“Si estoy conociendo a alguien, ¿tengo que decirle que soy asexual?”

La asexualidad no tiene mucho que ver con el sexo. Una persona puede tener relaciones sexuales, incluso disfrutarlas, y seguir siendo asexual. Asimismo, una persona puede autoestimularse y seguir siendo asexual. La presencia o ausencia de actividad sexual no define, por sí misma, qué es o qué no es la asexualidad. La asexualidad es la falta de atracción sexual. Pueden estar presentes otras formas de atracción, como la romántica, pero la falta de atracción sexual es clave para la asexualidad y lo que constituye su definición.

Por Lic. Noelia Benedetto MP 8136 y Lic. Cristel Analy Fabris MP 1386  

Resuena en discursos que la principal diferencia entre una amistad y una relación sexoafectiva es el sexo. Pero, ¿qué pasa con las personas asexuales? 

Empezás a conocer a alguien, le cae bien a todos tus sentidos, y a medida que van compartiendo cosas, te debatís entre “blanquear” o no esta información que corresponde a tu orientación sexual. ¿Por qué ser asexual debería mantenerse en secreto?

“Si se evitara patologizar la asexualidad, se podría contribuir a reducir el estigma y el estrés asociado a la identidad asexual” (Bogaert, 2006). 

Toda las posibilidades que baraja tu cabeza

Muchas cosas dan vueltas en tu cabeza: “me dejará de hablar por esto”, “va a ser difícil vincularse con alguien siendo asexual”, “¿quién va a quererme si no tenemos tanto sexo?”, “lo digo de entrada y me saco esto de encima”, “me lo guardo y llegado el momento veo”, “miedo a que te tilden de reprimida, rara”, terminar accediendo a modo de “masking” para sostener un “passing”. 

Ideas varias que se desprenden sobre todo al momento de salir con personas alosexuales…es muy probable que esta última salida genere malestar, ya que obligarse a unx mismx a hacer cosas que no responden a nuestro mapa erótico puede ser contraproducente. La presión que implica la sexualidad obligatoria no debe obligarte a hacer cosas que no desearías o que no forman parte de tus preferencias. 

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¿Qué es un masking y qué es un passing? 

Hablamos de masking, al referirnos a aquella “estrategia de camuflaje social”, que nos permite adaptar nuestra conducta a lo que es socialmente esperado, mientras que el passing es un modo de “pasar como” heterosexuales, para evitar, quizás, un momento incómodo.

Mandatos sociales y alonorma

La representación social imperante considera a las relaciones sexuales como algo que se tiene que hacer sí o sí con una mínima regularidad. La alonorma es aquella creencia en la que se sostiene de forma implícita que todas las personas sienten atracción sexual hacia otras con determinada frecuencia y/o intensidad. Como toda norma social y cultural, constituye un tipo de control en el que se sostiene un un imaginario de lo “normal”, dando lugar a una presión correctiva para aquellas personas que se distancian de la norma. 

Algo que debemos tener en cuenta, es que todes tenemos, en mayor o menor medida, incorporado el mandato alosexual: hay personas del espectro a las que les preocupa cómo vincularse, partiendo ya de la base de que la mayoría de las personas que puede llegar a conocer, van a ser en su mayoría alosexuales. 

¿Por qué las personas alosexuales no tienen que pasar por la situación de explicar cómo perciben y entienden su atracción sexual hacia otres?

¿Por qué las personas heterosexuales no le dicen a todas las personas que conocen, que lo son? 

En un mundo ideal, no tendríamos por qué andar por la vida anunciando a modo de presentación preventiva que nuestra orientación se corresponde al espectro asexual, así como las personas alosexuales no van por la vida enunciándose así. La realidad es que pueden darse situaciones al menos incómodas cuando no todas las personas involucradas en un vínculo manejan la misma información, desde lecturas confusas hasta destratos, invalidaciones, etc. que impactan directamente en nuestras creencias y autoestima. 

Además, lamentablemente, es necesario poner sobre la mesa el hecho de que las violencias dentro de los vínculos existen, y forzar a alguien a que acceda a tener relaciones sexuales cuando no lo desea es una de ellas.

¿Puede realmente no existir la sexualidad en una persona?

Se habla poco de la sexualidad y el erotismo de las personas del espectro ACE (abreviación anglosajona para referirse a las personas asexuales), probablemente porque el prefijo A nos hace dar por sentado que no existe. ¿Puede realmente no existir la sexualidad en una persona? Son infinitos los mitos que giran entorno a la asexualidad, por lo que creemos urgente y necesario aclarar que sentir atracción no es lo mismo que te guste o no tener sexo. Lo cierto es que podemos pasar la vida sin tener encuentros sexuales compartidos, pero no podemos salir ni un solo día a la calle sin sexualidad, además, la sexualidad también es individual (autoerotismo). Por otro lado, el concepto de lo que nos erotiza y atrae no tiene por qué ser netamente sexual/genital. 

¿Te detuviste a pensar qué entendes por erotismo? ¿Crees que todas las personas lo perciben de la misma forma? 

¿Lo digo, no lo digo?

Es muy probable que en algún momento vamos a tener que decirlo. Por ser alguien con una orientación no alineada a la aloheterocisnorma, si alguien tiene un interés (sexual) en nosotrxs quizás tengamos que tener la charla incómoda de hablar de ese aspecto de nuestra trayectoria sexual que alguien que habita la alosexualidad no tiene que dar explicaciones explícitas. 

También es esperable cierto desconcierto o desconocimiento… “¿Tuviste algún problema? ¿Esto es para siempre? ¿No será un problema de deseo sexual, te hiciste ver? No debés haber probado todavía lo que te gusta”, “seguro es psicológico, ya se te va a pasar”. Muchas de estos interrogantes no son de mala leche, sino que forman parte de la ignorancia que provoca la falta o escasez de educación sexual orientada a la diversidad en lo que respecta el placer y los vínculos.

El mandato de tener relaciones sexuales reside en que el deseo, entendido únicamente como biológico, tiene que estar todo el tiempo, o algo funciona mal. Estas son creencias que lamentablemente tienen los profesionales: si una persona era infiel, estando en pareja, era porque “no tenía la frecuencia de relaciones sexuales que necesitaba”. Esto no solo patologizaba los vínculos sino que echó culpas sobre quien no “respondía como debía”.

La orientación sexual como concepto fluido

Se asume muchas veces que las personas asexuales quedan fuera del terreno de los vínculos con alosexuales, o bien que no van a sentir atracción alguna. Tu orientación puede estar dentro del espectro asexual e ir fluctuando, podés ser asexual y experimentar atracción sexual a veces, podés decidir tener relaciones sexuales o no, por un montón de motivos y es totalmente válido. Algunas personas registran desde pequeñas que lo son y otras no lo descubren hasta más adelante. Las asexuales románticas generalmente no experimentan atracción sexual, pero sí atracción romántica y, a menudo, desean vínculos íntimos y no sexuales. Las asexuales aromáticas generalmente no experimentan atracción sexual o romántica. Para las personas que se identifican como gris-asexuales o demisexuales, la atracción sexual es una posibilidad en circunstancias especiales, por ejemplo, una vez que se ha desarrollado una relación.

Tanto las orientaciones como las identidades son conceptos fluidos y no estáticos, son más bien un espectro, lo cual implica que pueden sentir atracción y erotismo en algún grado pero que no necesariamente tiene que ser sexual a rajatablas. Es importante permitir que las personas se etiqueten a sí mismas como mejor les parezca, en lugar de asignarles etiquetas.

¿La salida del clóset?

No es necesario que salgas del armario si no querés o antes de estar lista, ni que hables sobre tu sexualidad con todas las personas. Sin embargo, despojar tu sexualidad de prejuicios y creencias negativas es importante, ya sea que salgas o no del armario. Salir del armario es algo muy personal, no hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo. Nadie, bajo ningún punto, puede forzarte a salir, para que mantengas un vínculo.

Quizás dar esta información en el momento en que estemos preparadas sea una opción, no a modo de advertencia, o desde la mentalidad de escasez esperando el ghosteo como un destino inevitable, sino como un dato que para todas las personas involucradas puede ser importante al momento de barajar si quiero o no transitar un vínculo con esas características en el plano sexual.

Pensar a las charlas incómodas como una fortaleza

Sea la opción que sea la que elijamos para blanquear eso que la mayoría no tienen por qué contar, podemos pensar a la comunicación incómoda como una fortaleza, es decir, resignificar la reacción con la que nos vamos a encontrar. Si alguien huye o nos deja de hablar después de darle esta información, de subtitulársela ampliando qué implica puntualmente para mí (dado que es un espectro y hay muchas formas de habitar la asexualidad), o de que nos cuestione, lo que estamos haciendo es filtrar a alguien con quien no era tan “potable” vincularse. ¿Representa una falta de ética afectiva no querer vincularse con alguien de orientación asexual? No, claro que no, una persona alosexual puede poner en valor este aspecto y no estar dispuesta a hacer modificaciones al respecto. Es muy importante poder comprender que todas las personas deberíamos de poder vincularnos de la forma que nos resulte más cómoda, pero a la vez placentera: si una persona alosexual no quiere vincularse con alguien que forma parte del espectro, no siempre discrimina. La discriminación tiene que ver con un trato diferencial, que en un sentido (o en varios) puede tener como objetivo, generar daño en una persona que no es igual a mi, ya sea por motivos raciales, de géneros, de convicción política, entre otros.

Convertir una charla incómoda y el miedo a la cancelación en la oportunidad de hacer una saranda de gente que no está disponible para vincularse de esta manera es metamorfosear una vivencia de malestar en otra de posibilidad. Muchas personas alosexuales se cuestionan a sí mismes a partir de conversaciones como estas: bienvenido sea el momento incómodo en el que aparecen preguntas para poder llegar a lo más genuino y desapegado de los mandatos (en la medida de lo posible).

¿Es posible para las personas asexuales y alosexuales vincularse entre sí?

Las personas asexuales románticas, no sienten atracción sexual por otras personas, pero sí les interesa tener vínculos afectivos, compartir con esa persona, conocerla y sentirse cercanas a otras. ¿Amor sin sexo? ¿Eso es real?

¿Pero cómo hacen? Todos los vínculos saludables están basados en acuerdos (consenso y consentimiento), requieren de empatía, comunicación asertiva y de registrar nuestros niveles de satisfacción con la dinámica de los mismos. Como ya dijimos, se trata de un espectro, hay personas asexuales que no se sienten a gusto con determinadas prácticas sexuales pero no con todas, algunas disfrutan del contacto físico a través de besos, abrazos y caricias. Otras no son receptivas a estas demostraciones afectivas. 

Es importante para las personas alosexuales, elaborar y respetar la orientación de las asexuales y no tratar de convencerlas, imponerles o coaccionarlas a tener sexo. Por otra parte, para la persona asexual es relevante tener presente que, si se vincula con personas alo, estas sí sienten atracción sexual y es necesario hablar de ello. 

“Identificarme como asexual ha sido una parte poderosa al exigir espacio para mí mismo y conceptualizar qué quiero y necesito. Todavía siento mucha vergüenza y culpa sobre establecer límites con parejas, pero ha sido tan liberador para mí darme cuenta de que no necesito expresar mi sexualidad para ser merecedor de amor y afecto”. Foster

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