Antonela Guevara pertenece al pueblo Selk’nam. En diálogo con El Resaltador, mencionó que decidió estudiar abogacía para defender los derechos de su comunidad.
Antonela Guevara tiene 37 años y forma parte del pueblo Selk’nam (onas), un grupo originario de la zona norte y centro de Tierra del Fuego. Es también bisnieta de Enriqueta Gastelumendi, considerada de los mayores exponentes de la cultura de la región y descendiente directa de su pueblo, fallecida en 2004 después de haberse radicado durante gran parte de su vida en la ciudad de Ushuaia.
Tras cursar cinco años a distancia en la Universidad Blas Pascal, recientemente obtuvo su título de abogada, convirtiéndose así en la primera mujer indígena de esta provincia en lograrlo.
Te puede interesar: «Comunidades Mapuches resisten al terricidio en la Patagonia»
En diálogo con El Resaltador, la flamante egresada manifestó que se inscribió en la carrera porque era una «deuda pendiente» en su trayectoria de vida. «También tuvo que ver mi militancia dentro de la comunidad, la cuestión indígena me motivaba a inscribirme, en virtud de diferentes dificultades que atravesamos acá en la provincia«, detalló.
Entre esas dificultades, Antonela mencionó ciertos reclamos hacia el Estado que no tienen respuesta. «Ahí me di cuenta que tenía que buscar yo mi propia herramienta para poder llevarlos adelante«.
«A lo largo de 12 años de militancia activa, he denunciado distintos actos de corrupción. Hay una gran fracción de la comunidad que estaba esperando el momento de mi graduación, cuento con todo su apoyo para poder representarlos», agregó Guevara.
En consonancia con lo mencionado, ratificó que tiene la «firme convicción» de defender a su comunidad y a sus recursos.
Un precedente importante
Consultada sobre cómo atravesó los años de cursada, Antonela comentó que la universidad fue «muy flexible» y, atendiendo a su situación socioeconómica, siempre «brindaron facilidades de pago para que pudiera rendir y continuar con los estudios».
Asimismo, mencionó que tanto las autoridades, los profesores y sus propios compañeros sabían que ella estudiaba para defender a las familias de su pueblo y que «nunca hubo una objeción ante eso, siempre me apoyaron y me acompañaron de una manera increíble».
Por otro lado, se refirió a la falta de materias ligadas al derecho indígena dentro de los planes de estudio de la carrera de abogacía. «Esta cuestión es una deuda de muchas universidades, sería importante que dentro de las 43 asignaturas alguna sea sobre ello».
Para hacer frente a esta «falla», Antonela explicó que «siempre algún bocado metía en los parciales acerca de la lucha de mi comunidad, y nunca me cuestionaron por eso».
La decisión de la abogada de embarcarse en los estudios universitarios motivó a otros integrantes del pueblo Selk’nam a realizar lo mismo. «En la comunidad hay una necesidad y nos hemos dado cuenta de eso», resaltó.
Lo anterior se liga a que «la comunidad, hacia el interior, es muy conflictiva. Hay una disputa de poderes y de recursos. A diferencia de otras comunidades, nuestro pueblo tiene título de propiedad ancestral, pero los conflictos suceden igual. El plan sistemático del Estado argentino (en complicidad con la Iglesia) fue cometer un genocidio contra nuestro pueblo, por eso tienen una deuda con nosotros y nos deben una reparación histórica«, finalizó.