El Gobierno de Mendoza promulgó las modificaciones de la ley 7722 en el boletín oficial, a pesar de la manifestación masiva que se realizó el día lunes 23 de diciembre en contra de los cambios en la normativa minera.

Ayer, aproximadamente 10 mil personas solicitaron que el gobernador Rodolfo Suarez dé marcha atrás con la reforma que favorecerá a las empresas mineras. La marcha comenzó el día domingo, y terminó el día lunes con represión en los alrededores de la Legislatura.
Hoy se oficializó, mediante la ley 9.209, las reformas a los artículos 1,2,3,4,5 y 7 de la ley N.º 7.722. Cabe resaltar que Humberto Mingorance, secretario de Ambiente, manifestó que no vetaran la ley.
Con la modificación publicada, el artículo 1º dice :» Establécese que el uso de sustancias químicas, mezclas o disoluciones de ellas, quedará restringido a aquellas que aseguren la sostenibilidad del proyecto y estará limitado a aquellos productos cuya producción, importación y uso esté permitido en la República Argentina, y su aplicación, transporte, almacenamiento y distribución estará sujeto a las normas vigentes provinciales, nacionales e internacionales».
Es pertinente recordar que Suarez llegó al poder con un marcado discurso pro minero. Las modificaciones impulsadas por el gobernador fueron secundadas por el partido opositor, el Frente de Todos.
La reciente publicación, en su artículo 5º, define que en todos los casos, las Audiencias Públicas fijadas en los procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) de los proyectos mineros, deberán llevarse a cabo en los Departamentos donde se localicen éstos con el fin de garantizar la participación de la ciudadanía local.
La propuesta oficializada recibió duras criticas de amplios sectores ambientalistas, y políticos de izquierda. Además convocó a la ciudadanía a manifestarse en defensa del agua. Recordamos que Mendoza se encuentra declarada en crisis hídrica desde hace diez años.
Por último, en necesario recalcar que según un informe presentado por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) , la alta demanda de agua que generaría la minería metalífera perjudicaría el equilibrio hídrico, afectando así la calidad de vida de los mendocinos y las actividades productivas que, como la vitivinicultura, dependen del agua.
Por Emi Urouro