En un marco de emergencia climática, feroces incendios y contaminación oceánica, es tiempo de poner de nuestra parte. Desde nuestros hogares, es posible contribuir: separando la basura y evitando los descartables.
Por Carmela Laucirica
Nos encontramos en un momento clave para nuestro planeta: la contaminación va en aumento, la emergencia climática es un hecho y, en parte, todos somos responsables. Pero no es tarde, porque cambiar el paradigma de los desechos aún es posible: separar nuestra basura es importante y te contamos por qué.
Antes de comenzar, vale aclarar algo: todo nuestros comportamientos eco-friendly son un gran aporte a la salud ambiental pero pierde fuerza si ignoramos todo lo que sucede a gran escala. Nuestra contribución no puede quedarse en lo individual, también es importante que no ignoremos las luchas colectivas que buscan frenar el avance de las mineras, el monocultivo, la agroindustria contaminante, entre otras tantas actividades de ese tipo.
Ahora, vamos con lo nuestro. En primer lugar es importante saber que una correcta separación de residuos en casa será el puntapié inicial para que después se pueda reciclar una mayor parte de ellos. Basta con tener un segundo tacho de basura en casa, en donde se depositen todos esos residuos – que producimos a diario- que pueden reciclarse (papel, cartón, plástico).
Si bien sabemos que en Córdoba y en otras provincias el gobierno ha generado programas de recolección diferenciada, todavía están en vías de funcionar correctamente. Pero esto no significa que no debamos colaborar, existen cooperativas que se encargan del reciclado y reciben todos los residuos que uno le acerque. Si bien no es de público conocimiento, el boca en boca puede llevarnos a estos lugares.
Pero aunque parezca contradictorio, no todo es reciclaje. Porque si bien esta práctica contribuye al medio ambiente, no quita que siempre sea mejor reducir la producción de basura per cápita.
Entonces, comenzar a incluir productos y envases de larga duración hace la diferencia al final del día. A veces es tan simple como llevar nuestra bolsa de tela al super, evitar pedir sorbetes en un bar, o bañarnos un poquito más rápido.
Además de significar un alivio para el planeta, la práctica diaria de reciclar contribuye económicamente a nuestro entorno por dos cuestiones: reintroducimos lo reciclado para ser usado nuevamente en el proceso productivo como materia prima. Además, reconocemos al trabajador del reciclaje como actor clave del proceso productivo, aportándole un lugar en el circuito laboral.
Otro punto importante, es que podamos mantener nuestras prácticas sustentables en todos los espacios: si trabajamos en una oficina, también podemos destinar un segundo tacho de basura para el reciclado. Además, si viajamos también debemos recordar que el planeta es el mismo, por lo tanto no habría por qué olvidarse de estas prácticas.
Otra razón importantísima por la cual debemos separar nuestra basura, es que el 80% de ella va a parar a nuestros océanos. Esto no sólo afectará unas vacaciones en la playa, sino a cada especie que habita ese ecosistema, las cuales se encuentran con estos objetos desconocidos, que muchas veces producen la muerte.
Algunas alternativas para reducir nuestra basura, como antes mencionamos, consistirían en evitar toda producción de basura innecesaria. Recordemos que existen alternativas para casi todo, el plástico y los objetos de un solo uso pueden reemplazarse.
¿Vas a tomar gaseosa? Usa un envase retornable y reutilizable. ¿Vas a disfrutar de tu bebida en un bar? No es necesario el sorbete, y en su defecto, podes optar por uno de bambú o metal. ¿Vas a hacer las compras? Llevá con vos un par de bolsas reutilizables, que después podes dejar en el auto, para no olvidarte de usarlas.
Muchas veces no conocemos nuestras opciones y eso nos limita a generar un cambio en nuestras costumbres. Puede ser el caso de la higiene personal, en donde se ha avanzado mucho respecto al consumo sustentable. De la mano de shampoos y acondicionadores sólidos, evitamos el uso de químicos -que van al océano- y envases plásticos.
Finalmente, es importante tomarnos un momento para saber qué pasa con nuestra basura en donde vivimos y hacia dónde va. Conocer sobre los basurales que nos rodean, de qué tipo son y qué practicas nocivas realizan es fundamental para posicionarse en su contra y exigir políticas públicas ambientales, las cuales escasean en todos los niveles del gobierno argentino.