A las acusaciones por maltrato laboral, ahora se sumaron denuncias por acoso sexual. El camarista presentó su renuncia pero la Justicia aún no la aceptó.
El camarista federal de Córdoba Ignacio Vélez Funes está en la mira de las autoridades de la Justicia Federal. Sucede que, a mediados de mayo, al letrado lo denunciaron ante el Consejo de la Magistratura por distintas acciones de maltrato laboral.
Unas semanas más tarde, la conducción de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) sumó una ampliación de la denuncia. Esta vez, con un grave acto de acoso sexual contra una empleada en 2003. Una denunciante afirma que, por haber rechazado las insinuaciones del Vélez Funes, durante unos 20 años sufrió discriminación y maltrato laboral por decisión del camarista.
Además de la nueva acusación hay otros dos casos de presunto abuso sexual: uno ocurrido en 1986 en el Colegio de Abogados de Córdoba y otro en la Facultad de Derecho de la UNC. En esta presentación habría nuevos damnificados, desde funcionarios judiciales, ordenanzas, oficiales de justicia y personal de limpieza que denuncian hostigamiento y maltrato.
También se enumeran nuevos casos de maltratos, como un agente que concurrió al domicilio de Vélez Funes, en Alta Gracia, a quien le advirtió que debía pagar la nafta por haber usado el aire acondicionado del auto oficial mientras estaba estacionado.
Apuntado por la cantidad de denuncias en su contra, el camarista presentó su renuncia pero aún no fue aceptada por las autoridades del Poder Judicial de Córdoba.
Ahora se conoció que el Ministerio de Justicia de la Nación envió un pedido de informes al Concejo de la Magistratura para interiorizarse más sobre lo que está pasando en Córdoba.
La carta tiene como destinatario Horacio Rosatti, secretario general del órgano.
