Alimentación: menos de la mitad de las personas lee la información nutricional
El dato se desprende de una investigación de la Universidad Siglo 21, y es más que pertinente: ayer la oposición decidió no dar quorum para tratar la Ley de Etiquetado Frontal. En mayo se difundió un trabajo de la Universidad Siglo 21 que concluye que menos de la mitad de los argentinos lee y comprende la información […]
Por Emilia Urouro | 10/06/2021
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El dato se desprende de una investigación de la Universidad Siglo 21, y es más que pertinente: ayer la oposición decidió no dar quorum para tratar la Ley de Etiquetado Frontal.
En mayo se difundió un trabajo de la Universidad Siglo 21 que concluye que menos de la mitad de los argentinos lee y comprende la información nutricional de las etiquetas de los alimentos. Asimismo, el nivel de estos datos está por debajo de lo recomendado.
En esta oportunidad, la Universidad estudios casos de la Ciudad de Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán.
¿Qué información reveló esta investigación?
- Menos de la mitad de los argentinos lee la información nutricional de las etiquetas; y los hombres lo hacen con menos frecuencia (35,6%) que las mujeres (44,1%).
- Aunque esta frecuencia aumenta en ciudades como Corrientes (50,7%), Comodoro Rivadavia (47,8%) y Rosario (46,9%).
- Solamente 1 de cada 4 personas manifestaron tener un entendimiento pleno de lo expresado en las etiquetas.
- El 75% de las personas no comprende la totalidad de la información nutricional en las etiquetas.
“Poder contar con información clara y legible de los ingredientes que componen los productos que consumimos a diario, nos permitirá tomar decisiones conscientes de compra. Es por ello que, en los últimos años, en diversas partes del mundo y la región, se comenzó a regular el etiquetado y ha tenido buenos resultados en la población. Es clave, además, impulsar políticas de concientización y educación alimenticia para asegurar una correcta elección de los alimentos que se consumen”, expresó Natalia Cervilla, Directora de la Licenciatura de Nutrición de Universidad Siglo 21.
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Esta información es clave, si tenemos en cuenta que luego de horas de discusiones en la Cámara de Diputados, no hubo acuerdo entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio para realizar la sesión convocada para este martes. Entre otras leyes, se iba a tratar la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal.
La normativa busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas.
Establece la colocación de una serie de sellos en los envases para alertar cuando se trata de un alimento con alto contenido de sodio, azúcar, grasas saturadas y calorías. En esa línea, propone un etiquetado frontal de advertencia que tendrá un sistema gráfico de octógonos negros con diversas leyendas precautorias.
A nivel regional, otros países aprobaron leyes a favor de la información clara
Chile, Perú, México y Uruguay han implementado etiquetas de advertencia en el frente del envase. Sobre este punto, la investigación de la Siglo 21, destaca que diversos estudios demuestran los resultados de esas normativas en la vida de la población:
- En Chile, el 64% de sus habitantes consideró disminuir el consumo de alimentos altos en nutrientes críticos, mientras que el 41% ha modificado sus hábitos después de la Ley de Etiquetado Frontal.
- En México, el 50% de las personas aseguró que la ley ayuda a tomar una decisión de compra.
- En Perú, el 80% considera que su aplicación tendrá un aporte positivo en los hábitos de alimentación de la gente.
- En Uruguay, el 89% de la población considera que esta regulación ayuda a identificar claramente productos poco saludables.
La información es clave para la salud, en ese sentido, el estudio cita un dato de la Organización Panamericana de la Salud (OPS): los 3 factores de riesgo más asociados a la mortalidad en Argentina son la hipertensión, hiperglucemia y sobrepeso u obesidad, causando más de 140.000 muertes por año y diversas enfermedades vasculares, cardíacas, cerebrales y renales.
