Skip to content
Logo El Resaltador

CONFENIAE: “Donde haya extractivismo encontrarán resistencia”

Publicado por:Rodrigo Andrada Savoretti

Ecuador vive desde hace ocho meses un estado de crisis social que puede terminar con su presidente Guillermo Lasso destituido. Desde el Resaltador conversamos con la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana. Abordamos el último gran paro de junio de 2022, el diálogo truncado con el Gobierno, el extractivismo y la resistencia en el “pulmón del planeta” y los posibles escenarios que se abren ante el juicio político contra Lasso.

Indígenas ecuatorianos. Foto: CONFENIAE

La CONFENIAE es una organización indígena regional que representa a cerca de 1500 comunidades, pertenecientes a las nacionalidades amazónicas, Kichwa, Shuar, Achuar, Waorani, Zápara, Andwa, Shiwiar, Cofan, Siona, Siekopai y Kijus. Su actual presidente es Marlon Vargas, del Pueblo Achuar.

Se funda en agosto de 1980 con el objetivo de “buscar el mejoramiento de su calidad de vida mediante el fortalecimiento de las organizaciones filiales, el impulso de programas de desarrollo comunitario, la defensa comunitaria del medio ambiente y los recursos naturales, la revalorización de los contenidos culturales propios y la capacitación a dirigentes de los distintos pueblos Amazónicos”.

Cinco años más tarde (1985) esta regional amazónica constituye junto a las demás regiones del Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), conocida por su alto nivel de organización y masividad.

Te puede interesar: Graciela Tiburcio Loayza: “Estamos viviendo un momento constituyente y estructural”

Desde El Resaltador conversamos con “Sacha”, encargado de prensa de la regional. Desde la provincia de Pastaza, Amazonía central, nos compartió el saber y opinión de la organización sobre la realidad ecuatoriana.

Para conocer los últimos acontecimientos más importantes de Ecuador, les recomiendo esta última nota donde abordamos en profundidad los temas que aquí se tratan brevemente.

¿Qué lectura tienen sobre la realidad política de Ecuador? Especialmente teniendo en cuenta la derrota del lassismo en el referéndum y en las elecciones. 

Se advierte un claro desgaste del gobierno actual, que de alguna manera nosotros lo habiamos evidenciado. Pero sobretodo los resultados electorales y de la consulta popular terminan de confirmar que hay una gran falta de credibilidad del pueblo ecuatoriano al Presidente de la República. 

Nosotros lo atribuímos a dos factores: la consulta popular, que fue prácticamente su carta de presentación para medir fuerzas y demostrar que tenía algún nivel de apoyo. Y pese a todos los recursos que invirtió en publicidad, en la Amazonía el “no” fue del 90%, es decir, un rechazo absoluto. 

En territorios indígenas el promedio de rechazo fue del 70%. Pese a que había preguntas muy capciosas. Por ejemplo, ¿quién no está en contra del narcotráfico?. Creo que todos estamos en contra. Pero ellos lo preguntaron de una manera que si votabas no, era como que apoyabas al narcotráfico. 

La consulta era tan mañosa que podía confundir a la gente. Pero sin embargo, el nivel de conciencia, es tal, que queda en claro el apoyo a la tesis del movimiento indígena de que el “no” era lo que convenía al pueblo en su conjunto. Fuimos los principales voceros en contra del referéndum.

Y el otro factor, es que el gobierno no logró ni logra candidaturas propias para los gobiernos regionales y comunales, entonces prácticamente es un gobierno que no tiene prefectos y alcaldes. Sino que son los dos partidos, el del correismo y del movimiento indígena quienes hegemonizan la elección. Los partidos de la derecha han quedado deslegitimados y han sufrido reveses. Lasso se aferra a un grupo de asambleístas.

¿A qué se debe el alto nivel de conciencia del pueblo en su conjunto a dos años de que Lasso gane la presidencia? Y ¿a qué se debe el consiguiente debilitamiento de la derecha en este último año?

Fundamentalmente a la lucha del pueblo. En el estallido y paro nacional de junio de 2022 ya la gente se mostraba en contra de Lasso y exigía su salida, aunque el levantamiento se da producto de políticas desacertadas del Gobierno por seguir la receta del FMI, tal como hizo Lenin Moreno en 2019. 

Prácticamente esto fue hace ocho meses, y todavía está muy vigente la fuerza de nuestra consigna como movimiento indígena de que Lasso se tiene que ir. Como dije antes,esto se vio reflejado también en las urnas.

Después del gran paro de junio, ustedes y el gobierno firmaron principios de acuerdos que luego se rompieron por falta de cumplimiento estatal. ¿Cómo analizan ese proceso que abre el paro? ¿Qué puntos centrales el gobierno sí cumplió?

Parte de los resultados que buscábamos en junio se lograron con la movilización. Como por ejemplo que no se suban los combustibles como pretendían sino que se bajen, como terminó sucediendo. También logramos que se derogue el decreto de no ampliación de la frontera extractiva, principal demanda territorial..

Después del paro, se establecieron las mesas para ampliar las demandas e ir puliendo los detalles más particulares de cómo deberían ejecutarse. Encontramos que no solo el incumplimiento se debe a la falta de voluntad política sino también a la incapacidad política del mismo gobierno. Recordemos que no ha podido ni siquiera instrumentalizar el gasto público en varias carteras estatales. No tiene los operadores políticos que en algún momento le sirvieron para pragmatizar más con las organizaciones a la hora de concretar los acuerdos.

Los diálogos se fueron diluyendo por la falta de resultados concretos y tangibles para la sociedad. Cuando se decide romper el diálogo, sólo teníamos un 10% de los acuerdos cumplidos. Sin embargo, los 10 puntos del programa mínimo que impulsamos como CONAIE se han sostenido estos meses después del paro. 

Pero quien debería darle salida a los demás puntos no ha tenido la capacidad producto de la misma configuración del gobierno.

Los acuerdos tienen que ver con la vida del pueblo ecuatoriano, no solo con las exigencias del movimiento indígena. Y  tienen que ver con la política de focalización de los subsidios por un lado pero también el tema del extractivismo, como el decreto que impide la expansión de la frontera extractivista, y la reforma al estatuto minero, emergencia en salud, educación bilingüe, etc. Todos problemas sentidos de la sociedad en un contexto de recesión económica post pandemia han sido muy bien acogidos por la población.

Niñeces ecuatorianas juntando petróleo en la Amazonía. Foto. Alianza Ceibo.

Y con respecto al actual escenario donde ha salido a la luz diferentes causas de corrupción donde Lasso está vinculado de forma directa. ¿Por qué no hay una convocatoria a otro paro nacional que le de la salida que ustedes proclaman?

Efectivamente la gente tiene esta visión de la crisis de gobernabilidad. Pide la renuncia por todos los factores nombrados anteriormente. Desde la CONFENIAE sostenemos que si bien se podría realizar un paro nacional, estamos atravesando un proceso de juicio político contra el Presidente de la República en la Asamblea a través de un informe que fue aprobado con 104 votos a favor. Ahora pasa a la Corte Constitucional y si la corte lo permite entraría en votación, el cual necesita 92 votos para la destitución del Presidente. Esta es la cita donde se concentra la expectativa. Pero lógicamente, seguimos movilizados de manera permanente como acá en la Amazonía. 

Desde enero se han sostenido tres paralizaciones en los sectores de extracción petrolera. Y también el ocho de marzo, hubo una gran movilización del movimiento de mujeres. Este 28 nos movilizaremos porque se presenta en el Congreso la Ley de Aguas para su tratamiento legislativo, una lucha muy sentida de nuestro movimiento que da la disputa por el acaparamiento de la tierra y del agua. 

Hay una serie de medidas que se están dando y forman parte de un proceso de movilización. 

¿Ven un avance del extractivismo de la mano de Lasso en estos últimos años? ¿Las acciones que llevan a cabo han logrado generar mejores acuerdos por una vida digna?

Considero que los intentos de avance del extractivismo han sido frenados de alguna manera. Por lo tanto, hay avances en contra de la frontera extractiva, por ejemplo el decreto 95 que ampliaba la frontera extractivista petrolera y que Lasso tuvo que derogar durante el paro. 

El decreto minero no se derogó pero sí se reformó e incluyó el tema del territorio indígena y áreas hídricas.  Lógicamente no va a ser suficiente pero considero que ante los deseos de avanzar con el extractivismo, se les puso freno y avanzó la lucha indígena. 

En materia petrolera, el Gobierno definitivamente no está pudiendo avanzar como quiere. Y en la parte minera también se ha detenido un poco porque las empresas son más cautelosas y prefieren no invertir cuando hay una situación de movilización constante.

Más bien las zonas de conflicto están en el Norte, donde ya existe explotación petrolera como es el caso de PetroEcuador, empresa que no está cumpliendo con los convenios que ha firmado con las comunidades que consisten en dar beneficios a cambio de la explotación. En territorio kichwa orellana los compañeros se han levantado y están en resistencia permanente.

No obstante la amenaza de nuevos pozos siempre está latente por eso estamos atentos y vigilantes y con la movilización social que siempre ha sido la herramienta histórica de los pueblos.

Integrantes del Consejo de Gobierno de la CONFENIAE. Foto: CONFENIAE

¿Cómo piensan este debilitamiento de la derecha y en contracara la legitimidad otorgada de la sociedad a Pachakutik y el Correísmo? 

El movimiento Pachakutik es un movimiento que se identifica como izquierda, por lo tanto debería estar ligado al progresismo. Pero lo que hemos notado es una falta de conducción no solo actual sino histórica incluso. Esta visión de que no es de izquierda y de derecha, a veces agarra fuerza en ciertos sectores muy recalcitrantes del movimiento ndígnea vinculado a la derecha, y esto se ha traspolado al movimiento pachakutik y lo aleja de la izquierda. 

A pesar de que la misma gente que estoy cuestionando, en sus últimas intervenciones han sostenido que sí son un partido de izquierda. Su razón de ser como tal si está vinculado a los movimientos sociales, a las luchas en las calles. En su interior hay mucha diversidad, con militantes que han estado activos en los procesos sociales y a veces con dirigentes que han estado cómodos con el status quo. Pero en el horizonte si va hacia una inclinación de izquierda.

Por otro lado está la fuerza que tiene la CONAIE, que pesa mucho en Pachakutik y sus decisiones. Hay un proceso de muchas contradicciones entre CONAIE y Pachakutik  pero también se avanza y hay formas en las cuales se unifica a la lucha. Depende de estos factores lo que vaya a pasar. Lógicamente Pachakutik se orienta a participar de los procesos electorales y en la última elección se pudo ver la vigencia territorial que le dió la victoria y su constitución como la segunda fuerza política del país, lo que lógicamente le permite proyectarse de cara al siguiente proceso electoral presidencial como un actor imprescindible.

¿Cómo ven las relaciones de fuerza en el continente en relación al interés de los distintos imperios por nuestros bienes comunes naturales? 

Y, por ejemplo, el interés del imperialismo norteamericano siempre va a existir pero yo creo que ha tenido un retroceso en el caso de Ecuador en particular y en Latinoamérica en general. Producto de ese descrédito histórico que ha tenido el gobierno yanqui en las primeras décadas del siglo XXI, cuando intentó establecer los tratados de libre comercio y siempre ha tenido un rechazo de una posición soberana de los países. Lo que no quiere decir que no haya avanzado pero no en todos los países por igual. En el momento actual siento un retroceso ya que durante los dos últimos gobiernos, el de Lenín Moreno y el de ahora, ha querido implementar las recetas del FMI pero no lo ha logrado con éxito. 

No hay empresas estadounidenses en este momento explotando la amazonía ecuatoriana. Pero claro, esto no quiere decir que no haya una arremetida imperialista. Los capitales chinos que si bien tienen una definición comunista, en la práctica también son otros de los factores que amenazan los territorios de manera abierta y amplia en latinoamérica.

Pero definitivamente el imperialismo de EE UU sufre un debilitamiento o un rezago. Capaz en su injerencia política se mantiene pero en cuanto a su presencia real se ha visto bastante mermada. 

El continente vive en la mayoría de los países un recambio hacia el progresismo y quizás en las próximas elecciones el ecuador vote a un presidente progresista y eso haga que se fortalezcan los vínculos con clave de poderío económico como China y Rusia.

Jóvenes indígenas en un plenario. Foto: CONFENIAE

Habría que ver y prever las consecuencias que ello implique. Sí podemos decir que en los últimos años el capital chino ha estado muy presente a través del Banco Popular de China que ha invertido en materia minera y ha generado conflictos en zonas donde hay muchas resistencias indígenas. 

Si hay un giro estratégico incluso de los gobiernos progresistas a nivel mundial no solo por optar solo por la política extractiva sino otras formas de desarrollo quizas ahi podriamos encontrar algún tipo no de resistencia sino de posibilidad común. Pero mientras cualquiera de los gobiernos o capitales, sea donde sea que provengan, le apunten al extractivismo pues lógicamente encontrarán resistencia de las organizaciones. Donde haya extractivismo encontrarán resistencia.

Logo El Resaltador

Apoya el periodismo autogestionado

La comunicación la construimos entre todxs.

Suscribite acá