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En Córdoba, los Espacios para la Memoria están en situación crítica

Mientras las y los trabajadores redoblan la apuesta para que la memoria colectiva no se diluya, sus condiciones laborales no mejoran (y en muchos casos empeoran). La Perla, Campo La Ribera y el Archivo Provincial y Sitio Ex D2 son espacios de memoria pero también de precarización. Córdoba alberga en su territorio tres sitios dedicados […]

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Mientras las y los trabajadores redoblan la apuesta para que la memoria colectiva no se diluya, sus condiciones laborales no mejoran (y en muchos casos empeoran). La Perla, Campo La Ribera y el Archivo Provincial y Sitio Ex D2 son espacios de memoria pero también de precarización.

Foto: UNC

Córdoba alberga en su territorio tres sitios dedicados a preservar la memoria y pedir verdad y justicia: La Perla, Campo La Ribera y el Archivo Provincial y Sitio Ex D2. Hasta ahí, ninguna novedad; aunque lo que quizás queda oculto es que además, son sitios en donde la precarización laboral existe y persiste.

En diálogo con representantes de cada uno de los espacios mencionados, el factor común son los bajos salarios, la falta de personal y la sobrecarga de tareas.

Espacio para la Memoria La Perla

Cuando nos preguntamos por el Espacio para la Memoria La Perla, Fernando González -trabajador del área de pedagogía y delegado del lugar también- explica que principalmente apuntan al sostenimiento de las políticas de memoria, verdad y justicia a través de la Ley de la Memoria (26.691).

"Nosotros en este sentido vemos como una situación crítica a que no únicamente se han perdido muchos puestos de trabajo desde 2012 a esta parte, sino también se ha hecho presente en los espacios de la memoria la flexibilización y precarización laboral. En La Perla, en el año 2010 cuando se terminó de conformar el equipo de trabajo, eramos 19 trabajadores, todos contratados".

Fernando González - La Perla

Pero aquello cambió con el tiempo, y hoy son solo 8 trabajadores y trabajadoras, de los cuales sólo tres están "en planta" y uno "por contrato". El resto son monotributistas o "pases". Esto por un lado da cuenta de la precarización y por el otro de la multiplicación de tareas asignadas a cada trabajador. "Somos menos y vienen más visitantes que en el 2010, hay mas propuestas pedagógicas, nuevas investigaciones y demás proyectos. Hasta el mantenimiento de La Perla (4 hectáreas y media) es cada vez mayor y hay un solo compañero asignado a esas tareas", continúa Fernando.

Al preguntar por las razones de este contexto, Fernando indica que "los factores son varios, principalmente esta política de "achicamiento del Estado". Estamos en mesas de dialogo con el SEP y el ministerio de Justicia, quienes han sido muy sinceros respecto a la dificultad de que se puedan dar de manera satisfactoria los reclamos que los trabajadores han elevado". En este momento, piden al menos 15 nuevos cargos para reabrir áreas o sumarle trabajadores a las que ya funcionan pero de manera precarizada.

Al mismo tiempo, este contexto trae consecuencias para la sociedad civil cordobesa, dado que hay áreas que carecen de personal o de capacitación para atender a las necesidades de los visitantes y del propio espacio. Las y los trabajadores aseguran que "no están bajando los brazos, están redoblando esfuerzos" para que sus exigencias se concreten.

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Espacio de la Memoria La Perla
Foto: Sumario Noticias

Archivo Provincial de la Memoria

Al pensar en el Archivo Provincial de la Memoria, Clarisa Villares -trabajadora del lugar desde hace 15 años- repite en cierto modo lo que Fernando dijo sobre La Perla.

"Desde 2012 han perdido 15 cargos, en una institución que es dos en una: el museo de sitio y el archivo de documentos sensibles más grande del interior del país. Hasta ese año teníamos una modalidad de altas y bajas (cuando un cargo se liberaba se reemplazaba de inmediato) pero ya no es así. No solo es triste perder un cargo porque un compañero se va, sino que también se pierde un capital enorme de formación, ya que para estos puestos no hay formación académica sino experiencia que se acumula con los años", indica Clarisa a este medio.

El promedio de trabajadores por institución es de 8, ya que en total son 20 entre las dos instituciones, pero hay 3 compañeros en vías de retirarse. Muchos de los trabajadores que acá se desarrollan son monotributistas, con salarios bajos y sin obra social. "A partir de esto nos hemos convertido en trabajadores multifunción, dado que hay espacios que no tienen trabajadores para suplir sus necesidades. El trabajador acá tira el corner, lo va a cabecear y va al arco", añade nuestra entrevistada.

Las consecuencias de esto son múltiples. Entre ellas, que el volumen de trabajo no para de crecer, aunque no así el equipo que debe hacerse cargo. "Estamos llegando a un límite bastante complejo, tenemos casos de compañeros con distintos problemas derivados de esta situación", denuncia Clarisa. A la vez, agrega que "muchas veces debemos incrementar horarios de trabajo y tareas a realizar porque es demasiado lo que hay que hacer. Necesitamos cumplir con las víctimas, con los visitantes y con la Justicia". La presión viene por todos lados.

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Espacio para la memoria Campo de la Ribera

Finalmente, llegamos a Diego Castaño y al Espacio para la Memoria Campo de la Ribera. Diego trabaja allí desde hace 12 años, cuando se creó este espacio con dos trabajadores contratados y con la promesa de que en el corto plazo se nombrarían 18 trabajadores más para complementar el mínimo de trabajadores para funcionar.

Pese a ese compromiso, dos años después solo se habían nombrado 10 personas más, aun cuando el resto ya estaba seleccionado por la Comisión Provincial de la Memoria. Desde ese momento y hasta hoy, el gobierno de Córdoba nombró a una sola persona, el resto de los trabajadores que se sumaron fueron por pases y monotributos.

"A lo largo de estos años hemos perdido más trabajadores que los que se consiguieron por estos medios. Algunos se jubilaron, otros consiguieron otros lugares donde tenían mejores condiciones laborales y salariales. Al día de hoy tenemos casi la misma cantidad de trabajadores que hace 10 años cuando nuestro trabajo se quintuplicó", lamenta Diego Castaño.

Desde hace mucho se comunicó esta situación al Ministerio de Justicia, aunque según informa Diego "cuando respondieron no daban soluciones o la mayoría de las veces ni respondían".

"Hoy hemos llegado a un punto límite, la precarización y el vaciamiento de los espacios se ha hecho insoportable para les trabajadores, los cuales están hipercalificados para estos trabajos, cobrando sueldos menores a la canasta básica, haciendo muchísimas tareas por fuera de lo que le es pertinente a cada trabajador y sin la posibilidad alguna de hacer carrera administrativa, ya que los espacios no cuentan con el organigrama necesario"

Diego Castaño, Espacio para la Memoria Campo de la Ribera

Carmela Laucirica

Periodista interesada por las problemáticas sociales y ambientales. También soy Community Manager. Lectora y escritora en mis ratos libres.
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