Las campañas para recolectar fondos para combatir los incendios, en este caso, en Corrientes, no suplantan las funciones del Estado, pero reflejan que los recursos públicos para contener catástrofes, no son suficientes.
Esta catástrofe ambiental ha movilizado al país, teniendo en cuenta que venimos del Chubutazo y del Atlanticazo, el ambiente marca la agenda de la ciudadanía, no así de los gobernantes.
Por el momento, las llamas arrasaron con más de 800 mil hectáreas, según estimaciones del INTA, lo cual significa que el 9 por ciento de la superficie de Corrientes está afectada por el fuego.
Ante este panorama, En tan solo 24 horas, el influencer Santiago Maratea recaudó más de 100 millones de pesos para ayudar a las brigadas que combaten los incendios forestales en Corrientes.
Maratea es conocido en el mundo de las redes por sus colectas, ya que generan mucha interacción y suelen superarse en cuanto montos recolectados. Pero – como dijimos en otra editorial– las respuestas individuales se quedan en la superficie de una crisis mayor, que exige soluciones estructurales.
Si bien, el dinero beneficiará a una provincia arrasada – se estima que hubo pérdidas por más de 26.000 millones de pesos-, los incendios, año tras año, queman montes y selvas en Argentina, es decir, necesitamos un Estado presente, pero presente en serio.
Dato a tener en cuenta: Pablo Lescano anunció show a beneficio con Damas Gratis para ayudar esa provincia: «Podes donar con un mínimo de $400 y un máximo de lo que dicte tu corazón», expresó en su Instagram.
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Según las estadísticas, en 2021 se registraron 330 mil hectáreas afectadas por los incendios en todo el país. Esto representa una reducción de más del 70 % con respecto al 2020. Para ilustrar la problemática – y resaltar que viene desde hace años-, hay que destacar que en 2017 se vieron afectadas 1,9 millones de hectáreas; en 2018 los datos arrojaron un total de 1,1 millones; y en 2019 la cifra disminuyó a cerca de 500 mil.
Si bien, los fondos para el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), que depende del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, rondarán los $ 6.700 millones totales este año – atenti, se aumentaron 4 mil millones el 10 de febrero, o sea, antes se había destinado solamente 2.700-, el fuego sigue arrasando con el país.
Las donaciones no suplantan al Estado, en parte, evidencian sus fallas. El sistema político no está respondiendo a las demandas sociales ni aplicando políticas públicas eficaces, desde hace décadas el bosque nativo desaparece y la frontera del agronegocio se expande.
En esta coyuntura, la anti política vuelve con fuerza: “Manga de corruptos”, “nefastos” «inútiles»… son frases/palabras que circularon en redes sociales», reflejando, una vez más, la crisis de reputación de políticos y políticas. Y debemos pensar que en tiempos democráticos, esa no puede ser la respuesta que genere el cambio.
Pero estos discursos no circularían tan fácilmente, si algunos funcionarios y funcionarias de turno no defendieron intereses económicos por encima de la preservación ambiental. Personas que miran para otro lado cuando los grandes productores avanzan sobre la selva o el monte, personas que cajonean -por tercera vez- la Ley de Humedales.
Debemos exigir a quienes nos representan que actúen, ahora, ya. Parte de la sociedad está canalizando sus preocupaciones a través de influencers y músicos, porque la política no está escuchando, y eso es algo que debe revertir inmediatamente.
Hay que trabajar sobre la matriz central del problema: la crisis ambiental. Los presupuestos, tanto provinciales, como nacionales, no solo deben aumentar, sino que deben ejecutarse con transparencia y eficacia.
Además de luchar por políticas públicas ambientales, podemos acércanos a las asambleas territoriales, que impulsan ordenanzas, leyes y programas para combatir el ecocidio. La salida es colectiva, pero necesitamos recursos y un Estado presente.
En Córdoba, las organizaciones luchan contra las autovías que quieren hacer sobre nuestro monte, contra los incendios – intencionados en su mayoría-, contra la contaminación de lagos y ríos. Demos un paso más allá de la donación, nos metamos de lleno en la lucha ambiental.