Estudian la contaminación del San Roque con satélites y continúan las alertas
Un trabajo del Instituto Gulich (CONAE-UNC) realizado con imágenes satelitales, muestra la aceleración de la contaminación orgánica del lago durante la última década. La causa principal del estado del espejo de agua es la descarga de aguas cloacales sin tratamiento en los ríos San Antonio y Cosquín. Continúan las alarmas y las alertas por el […]
Por Ramiro Quintanilla | 03/15/2023
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Un trabajo del Instituto Gulich (CONAE-UNC) realizado con imágenes satelitales, muestra la aceleración de la contaminación orgánica del lago durante la última década. La causa principal del estado del espejo de agua es la descarga de aguas cloacales sin tratamiento en los ríos San Antonio y Cosquín.
Continúan las alarmas y las alertas por el estado de contaminación del Lago San Roque, principal espejo de agua que provee del servicio de agua potable a la mayoría de los cordobeses.
Ahora, una reciente investigación del Instituto de Altos Estudios Espaciales Mario Gulich (IG), perteneciente a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), advierte sobre los crecientes niveles de algas del embalse que impactan sobre el sabor y el olor de este recurso, que también pueden ser tóxicas para la salud humana.
La becaria del CONICET, Alba German, fue la autora de este nuevo trabajo realizado mediante imágenes satelitales sobre la contaminación en el San Roque. Los resultados señalan que hay un crecimiento de la eutrofización, un proceso de contaminación orgánica dado por un exceso de nutrientes, principalmente, fósforo y nitrógeno.
Los principales factores que alientan la eutrofización son los incendios y la falta de planeamiento urbano con un gran aumento poblacional en la zona de los afluentes del lago, que genera el ingreso de residuos cloacales al embalse sin un tratamiento adecuado, por la falta de control ambiental existente.
“Desde hace muchos años este embalse es clasificado como eutrófico, según el índice de Carlson, que usamos para medir este fenómeno a partir de la concentración de clorofila-a, medida con satélites. La situación ha seguido empeorando y, desde el 2019, pasa el 50% del año en estado hipertrófico, situado en el extremo de la escala. Si esto sigue así, va a ser muy difícil de revertir”, afirmó la investigadora.
Los informes que elabora German son enviados por convenio periódicamente a la Administración Provincial de Recursos Hídricos de Córdoba, que tiene a su cargo la gestión de los cuerpos de agua.
La investigadora destaca que en 2010 se dio un aumento significativo de la concentración de clorofila-a y que continúa empeorando pese a ciertas acciones de mitigación de la problemática que se realizaron esporádicamente como la instalación de aireadores artificiales en 2008, localizados en la entrada a la garganta del embalse, y a la puesta en funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Carlos Paz en 2009.
En 2021, la investigadora publicó un trabajo con la evolución de la concentración de clorofila-a en el embalse entre 2016 y 2019. En ese informe, se advierte que las zonas más críticas, donde se observan los mayores valores medios en la concentración de clorofila-a, coinciden con los dos principales afluentes de embalse, que son los ríos Cosquín y San Antonio.
“Las cuencas de estos ríos están muy urbanizadas y el tratamiento de los residuos cloacales es insuficiente, por eso el embalse recibe un gran aporte de nutrientes”, aseguró.
“El San Antonio sigue teniendo medias más elevadas en la concentración de clorofila-a, sobre todo en primavera y verano. En la zona norte del embalse, influenciada por el río Cosquín, pudimos detectar zonas con gran tendencia positiva de crecimiento en la concentración de clorofila-a en estos años. Por la hidrodinámica propia del embalse, esto está afectando directamente a la garganta, zona cercana a la pared del dique, en donde el agua se estanca y se generan las peores floraciones, que además afectan directamente a la toma de agua que provee a Córdoba de este elemento purificado”.
Los estudios realizados por Alba German comprenden información satelital y datos tomados a campo, que también son aportados por el Gobierno de la provincia de Córdoba.
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El reclamo por el agua
Los reclamos por el estado del agua no son nuevos y su relevancia está dada porque los cordobeses tomamos el agua del lago San Roque. Este espejo de agua se encarga de la provisión de agua "potable" del 70% de la población cordobesa, mientras que el otro 30% proviene del lago Los Molinos.
Las denuncias del médico sanitarista Emilio Iosa contra la Municipalidad de Carlos Paz por no tomar acciones de remediación ambiental, son conocidas. A eso, se suma un amparo ambiental iniciado por FUNDEPS a fines del año pasado.
La polémica se sembró nuevamente, ya que ahora es la Municipalidad de Carlos Paz la que denuncia a la prestataria del servicio de cloacas, la Cooperativa Integral de la ciudad, por volcamiento de líquidos cloacales sin tratamiento.
Sobre la denuncia de la Municipalidad, Iosa resaltó que: “De ninguna manera hay que defender a la Cooperativa, todo lo contrario. Pero el municipio es el ente de control y deberían haber denunciado esta situación mucho antes, y tomar el servicio de manera inmediata”.
A su vez, profundizó en la situación del embalse y el problema de que no se tomen acciones reales de saneamiento: “Lo que era una situación esporádica, ahora no lo es. La eutroficación del lago ya supera los porcentajes que permitían contener la reproducción de las cianobacterias. Están todo el tiempo en el embalse y se producen grandes afloramientos cuando se dan ciertas cuestiones climáticas como la falta de viento y las altas temperaturas. Y eso es lo que está sucediendo hoy en Villa Carlos Paz”, expresó Iosa.
