En el marco del Día de la Mujer Indígena, pueblos originarios de Argentina se manifestaron sobre el Censo 2022. Además, pidieron por «un país plurilingüe,
pluricultural y plurinacional».
Por Redacción El Resaltador
Con un nuevo censo nacional de población cerca, las comunidades originarias de Argentina se pronunciaron al respecto. Fue en el marco del Día Internacional de la Mujer Indígena, el pasado 5 de septiembre. En un comunicado, enumeraron una serie de solicitudes sobre el próximo censo, a desempeñarse el año que viene en nuestro país.
- Se nombren los 39 pueblos originarios que vivimos en lo que hoy es Argentina, en la pregunta de autoreconocimiento étnico.
- Se incluya la pregunta de las lenguas habladas por toda la población: lenguas indígenas, lengua de señas argentinas, lenguas migrantes, lenguas minorizadas.
- Cupo indígena de censistas hablantes de las lenguas propias de cada pueblo originario para que las preguntas del Censo tengan comprensión lingüística (4500).
- Comunicación plurilingüe para los materiales de difusión y capacitación.
- Entrega de una copia de los resultados en bruto del CENSO al movimiento indígena sin limpiarla previamente.
«Deseamos una nueva Constitución que tribute a la construcción de un país plurilingüe, pluricultural y plurinacional. Deseamos escenarios multivocales, donde nuestras voces sean escuchadas. Que haya aulas llenas de sonidos plurales, con las formas lingüísticas diversas, con repertorios lingüísticos y conocimientos del mundo plurales», reza el comunicado del Tejido de Profesionales Indígenas.
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Las comunidades indígenas tienen (y mucho) para decir
Entre sus demandas, las comunidades indígenas mencionan las claras «asimetrías de poder entre lenguas, culturas y prácticas letradas», para que las mismas sean erradicadas. Asimismo, desean un Acuerdo Social Para el Buen Vivir; y que las nociones de plurilingüismo y pluriculturalidad «sean lenguaje corriente en cada política de comunicación e información pública». Entre los derechos colectivos, hacen referencia al pleno ejercicio de la ciudadanía y la identidad colectiva, basándose en su derecho al territorio y la reproducción de sus modos de vida.
«Deseamos que nuestras aguas, todas las cuatro aguas no estén al servicio de la mega minería ni del monocultivo de semillas transgénicas sino para la vida misma. Deseamos que cada funcionario y funcionaria funcione. Para eso es necesario que aprendan nuestras lenguas, sin ello la barrera lingüística excluye derechos sociales, ambientales,
Tejido de Profesionales Indígenas
culturales, sanitarios y económicos».
Sobre los funcionarios y funcionarias estatatel, la meta es que «desaprendan los privilegios de blancos y blancas para crear condiciones de diálogo de saberes». Asimismo, que cada niña de pueblos originarios «tenga la oportunidad de hablar su lengua, de reconocerla y amarla y no avergonzarse para pronunciar su propio nombre».
En cuanto a las abuelas y madres de quienes reclaman, la exigencia tiene fecha y lugar: «que sean parte de la reparación por lo que sucedió en el siglo XIX. Cautivadas por el ejército roquista, por los estancieros y las señoras bienudas de recoleta que las esclavizaron como sirvientas». Finalmente, alzan la voz para que sus sanadoras, parteras tradicionales pueda ejercer su medicina de manera legal.
Deseamos que cada hija nuestra que ingrese a la Universidad, sea valorada por la tradición que porta y la lengua que hable y por lo tanto rinda sus tesis en las lenguas ancestrales. También deseamos que la marea verde nos reconozca como hermanas y compañeras porque nosotras no somos mujeres de segunda clase y mucho menos compañeras de segunda clase. Estamos acá levantando nuestra digna lucha por la visibilización estadística de nuestras lenguas y de nuestras identidades pre existentes al Estado Argentino».
Tejido de Profesionales Indígenas
