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Cultura del deslizamiento: ¿Vos también te cansaste de tener citas?

La fatiga de las citas es cuando nos sentimos demasiado pequeños para nuestra libertad amorosa. Es el nuevo sabor del vacío en la multitud. El vacío que nos atrapa cuando nuestro teléfono sigue sonando, pero ningún mensaje parece dirigido directamente a nosotros. Por Lic. Noelia Benedetto En época de sobrepoblación de apps para el matcheo, […]

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La fatiga de las citas es cuando nos sentimos demasiado pequeños para nuestra libertad amorosa. Es el nuevo sabor del vacío en la multitud. El vacío que nos atrapa cuando nuestro teléfono sigue sonando, pero ningún mensaje parece dirigido directamente a nosotros.

Las citas en línea se transformaron en un método más frecuente para conocer a personas. Foto: Pexels.

Por Lic. Noelia Benedetto

En época de sobrepoblación de apps para el matcheo, encuentros y desencuentros presenciales y virtuales, se asoma un concepto que surge de estos escenarios: la "fatiga de las citas". ¿Hay más carga de expectativas e idealización en estos cortejos híbridos?, ¿La frustración que se desprende de las ilusiones genera un desgaste emocional?...

¿Definir lo que se muestra y lo que se deja en la opacidad implica cálculos que no se dan en otros tipos de espacios de sociabilización?, ¿La sanción o la incertidumbre ante la ausencia de lo paraverbal representa un agregado más a la fatiga? Muchos interrogantes, vamos por partes…

¿Qué es?

Según un estudio realizado en 2019 por el sociólogo Michael Rosenfeld de la Universidad de Stanford, actualmente las citas en línea se han transformado en un método más frecuente para conocer a personas que un encuentro casual.

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Al ingresar en cualquiera de estas “dating apps”, el ecosistema es más o menos el siguiente: fotos de perfil que se puede agrupar en diferentes categorías: torso desnudo o traje de baño, entrenamiento en gimnasio, viajes, deportes outdoor, selfies, biografías donde el trabajo o la profesión se presenta como una identidad, frases hechas, gustos y afinidades, para qué estoy o qué busco, no mucho más. 

La fatiga de las citas se define como el cansancio al que se llega después del uso prolongado de las apps para conocer gente. La "fatiga de decisiones", o "agotamiento de las aplicaciones de citas", también está relacionada con el cansancio que genera la cantidad exorbitante de opciones potenciales que se presentan como usuarios. Muchos se frustran con el tiempo que pasan en línea, a comparación del tiempo que pasan saliendo en citas de verdad.

¿En qué consiste?

Cada vez es más común en los y las usuarias de citas online, manifestar un estado de agotamiento o fatiga. Un fenómeno que puede aparecer luego de experimentar citas poco exitosas y que se caracteriza por sensaciones como la frustración, la ansiedad o el desgano.

El espectro pasa de llegar a conclusiones extremas tales como “entre una muestra de tantas opciones no hay nadie que compatibilice conmigo” o directamente “emprendo el éxodo de estas apps y no quiero saber nada más”. 

En muchas ocasiones el agotamiento pasa por el swipeo serial sin objetivo alguno, se comienza a percibir como una pérdida de tiempo, elegir y ser elegido en el imperio de la cultura de la imagen y una bio de dos renglones no es tarea fácil. Puede que recibamos destratos o indiferencias tecnológicas varias, con el ghosting a la cabeza.

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Sucede a veces que estás más preocupado por aparentar y resultar deseable que por pasarla bien. También genera ansiedades, malestares, sensaciones de vacío, soledad, desgano, frustraciones elevadas ante expectativas semejantes. 

Hay más vías de comunicación, una sobrepoblación de ellas, pero nos incomprendemos más que nunca. También puede ser difícil navegar distintas aplicaciones de citas al tiempo,  pero muchos usan más de una porque sienten que les da mejores oportunidades de encontrar una pareja. Brincar entre las diferentes interfaces puede ser un problema. El hastío de gustar y agradar, aparentar, bajar los umbrales frente al tipo de vínculo que queremos sostener, fumarnos conversaciones vacías. 

Groundhogging

La psicóloga Dominique Karahanian explica el fenómeno “Aparece la frustración, porque te juntas con alguien con un propósito, que es conocer y generar eventualmente una relación de pareja, y puede que eso no se dé así. Que entre medio haya malas citas o que te encuentres con biografías de personas que no sabes si realmente son como dicen ser”, dice y agrega que ha visto que ese desgano se da con mayor fuerza en personas sobre los 30 años.

“Cuando eres más chico, tienes más redes y tienes más diversificados los vínculos. En la medida que crecemos, nuestros círculos se van achicando y, desde ese lugar, las apps son un hit. Sin embargo, las expectativas empiezan a ser mayores, porque hay que cumplir con varios flancos".

El groundhogging se refiere a tener un "tipo ideal" según los algoritmos de redes, muchas de las personas que se conectan con otras refieren decepciones porque lo ideal no existe. La búsqueda de una persona con estándares físicos psíquicos y emocionales, es una trampa donde se repite un círculo vicioso entre búsqueda, decepción, desmoralización y nueva búsqueda. Conduce a la decepción porque nada garantiza esa búsqueda interna donde los estereotipos se alejan de nuestros deseos más genuinos y no se establecen conexiones reales, o la ilusión de que por fin se ha conocido alguien especial, diferente.

Datos, no opiniones

Según un estudio realizado por Hinge, un 61% de los ingleses que usan esta red se han sentido abrumados y fatigados en el proceso de las citas online, una encuesta realizada por la app Badoo reveló que más del 75% de las personas se sintieron agotadas por interacciones poco exitosas en este proceso. Otra investigación en Estados Unidos, realizada en 2022, reflejó que cuatro de cada cinco adultos (80%) experimentaron algún grado de fatiga emocional por las citas a través de 'apps' para cortejar.

Indicadores: puede que te estés quemando

Nora Padison, psicóloga, menciona ciertas sensaciones que pueden alertar de que se debería gestionar mejor la utilización de estas herramientas para no llegar al burn out: el hecho de experimentar malestares al momento de abrir la 'app', sentirnos agotados durante el uso que hacemos de la plataforma y el proceso de citas que le sigue les deja exhaustos; cuando percibimos que se siente como un trabajo, un deber.

Prestar atención a si hemos instalado y desinstalado varias veces las apps, a modo de ir y volver al ruedo pero acompañado de registros negativos, representando un conflicto para la persona. 

Leah LeFebvre, una profesora de la Universidad de Alabama, realizó una investigación en 2017 y detalló que más de la mitad de un grupo de 395 usuarios de Tinder había desinstalado la aplicación varias veces.

En casi el 40% de esos casos, era porque el usuario había iniciado una relación. Pero 35% de los participantes dijeron que se deshicieron de la aplicación porque se sintieron poco exitosos: no tuvieron respuestas, o matches, o posibles vínculos o experiencias negativas. Algunos aburrieron o cansaron de usar la aplicación; otros no le encontraron el sentido, todos indicadores de agotamiento de las aplicaciones de citas.

Podés toparte con casos explícitos frustración ante el famoso expectativa vs. realidad, donde alguien se presenta y no era la persona de la foto o la comunicación no es la misma que mediatizada. También está a la orden del día la posibilidad de padecer ghosting, el cual te puede generar una sensación de frustración e impotencia que deriva en un impacto directo al autoestima al concluir sesgadamente que nadie se quiere comprometer con vos.

Una encuesta de Plenty of Fish (2016) halló que el 80% de los millennials había sufrido un caso de este tipo en su uso de las 'apps'. Como existe una pantalla mediando en las interacciones entre persona y persona, es más difícil ver como un ser humano a la persona con la que se están comunicando, se vuelven más bien personajes en el juego de las citas online, lo que hace más fácil tratarlos de una manera inhumana.

Por otro lado, una encuesta de 2016 demostró que los usuarios de Tinder tenían menos niveles de autoestima y más problemas con su imagen corporal que aquellos que nunca habían usado la 'app'. También el algoritmo de por sí visibiliza más a las personas que responden a las hegemonías circundantes, un estudio de Business Of Apps, que reflejó cómo los blancos y heterosexuales tenían más probabilidades de aparecer en la pantalla que otras diversidades étnicas o sexuales.

Amor y soledad en los (20s)20s

Judith Duportail en “Dating fatigue” (2021), plantea que “la soledad de los (20)20 es un deambular entre vagas relaciones”. “La libertad que nos ha abierto un campo de posibilidades relacionales, es tanto una oportunidad como un riesgo. Porque la libertad sin intención, sin conciencia, sin esfuerzo colectivo, se convierte en la ley de la selva.

La libertad es un valor exigente. La fatiga de las citas es cuando nos sentimos demasiado pequeños para nuestra libertad amorosa. Es el nuevo sabor del vacío en la multitud. El vacío que nos atrapa cuando nuestro teléfono sigue sonando, pero ningún mensaje parece dirigido directamente a nosotros.

La filosofía del swipe es un señuelo. Podemos deslizarnos sin parar. Y obviamente no podemos pedir una relación desde nuestro teléfono, como pedimos una pizza. La seducción se ha convertido para mí en un juego de obstáculos, juicio/contrajuicio, una  entrevista de trabajo para saber cómo podemos “usarnos”. Todavía no sé a dónde me llevará esto. Tengo la vaga intuición de que voy a tener que volver a aprenderlo todo, y todavía no sé cómo. No sé todavía que la herida no es lo contrario del amor, sino su maestra”. 

Para ir acabando

Puede ser que en un mundo de mandatos, comprar la utopía de que estas apps son la panacea al momento de matchear compatiblemente, se comience a tornar en una especie de segundo o tercer trabajo: “tengo que estar en las apps, tengo que coincidir con gente, tengo que provocar y sostener conversaciones, tengo que tener citas”.

No se lo piensa como generalmente usamos las redes: para navegar; lejos de sostener exploraciones sin objetivo alguno, las intervenciones se realizan con la intención de que algo surja en esos espacios,  el panorama es bastante esperable: entrar a un vínculo desde el cansancio o desde tener que mantener una tarea da por resultado, al menos cierta sensación de incomodidad. 

Que coincidamos realmente con alguien en la cultura del deslizamiento no depende de lo bien diseñada que esté una app, a veces depositamos mucha confianza en el algoritmo, y la realidad es que solo hay garantías para los electrodomésticos, que matcheemos con alguien depende de la disponibilidad en ese momento de cada persona involucrada. Es importante calibrar las expectativas, regular las idealizaciones, tanto en el mundo real como en el virtual, las posibilidades de no coincidir son más la regla que la excepción

Por otro lado, estar atentos a identificar cuándo esta pesca de citas te afecta, hacerte preguntas al respecto para saber en qué lugar estás para con vos misma antes de empezar a revisar las aplicaciones: ¿Lo hago en calidad de exploración? ¿Disfruto del proceso? ¿Lo activo porque me siento sola? ¿Deposito en ello la posibilidad de compensar una falta? Duportail agrega: ¿Cómo puedes siquiera escuchar tu propio consentimiento cuando estás tan acostumbrado a anteponer los deseos de los demás a los tuyos? 

"El verdadero milagro de la vida no es encontrarse con uno mismo, que después de todo no es más que una paradoja de cuarta. Lo importante es encontrarse con alguien...

Por ahí, cada tanto, en esa horrenda soledad que es la vida, uno liga un puente. Digo que en este mundo dónde todas las citas son fallidas, dónde casi todo consiste en ir a esquinas dónde nadie acude, dónde casi todos los encuentros fallan... Alguna que otra vez, como una flecha luminosa en la noche, uno va a una esquina y hay alguien. 

Y creo que eso merece festejarse, hacer digno ese pequeño puentecito que se ha tendido".

Alejandro Dolina
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