Un equipo del CONICET determinó que el extracto de la piel del maní podría ser la base de un tratamiento natural, económico y sostenible contra el dengue.
Investigadores del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (Inicsa, Conicet-UNC) y del Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (Inbias, Conicet-UNRC) lograron un avance significativo en la lucha contra el dengue.
El estudio, recientemente publicado en la revista Plants, demuestra que un extracto obtenido de la piel del maní, conocido como tegumento, tiene capacidad de inhibir el virus en diferentes etapas de su ciclo de replicación.
La infección transmitida por el mosquito Aedes aegypti presenta cuatro serotipos, siendo más peligroso cuando una persona se infecta por un serotipo diferente al primero, lo que puede desencadenar formas graves de la enfermedad, como el dengue hemorrágico.
Te puede interesar: «Dengue: la Municipalidad de Córdoba recolectó 150 toneladas de cacharros»
Actualmente, no existen tratamientos antivirales efectivos y accesibles para combatir la enfermedad. Es por ello que este avance del CONICET es esperanzador.
El equipo de investigación, liderado por la doctora Carola Sabini, eligió investigar el maní debido a sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, así como al hecho de que la piel del maní es un subproducto industrial poco valorado.
En ensayos in vitro, descubrieron que el extracto de tegumento de maní inhibe el virus del dengue en un 100%, incluso en bajas concentraciones. Este efecto se atribuye a los polifenoles y proantocianidinas presentes en la piel del maní, compuestos conocidos por sus propiedades antioxidantes y antivirales.
Los resultados sugieren que este extracto podría ser la base de un tratamiento natural, económico y sostenible contra el dengue.
Además, la investigación mostró que el extracto no solo tiene propiedades antivirales, sino que también podría usarse de manera profiláctica, impidiendo la infección antes de que ocurra.