados Unidos a su territorio nacional por el período que va desde el primero de junio al 31 de diciembre de 2023.

El Secretario de la Comisión de Defensa Nacional y legislador Alfredo Azurín (SP) argumentó que los uniformados norteamericanos ingresan para realizar actividades de “cooperación y entrenamiento con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Perú”.

Además, remarcó que no se implementarán “bases militares extranjeras” en el territorio peruano y que el acuerdo no afectará a la “soberanía nacional”.

Llama la atención que los militares yanquis irán a realizar acciones bélicas en los territorios donde el movimiento indígena y campesino sostiene su resistencia contra el régimen dictatorial de Dina Boluarte, instalado luego del golpe de Estado al ahora preso político y ex Presidente de Perú, Pedro Castillo.

Lima, Callao, Loreto, San Martín, Huánuco, Ucayali, Pasco, Junín, Huancavelica, Cusco, Ayacucho, Iquitos, Pucusana y Apurímac son los lugares acordados entre los altos mandos militares de ambas naciones para su “entrenamiento” colaborativo.

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No cabe ninguna duda que Estados Unidos tiene una fuerte influencia en el régimen dictatorial que azota a Perú y tampoco caben dudas que el ingreso de estas tropas obedece a una avanzada injerencista directa sobre el territorio peruano en pos de seguir militarizando los territorios que se han manifestado en contra de Boluarte, con el fin de garantizar el "orden civil".

De esta manera, la represión que padece el pueblo peruano será sostenida no solo con las fuerzas internas que han asesinado a más de 50 ciudadanas y ciudadanos de Perú sino ahora con armas, equipamiento, entrenamiento y cooperación con el ejército norteamericano, especialista en invasiones a países de Oriente Medio o Latinoamérica y en masacres y asesinatos a líderes sociales y dirigentes políticos.

Pero ¿qué hay detrás de lo visible?.

El litio peruano y los bienes comunes naturales como los minerales y el agua dulce son los botines que Estados Unidos quiere asegurarse de Latinoamérica de cara a la escalada de su conflicto con potencias imperialistas como Rusia y China. 

Vale recordar que Estados Unidos e Inglaterra fueron quienes estuvieron detrás del Golpe de Estado a Evo Morales en el 2019, y que el litio -el oro blanco del siglo XXI- fue el motivo fundamental de aquella arremetida imperialista.

Latinoamérica en peligro

Perú no es el único país que tiene acuerdos con las fuerzas militares de EE.UU. 

En 2020, Jair Bolsonaro, firmó un acuerdo de cooperación en la Base del Comando Sur en Miami para que este 30 de mayo y 1 de junio en Brasilia se realice el "Primer Seminario Internacional de Doctrina Militar Terrestre" con invitaciones a las principales potencias militares de Occidente.

El periodista Gustavo Veiga afirma en una reciente nota publicada en Página 12, que en el mes de octubre del corriente año está previsto el ingreso de unos 300 militares de EEUU para instalarse en la Amazonia. El último antecedente lo marca la presencia militar yanqui en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, en el ejercicio denominado “Amazong17”, donde las tropas yanquis llegaron a Tabatin, corazón de la mayor reserva de biodiversidad del la Tierra.

Meses atrás, en un think thank vinculado a la OTAN, La Jefa del Comando Sur, Laura Richardson, afirmó que todo lo referido a Latinoamérica es una cuestión de “Seguridad Nacional” y no tuvo el mayor disimulo a la hora de enumerar los objetivos centrales que persiguie el gigante del Norte en tierras latinas: Litio, tierras raras, agua, petróleo.

En este sentido, Paraguay aceptó (hace dos meses atrás) el futuro ingreso del Cuerpo de Ingenieros de la Marina norteamericana en la mal llamada “Hidrovía”, la vía troncal navegable más importante de la región, por donde sale la mitad de la proteína vegetal y animal que se consume en el mundo. 

Por otra parte, Chile, aprobó por décima sexta vez consecutiva para este año el realizamiento conjunto de ejercicio “Estrella Austral”, donde fuerzas especiales españolas, yanquis y chilenas realizarán prácticas militares complejas a mitad de año en el país trasandino.

Argentina, por su parte, preveé la construcción de una base militar estadounidense en Neuquén, cercana al terrtorio de sacrificio "Vaca Muerta". Y también es loable destacar el aumento de la presencia militar inglesa en las Islas Malvinas. 

Está claro que Latinoamérica es en sí, un territorio de sacrificio para los distintos imperios que luchan por la imposición de un nuevo orden mundial en el siglo de la probable extinción humana. 

Las soberanías nacionales latinoamericanas son tuteladas por el Norte Global y sólo se ejercen cuando de inmigrantes se trata. Pero no hay límites ni ejercicios soberanos verdaderos en defensa de los bienes comunes naturales. Preocupa la legitimidad social y política que ostenta especialmente Estados Unidos en nuestros territorios. Un proceso de neocolonización asoma sin disimulo y está en las organizaciones sociales y políticas la defensa de nuestra naturaleza, historia e identidad.