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Abebe Bikila corrió 42 kilómetros descalzo y cambió la historia de África para siempre

Logró lo imposible en aquel momento: correr una maratón en 2 horas y 15 minutos. Sin calzado, se impuso con el récord mundial ante sus competidores. Por Juan Maldo Hubo un tiempo donde África no era el continente que conocemos hoy - hablando puramente de lo deportivo, porque las miserias y las atrocidades en las […]

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Logró lo imposible en aquel momento: correr una maratón en 2 horas y 15 minutos. Sin calzado, se impuso con el récord mundial ante sus competidores.

Abebe nació en 1932 en el norte de Etiopía, en un poblado llamado Jato. Durante su carrera militar encontró su misión en el mundo: correr.

Por Juan Maldo

Hubo un tiempo donde África no era el continente que conocemos hoy - hablando puramente de lo deportivo, porque las miserias y las atrocidades en las que está sumergido el territorio a causa de las conquistas y las imposiciones de los países del norte es otra cuestión aparte-.

Realmente existió una era sin atletas galardonados. Fue así hasta que, de la tierra, del cielo o tal vez desde otro planeta llegó el "mesías": Abebe Bikila.

Abebe nació en 1932 en el norte de Etiopía, en un poblado llamado Jato. Era hijo de pastores muy humildes y no aprendió a leer hasta los 14 años. A los 17 años se trasladó a la capital, Addis Abeba, donde dio inicio a su carrera militar a las órdenes del emperador Haille Selassie I.

El atleta, durante su juventud, se destacó como buen nadador y jinete, por lo que, los programas de entrenamiento del ejército le asentaron bastante bien. Fue en el palpitar los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 que Bikila entendió cual era su lugar en el deporte.

Los entrenamientos de Abebe Bikila eran largos y aburridos. Él mismo contó que para entretenerse, cazaba aves y mamíferos por los extensos campos etíopes.

Abebe pasó de la invisibilización a la sorpresa

Abebe no era conocido ni en Etiopía. Tampoco nadie esperaba una hazaña africana. Además, el número uno era Wami Biratu, su compañero de entrenamientos pero su modelo a seguir. La historia más contada dice que una lesión jugando al fútbol -días previos a los JJOO de Roma 1960- impidieron al mejor etíope ser el elegido para la hazaña.

Otra historia narra que fue Biratu se escondió tras un árbol para que Bikila gane su lugar en la prueba de maratón de Roma. En ese momento, él ya tenía lugar en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros, en las cuales se destacaba por encima de Abebe.

Durante la vigilia, Bikila y Biratu corrieron dos maratones semanas antes de los Juegos Olímpicos -suamando, fueron tres en tres meses-. Los testeos fueron en la capital de Etiopía, Addis Abeba, ubicada a 2355 metros sobre el nivel del mar (casi como Tilcara). Ambas las ganó Bikila, con tiempos de 2h39m50s y 2h21m23s, respectivamente. Lo llamativo fue que la segunda maratón la registró con cuatro minutos por debajo del tiempo empleado por el francés Alain Mimoun en los Juegos de Melbourne 1956 (2h25:00.0). Ya se olía la historia.

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Abebe Bikila gana la maratón olímpica corriendo descalzo. Roma se rinde a sus pies.

La conquista de Roma, el oro olímpico y la carrera descalzo

Pablo Lisotto cuenta en La Nación que Abebe Bikila partió por la tarde de aquel 10 de septiembre desde el Arco de Constantino, entre el Coliseo y el Monte Palatino.

"No es casualidad donde se detuvo. A pocos metros de ahí, el dictador italiano Benito Mussolini había partido en 1935 con su ejército a la conquista de Etiopía, en un conflicto también conocido como la segunda guerra ítalo-abisinia. Abebe considera que ese es el lugar para rendirle honores a su país", relata.

Con 28 años, el héroe etíope no estaba cómodo. Adidas, marca que auspiciaba los Juegos, le había otorgado el calzado. Pero él, tantísimas veces, había entrenado como sus antepasados: descalzo.

Se quitó las zapatillas, que en ese momento eran para él -tal vez- espinas. Y largó.

Continuando el relato de Lisotto, los favoritos abrieron carrera. Entre ellos estaba el marroquí Rhadi Ben Abdesselam, candidato al oro. Los espectadores no miraban otra cosa que los pies del personaje de africano.

A 500 metros de llegar, Roma se pareció al Coliseo ficticio de Máximo Décimo Meridio en Gladiador (2000). El mundo a los pies del etíope que sin calzado rompía el récord mundial con un tiempo de 2h15m16s en los 42,195 kilómetros. El primer africano en ganar una medalla de oro.

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Abebe, símbolo contra la revolución fascista

Tal vez sin querer, Bikila hizo un poco de justicia. Benito Mussolini había saqueado su país en 1935. Con él se llevó, por ejemplo, el obelisco de Aksum, un monumento de Etiopía de 24 metros de altura (fue restituido en 2008).

La opresión italiana en el territorio venía desde el siglo XIX y se había intensificado con la presencia del régimen fascista en la colonia Eritrea, territorio que al independizarse en 1993 le costó a Etiopía su salida al mar.

Etiopía fue Abisinia durante la invasión de los europeos y la anexaron a la África Oriental Italiana. La salida de Italia se dio luego de la derrota en la batalla de Gondar que significó la vuelta al poder de Haile Selassie. En 1952, la ONU aprobó la federación de Etiopía.

Una curiosidad que cuenta la nota de Lisotto, es que en el momento de entrega de medallas en 1960, la organización desconocía el Himno del país africano, por lo que la banda oficial entono una canción italiana. Simbologías, opresión e invisibilización.

Hoy en día, el que fue trofeo de guerra para Mussolini, reside en Etiopía. Si Abebe corriera por su tierra, el obelisco lo guiaría de nuevo hasta la meta.

El obelisco de Aksum fue robado como trofeo de guerra por Benito Mussolini. Hoy reside en Etiopía.

El segundo oro olímpico de Abebe

Tokio 1964, la segunda oportunidad de Bikila de demostrar que la historia era africana. Esta vez con calzado, se impuso espectacularmente con un tiempo de 2h12m11s (nuevo récord mundial) en la prueba de los 42,195 kilómetros. Le sacó cuatro minutos a su seguidor y logró ser el único atleta en ganar dos maratones olímpicas consecutivas.

¿No hay historia fantástica esta vez? Si, obvio que la hay. Aproximadamente seis semanas antes, el deportista de 32 años había sido operado de apendicitis, y no llegaba en su mejor forma a los Juegos Olímpicos.

Los entrenamientos del campeón eran largos y aburridos. Él mismo contó que para entretenerse, cazaba aves y mamíferos por los extensos campos etíopes.

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Como en el reino animal, los depredadores que no son más rápidos que sus presas, apelan a la resistencia, para llegar al cansancio de sus víctimas y por fin atraparlas. El ser humano, por su condición fisiológica, es capaz de resistir largas trayectorias. Así se forjó la historia de los antiguos cazadores y la evolución es la que permite que hoy, el keniata Eliud Kipchoge logre correr 42,195 kilómetros en menos de dos horas.

Bikila intentó repetir la hazaña en México DF 1968, pero no pudo superar ni la mitad de la prueba.

Abebe sufrió un accidente automovilístico en cercanías de la capital Addis Abeba en 1969. capital de Etiopía, que le produjo una parálisis total, desde el abdomen hacia abajo.

"Los hombres exitosos conocen la tragedia. Fue la voluntad de Dios que ganase los Juegos Olímpicos, y fue la voluntad de Dios que tuviera mi accidente. Acepto esas victorias y acepto esta tragedia. Tengo que comprender ambas circunstancias como hechos de la vida y vivir feliz".

Abebe Bikila

El 25 de octubre de 1973, Abebe Bikila murió a los 41 años. Fue a causa de una hemorragia cerebral que devino del mismo accidente.

Abebe Bikila logra la segunda medalla de oro en Tokio 1964 con un tiempo de 2h12m11s (nuevo récord mundial) y con calzado.

África: la cuna de campeones desde entonces

Desde aquel oro en 1960, África es hoy el territorio por excelencia de atletas en mundiales, competencias internacionales y especialmente en los Juegos Olímpicos.

En total, el continente suma 104 medallas de oro. Es decir, 103 desde aquella hazaña de Abebe Bikila. A su vez, consiguieron 125 de plata y 141 de bronce. Etiopía, particularmente, cosechó 20 oros olímpicos tras la conquista de su campeón.

En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Eliud Kipchoge ganó la prueba masculina de maratón para Kenia con un tiempo de 2:08:38. Peres Jepchirchir logró el oro femenino en 2:27:20, seguida por su compatriota keniata
Brigid Kosgei (2:27:36). Increíble.

El mundo deportivo post mortem de Bikila es otro. Con los pies descalzos marcó el camino de la cuna de campeones y campeonas. Y, con el contexto de aquel momento, podemos decir que marcó la visibilización de Etiopía luego de tanta opresión.

Iten, cuna de campeones. Todos los días, cientos de africanos y africanas salen a correr a grandes velocidades y a grades distancias.

Juan Martín Maldonado

Soy el community manager de la Coope. Me recibí de Lic. en Comunicación Social pero mi escuela fue ER. La montaña es mi hogar, el trail running mi mayor compañero.
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