Alimentación argentina en tiempos de cuarentena

Desde que empezó la cuarentena en Argentina, algunos hábitos alimenticios cambiaron. Las gaseosas, bebidas alcohólicas y golosinas se consumen más, mientras que las frutas y verduras menos. Estos datos fueron arrojados por dos investigadoras del Conicet y una médica chaqueña.

Durante la cuarentena, algunos hábitos alimenticios cambiaron en los argentinos. Según estudios realizados por dos investigadoras del Conicet y una médica chaqueña, el consumo de frutas y verduras disminuyó en este periodo. A la vez, los argentinos optaron por un mayor consumo de alcohol, gaseosas y golosinas.

Tras un comunicado del Comité de Alimentación de las Naciones Unidas (2020), difundido a fines de marzo, se conoció que los hábitos alimenticios cambiaron en todo el mundo. Ante esto, las profesionales antes mencionadas decidieron investigar qué pasa en Argentina.

Los tres principales factores son el incremento de dietas poco saludables, menos actividad física y la dificultad que supone el aislamiento obligatorio a la hora de hacer las compras. Estas son las premisas con las que el equipo de tres argentinas comenzó a investigar.

El grupo de profesionales está conformado por Daniela Defagó (Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud) y María Andreatta (Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad) del Conicet. Además, Emilce Sudriá, jefa del Servicio de Alimentación Hospitalaria del Hospital chaqueño Dr. Ramón Carrillo.

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Con una investigación exploratoria, las profesionales tomaron como referencia las primeras dos semanas de cuarentena. Con una encuesta online respondida por 2518 personas, mayormente consumidoras de carnes y otras vegetarianas, ellas contrastaron los datos con las Guías Alimentarias para la Población Argentina.

Estos datos, elaborados por el Ministerio de Salud, funcionan como referencia. Esto es así porque establecen las cantidades y frecuencias de los grupos alimentarios que los ciudadanos, en una situación ideal, debería consumir.

Como primer dato, se supo que quienes consumen carne han disminuido el consumo de frutas. Si bien ya no se cumplía con la cantidad diaria recomendada (tres frutas), un 24% afirman haber reducido el consumo y la mayoría dice consumir una o dos al día. En cuanto al consumo de verduras (dos porciones diarias) un 63% no cumple con esto.

Estos cambios en la alimentación no son precisamente positivos, ya que ha disminuido el consumo de alimentos que contribuyen al sistema inmunológico. En otras palabras, una alimentación poco saludable no colabora con nuestras defensas, necesarias para combatir el coronavirus por ejemplo.

Hay dos cuestiones de esta cuarentena que no favorecen el consumo de alimentos saludables. Por un lado, los aumentos en los precios impactaron directamente en estos grupos de alimentos. Por otro lado, la gente busca salir lo menos posible y "sobrevivir" con lo que tiene.

Según Daniela Defagó, los vegetarianos y veganos tienen mejores hábitos alimenticios. Esto se debe a que el tiempo que le dedican a la cocina siempre ha sido mayor y de mejor calidad. Sin embargo, según María Andreatta, preocupa que muchos de ellos no están pudiendo acceder a la vitamina B12.

Del total de los encuestados, un 60% afirmó estar comiendo más, producto de la ansiedad y el estrés que les provoca estar en aislamiento. A la vez, la preparación de comidas caseras ahora es más habitual. El problema con esto último, es que se le dedica tiempo a cocinar platos poco saludables, como panes y tortas.

Si bien no se trata de un muestreo probabilístico representativo, las encuestas exploran tendencias. Hasta el momento, la población encuestada tiene características similares: menores de 50, alto nivel educativo y residencia en los centros urbanos de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba.

Así, el grupo de investigación planea aproximarse a otros grupos sociales durante las próximas fases. Las tendencias observadas durante la cuarentena, si se mantienen en el tiempo, pueden derivar en personas con sobrepeso; un gran factor de riesgo para enfermedades como el cáncer o la diabetes.

Por Carmela Laucirica