La idea es la eliminación del déficit fiscal y la posibilidad de llegar rápidamente a un superávit primario que deje margen para servir la deuda en moneda extranjera.
Este viernes 5 de enero, el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantendrán un diálogo directo por la redacción final del documento que defina la segunda renegociación del acuerdo por el crédito de 45 mil millones de dólares que mantiene la Argentina con el organismo.
Las negociaciones se desarrollaron en plena concordancia, dado que el programa económico de la nueva administración de Javier Milei resulta más severo que cualquier imposición del organismo.
La clave es la eliminación del déficit fiscal y la posibilidad de llegar rápidamente a un superávit primario que deje margen para servir la deuda en moneda extranjera.
En el último pacto firmado en agosto con el exministro de Economía, Sergio Massa, el FMI había aceptado para 2024 un déficit primario de 0,9% del PBI. Pero Milei va más allá en ese objetivo y propone llevarlo a cero.
Ya se encuentran en Buenos Aires el jefe del Departamento Occidental, Luis Cubeddu, y su segundo, Ashvin Ahuja, quienes tendrán una entrevista con Luis Caputo (ministro de Economía). También estarán presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y autoridades del Banco Central.
Sumado a la intención de Milei de barrer con el déficit fiscal del país, las herramientas propuestas son las que siempre reclamó el FMI:
- Baja de salarios en la administración pública (se hará vía licuación por inflación).
- Baja de las jubilaciones (también se reducirán en porcentaje del PBI por efecto de la inflación).
- Quita de subsidios (ya se anunciaron aumentos en las tarifas de los servicios públicos).
- Reducción de los gastos estatales (se harán con la supresión de ministerios, subsecretarias y otros gastos).
- Limitación de la obra pública (se suspendieron nuevas licitaciones y se buscará un esquema con participación privada).
- Devaluación del tipo de cambio (ya fue hecha y se espera una corrección mensual de 2%).
- No intervención y desregulación del mercado de cambios (el Banco Central está tomando medidas en ese sentido casi a diario).
El procedimiento legal para levantar el acuerdo que está virtualmente caído será el pedido de un waiver (perdón) por parte de la Argentina por sus incumplimientos.
En un informe reciente, el BCRA expuso: «Se ha progresado rápidamente en el diálogo formal con los organismos internacionales, incluyendo el Fondo Monetario Internacional. El objetivo central es despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital. Esa incertidumbre responde a la obligación que enfrenta la Argentina de iniciar el proceso formal de solicitud de una dispensa (waiver) por el incumplimiento de las metas acordadas en agosto de este mismo año».
La autoridad monetaria añadió que «el Gobierno hará los esfuerzos necesarios para restablecer la vigencia del acuerdo firmado con el FMI y llevará a cabo negociaciones adicionales que -considere- contribuyan a mejorar las condiciones de financiamiento vigentes».
Otro dato nodal es el pedido del Gobierno argentino de postergar un vencimiento de U$S1.900 millones con el FMI para fin de mes. En caso de que las negociaciones continúen por los carriles actuales, ante del cierre de enero, el Directorio del organismo podría aprobar el nuevo pacto.
De este modo, nuestro país podría recibir unos 3.600 millones de dólares de piso, producto de los 2.600 millones de dólares pendientes de noviembre y un adelantamiento de los mil millones que debieran llegar en marzo.
Con ese dinero, se devolverían los U$S960 que prestó la CAF en diciembre y se pagarían los vencimientos de enero y febrero (U$S900 millones). De esta forma, el BCRA podría utilizar parte de las reservas acumuladas, cerca de U$S3.000 millones, para atender alguna de sus obligaciones pendientes.